Villarejo espió a la CNMV por orden de BBVA
BBVA utilizó al excomisario Villarejo para vigilar los movimientos del entonces vicepresidente de la CNMV, Carlos Arenillas
Las informaciones sobre los trabajos que realizó Villarejo para BBVA continúan aumentando. En esta ocasión, la entidad le habría ordenado al excomisario José Manuel Villarejo que controlara los movimientos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En plena ofensiva de Sacyr para tomar el control del banco -ayudado por el PSOE según las creencias de BBVA-, Villarejo vigiló la vivienda en Madrid del entonces vicepresidente de la CNMV, Carlos Arenillas.
Tanto Villarejo como el expresidente y ahora presidente de honor de la entidad, Francisco González, vinculaban con las maniobras del Gobierno de Zapatero para asaltar la entidad, según publica El Confidencial. Además, el excomisario siguió y tomó fotografías de al menos dos coches oficiales del organismo bursátil.
Villarejo controló en 2004 unas 15.000 llamadas de periodistas y empresarios financiado por BBVA
A Francisco González y Villarejo les interesaba el número dos de la CNMV por su pasado en Intermoney, la misma agencia de valores por la que también pasó el entonces jefe de la Oficina Económica de Moncloa, Miguel Sebastián, el dirigente del PSOE más implicado en el asalto a BBVA.
Además, les inquietaba lo que podía hacer con una denuncia que había recibido la CNMV en plena ofensiva de Sacyr. Gonzalez temía que Arenillas echara un cable a Luis del Rivero y Juan Abelló, los dos rostros más visibles de la operación para que Sacyr, impulsando una investigación que le habría forzado a dejar la entidad.
Estas actuaciones se incluyen dentro de la operación «Trampa» por la que Villarejo controló en 2004 unas 15.000 llamadas de periodistas y empresarios. Esta estuvo financiada por el BBVA con el pago de al menos 517.600 euros.
La CNMV investiga
La Comisión Nacional del Mercado de Valores anunció la semana pasada que abría una investigación para comprobar si ha podido haber riesgos patrimoniales en las cuentas del banco y en los sistemas de seguridad de la propia CNMV.
Así, quiere determinar los posibles efectos sobre el patrimonio y la seguridad de BBVA de la trama de espionaje del excomisario Villarejo. La Comisión no tiene capacidad para comprobar si hubo pagos o escuchas pero pueden analizar si de este asunto se deriva alguna responsabilidad patrimonial.
Por su parte, la propia entidad abrió su propia investigación en junio sobre la contratación y los servicios prestados por la firma Cenyt, propiedad de Villarejo, que se encuentra en prisión. La entidad aseguró que tomará «las medidas internas y acciones judiciales pertinentes» si se acreditara la existencia de irregularidades.
El nuevo presidente de BBVA, Carlos Torres, ha decidido dar explicaciones a la plantilla sobre la implicación del banco con el excomisario. Lo ha hecho en forma de carta en la que ha admitido que Villarejo trabajó para BBVA.
Además, en la misiva califica el espionaje de «deplorable», en el caso de que sea cierto, pero aclara que «no se ha encontrado ninguna documentación que refleje el seguimiento e intervención de comunicaciones privadas».
La situación ha puesto en peligro la presidencia de honor de González, que ha quedado muy tocado con los acontecimientos.