Las vacaciones más caras de nuestras vidas: los vuelos suben un 24% y los hoteles, un 15%
El turismo afronta una temporada alta resiliente ante la inflación, pese a una subida de los precios superior al IPC
Las temperaturas ya superan los 30 grados, las playas empiezan a llenarse y el que no tiene las vacaciones reservadas es porque está esperando a las ofertas de última hora o porque el bolsillo no se lo permite. Y es que el verano de 2023 se prevé como el de mayor actividad para el sector turístico, de récord, pero no solo en ocupación y reservas, también en precios: los billetes de avión internacionales se han encarecido un 24% y los alojamientos en hasta un 14,8%, muy por encima del IPC, situado en junio en el 1,9%.
Según datos de eBooking, los hoteles, hostales, campings y apartamentos en España alcanzarán un precio medio de 158 euros, frente a los 135 que costaban 2022, es decir, casi un 15% más, por la fuerte demanda de los meses de junio, julio, agosto y septiembre, junto con la elevada y persistente inflación. De la misma manera que el IPC general ha ido moderándose a lo largo del año, el incremento de los precios hoteleros también ha remitido, tras tocar techo en el puente de mayo, con un crecimiento del 25%.
Por su parte, Destinia prevé una subida de los precios hoteleros más modesta pero todavía superior al índice general, del 7% interanual. Según sus cálculos, el precio medio por persona ha pasado de los 53 euros a los 57. El crecimiento es desorbitado, del 30%, si se compara con el año 2019.
En cualquier caso, parece que el incremento de las tasas no va a frenar las reservas: la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) calcula que la ocupación ya se sitúa en un 52% y que puede alcanzar el 80% en verano, unas previsiones que superan el registro histórico de 2019. Los cálculos de la agencia de viajes online van en la misma medida, con un incremento de las reservas en España del 4% respecto al año previo a la pandemia y del 13% en comparación con el verano pasado. Los destinos más populares en España para este verano repiten respecto al año pasado con Salou, Madrid, Barcelona, Benidorm o Palma de Mallorca a la cabeza.
El transporte, una vía de ahorro
Pese al incremento de precios en el alojamiento, los españoles que opten por el turismo nacional podrán ahorrar en el transporte. Por un lado, la liberalización del mercado ferroviario ha tirado los precios de la alta velocidad, lo que convierte al AVE en un caramelo de cara al verano, todavía más si se suman los descuentos para jóvenes vigentes durante estas fechas. En el caso de los viajes en coche, los precios de los carburantes también han ido remitiendo.
Si no se dispone de vehículo privado, la mejora en el mercado automovilístico ha permitido a los rent-a-cars renovar el parque de coches de alquiler y limitar los precios. «Este verano se están moderando los precios después de un 2022 con cifras desorbitados por el incremento de la demanda y la limitación de flota que debido a la crisis de los chips. Podemos decir que es la única vertical del sector que ha bajado los precios con una bajada de un 21%», apunta Ricardo Fernández, director general de Destinia, a Economía Digital. Gracias a esta tendencia, las reservas se han disparado un 39%.
No tendrán la misma suerte los españoles que viajen fuera de las fronteras nacionales. La lenta recuperación de la capacidad aérea y el aumento del precio del combustible ha disparado un 24% el pecio de los billetes internacionales con origen en España, según la agencia de viajes. Además, el precio medio por persona y noche en alojamiento internacionales ha sufrido un incremento del 11%, alcanzando los 69 euros, una cifra superior a las previsiones de Destinia para el mercado nacional.
Aun así, la agencia de viajes detecta un aumento del 7% de los ciudadanos que saldrán de España, siendo ciudades europeas como Roma, París o Lisboa, o países del norte de África, como Egipto o Marruecos, los destinos favoritos de los españoles. Aunque el covid ya remitió el verano pasado, el turismo internacional seguía contenido, en parte porque las aerolíneas continuaban sufriendo las consecuencias de la pandemia y pusieron en marcha una programación más limitada.
Menos gasto
Todo apunta a un verano de récord, pero hay una minoría de españoles que descarta viajar por la subida de precios. Un reciente estudio elaborado por Observatur, apunta a que hay un 15% de ciudadanos que no saldrá de vacaciones esta temporada. De esta proporción, más de la mitad no lo hará por motivos económicos: el 26% sostiene que por un descenso de sus ingresos, el 28% por el incremento de precios y un 4% más por otros motivos presupuestarios.
Por otro lado, hay muchas personas que, aunque viajaran, reducirán su gasto. Destinia destaca que los turistas están luchando contra este incremento de precios ajustando la duración de sus estancias: si el verano pasados las vacaciones medias duraron 5 días, este año se recortaran en media jornada. Otros, están buscando destinos de interior más económicos como son Salamanca, Córdoba, Ávila, Lérida o Teruel.
Por último, el Observatorio Cetelem calcula que el gasto medio previsto por los españoles para las vacaciones de verano desciende ligeramente respecto al año anterior, situándose en 1.174 euros por persona, justamente porque muchos han decidido atarse el cinturón. Para reducir el gasto, se privarán en mayor medida de las compras innecesarias, de actividades deportivas o recreativas, como los parques de atracciones.