Unos 5.000 catalanes siguen sin regularizar sus cuentas en Andorra
Las sanciones a que se exponen podrían haber prescrito, pero, pese a ello, un asesor fiscal aconseja pagar la cuota correspondiente ante la Agencia Tributaria y, al mismo tiempo, presentar un recurso para reclamar su devolución
Un reputado asesor fiscal barcelonés revela que un directivo bancario andorrano le confesó, a principios de año, que todavía quedaban unos 5.000 catalanes con cuentas sin regularizar. O sea, que no han declarado el dinero que tenían en los bancos de Andorra a la Agencia Tributaria española.
No hablaron del resto de clientes españoles, pero calcula que representarían una cifra similar. En total, a principios de año, unos 10.000 clientes de los bancos andorranos aún no habían rendido cuentas con las autoridades fiscales españolas. Se supone que la mayoría sigue sin hacerlo, pero