Varapalo a las cuentas del Gobierno: el PIB creció un 5% en 2021, 1,5 puntos menos de lo estimado
La economía española creció un 2% en el cuarto trimestre, por debajo de las expectativas de avance del PIB ante la incidencia de ómicron que volvió a hacer caer el consumo de los hogares
Los organismos nacionales e internacionales venían advirtiéndolo desde hace meses y sus premisas se han cumplido: la economía española creció un 5% en el conjunto de 2021, lo que supone el mayor alza en 21 años pero ni más ni menos que 1,5 puntos menos que la previsión del 6,5% del Gobierno, tras haber cerrado el cuarto trimestre con un avance del PIB del 2%, un ritmo más lento por la caída del consumo de los hogares ente ómicron.
Los datos de Contabilidad Nacional adelantada publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) han sentenciado definitivamente las previsiones del Gobierno, al situar el crecimiento 1,5 puntos por debajo de lo que calculaba el Ejecutivo en el cuadro macroeconómico que sustenta los Presupuestos, y ello a pesar de que el Gobierno rebajó en abril al 6,5% sus previsiones anteriores que situaban el alza de la economía en una horquilla de entre el 7,2% y el 9,8% el año pasado, contando con los fondos europeos.
Los malos augurios se han cumplido a pesar de los buenos datos de empleo y del récord recaudación tributaria, confirmándose un desacople inusual en la relación entre la evolución del PIB y estos otros indicadores pero que, a la postre, atestiguan una recuperación menor de la que preveía el Gobierno, que en boca de la vicepresidenta Nadia Calviño ha defendido insistentemente la «prudencia» de sus pronósticos, fiados a una segunda mitad de año que no ha logrado compensar la caída del arranque.
El mayor crecimiento del consumo de los hogares gracias a las menores restricciones a lo largo del año no ha sido suficiente y el crecimiento de 2021 ha sido decepcionante respecto a lo que calculaba el Gobierno, en parte debido a la las sucesivas olas de la pandemia, como la variante Delta que incidió de lleno en el verano y la campaña turística, y más tarde la crisis de suministros, la alta inflación, los elevados precios de la energía y al menor impacto de los fondos europeos por la infraejecución, unido en el último mes del año a la incidencia de la sexta ola, ómicron.
En el cuarto trimestre del año la economía española registró un crecimiento del 2%, seis décimas por debajo del trimestre anterior como consecuencia de la incidencia de ómicron, que ha provocado más de 800.000 bajas laborales. Así, el tercer trimestre fue el de mayor crecimiento en el año, ya que en el segundo el PIB creció un 1,2% y en el primero retrocedió incluso siete décimas, impactado por la Covid-19 y la tormenta Filomena.
Con todo, la economía española registra su mayor crecimiento desde el año 2000, y deja atrás la notable caída del 10,8% registrada en 2020, marcado de lleno por la pandemia, con una aportación de 4,6 puntos de la demanda nacional y de cuatro décimas de la demanda externa, además de lograr un avance del consumo de los hogares del 4,7%, el mayor desde 1999, y un repunte del 4,1% de la inversión. Además, supera los pronósticos de algunos organismos como el Banco de España (4,5%), Bruselas (4,6%), el FMI (4,9%), la OCDE (4,5%), Funcas (4,8%) o CEOE (4,8%), aunque queda por debajo de BBVA Research y AIReF (5,1%).
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha destacado este viernes que 2022 va a ser un año de crecimiento «altísimo» superior al de 2021, y ha apuntado que todavía «falta por completar la recuperación en hostelería y turismo cuando lleguen los turistas».
La demanda nacional y el sector servicios tiraron de la economía
En el conjunto del año 2021, el PIB a precios corrientes se sitúa en 1.202.994 millones de euros, un 7,2% superior al de 2020 al sumar 81.000 millones de euros en un año, aunque sigue por debajo de los niveles prepandemia al restar aún 42.000 millones de euros para alcanzar el dato de 2019.
La demanda nacional realizó la mayor contribución al crecimiento al aportar 4,6 puntos, lo que supone 13,2 puntos más que en 2020, en tanto que la demanda externa contribuyó con cuatro décimas, 2,6 puntos más que el ejercicio previo.
Además, el consumo de los hogares repuntó un 4,7% el año pasado, se trata del mayor aumento anual del gasto privado desde 1999, al tiempo que la inversión remontó un 4,1%, frente al retroceso del 9,5% de 2020, a pesar del menor impacto del previsto de los fondos europeos. El gasto público subió un 3%, encadenando siete años al alza.
Por sectores económicos, el sector servicios fue el que más tiró de la economía, con un avance estimado del 5,9%,seguido de cerca por la industria (-5,3%), mientras que la construcción (-4,1%) y la agricultura (-5,5%) no lograron remontar y siguieron cayendo continuando con los desplomes de 2020.
Avance del 2% en el cuarto trimestre: recaída del consumo en la campaña de Navidad
La evolución menor de la esperada de la economía en 2021 se debe en parte a la decepción del crecimiento en el cuarto trimestre, con un alza del 2%, seis décimas menos que en el anterior trimestre. Eso sí, en tasa interanual creció un 5,2%, 1,8 puntos superior al tercer trimestre, según los datos de avance del INE. La demanda nacional aportó 3,6 puntos (1,1 puntos más) y la externa con 1,7 puntos (ocho décimas más).
El PIB de España a precios corrientes superó en el cuarto trimestre los niveles previos a la pandemia, al alcanzar los 310.030 millones de euros, lo que supuso 4.007 millones más que los 315.023 millones del mismo periodo de 2019. En índice de volumen encadenado, sin embargo, el PIB aún se encuentra 4,5 puntos por debajo del nivel pre-pandemia, por lo que no se cumplirá el pronóstico de Calviño de que en el primer trimestre se recupere los niveles preCovid.
Lo que frenó el rebote económico fue la recaída del consumo, que cedió un 1%, debido al retroceso de la caída del consumo de los hogares, que menguó un 1,2%, frente al avance del 1% del tercer trimestre y defraudando respecto a las expectativas de crecimiento que tenían los organismos. El dato muestra que la campaña de Navidad habría ido mucho peor de lo previsto y el gasto de los hogares apenas habría remontado un 2,4% respecto al cuarto trimestre de 2020.
De su lado, el gasto público también disminuyó, pero en menor medida, al caer cuatro décimas, mientras que la inversión pisó el acelerador, ya que la formación bruta de capital fijo remontó un 4,9%, frente al 1,2% del trimestre previo, sobre todo por la inversión en maquinaria y bienes de equipo (+6,1%), mayor que la inversión en vivienda (+2,3%).
Así las cosas, la demanda nacional y la externa aportaron lo mismo al crecimiento, un punto cada una. Y es que las exportaciones repuntaron un 6,5%, por encima del 3,5% de las importaciones, gracias a la extensión de la campaña turística de verano a octubre y diciembre.
Fin a la discrepancia entre PIB y empleo
En lo que respecta al empleo de la economía, en términos de horas trabajadas, aumentó un 0,2% respecto al segundo trimestre, por lo que se pone fin al desacople inusual que se venía produciendo entre la evolución del indicador del empleo y el del PIB, ya que la economía creció muy por encima en el cuarto trimestre.
Los puestos equivalentes a tiempo completo rebotaron un 1,3%, 2,6 puntos menos A nivel interanual crecen un 6,4%, lo que supone un alza de 1,12 millones de empleos equivalentes a tiempo completo en un año.
Los servicios se resienten y se desploma el ocio
Por sectores, el de servicios se benefició de la prolongación de campaña turística de verano, aunque creció menos de lo previsto por las restricciones derivadas de ómicron en diciembre, subiendo un 1,8%, muy por debajo del 4,1% del trimestre anterior, sobre todo por la notable moderación del comercio, transporte y hostelería (4,5%, frente al 11,8% del trimestre previo).
Además, retrocedieron las actividades inmobiliarias (-1,5%) y sobre todo las actividades artísticas, recreativas y otros servicios ante la incidencia de ómicron, cediendo un 11%, frente al avance del 9,9% previo.
Entre tanto, el sector de la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca remontó al crecer un 9%, frente a la caída del 4,7% del tercer trimestre, en tanto que la industria se mantuvo con un avance del 2% pese a la crisis de suministros y la construcción se moderó ligeramente hasta el 1,6%.
Suben los salarios y mejora la productividad por el alza del PIB
Con este contexto, la remuneración de los asalariados se anotó una subida interanual del 6,8% en el cuarto trimestre, siete décimas más, al tiempo que el excedente de explotación, que mide el margen de beneficio de las empresas, logró un notable avance del 13,3%.
Los datos adelantados de Contabilidad Nacional del cuarto trimestre también reflejan provocan también una mejora de la productividad, ya que el mayor crecimiento calculado sin variar en exceso las horas de trabajo dan como resultado una mejora de la productividad.
En concreto, la productividad por hora efectivamente trabajada subió un 2,2%, frente al ligero incremento del 0,1% previo tras cuatro trimestres anteriores de caídas. La productividad por puesto de trabajo equivalente a tiempo completo cedió un 1,1%, 1,5 puntos menos.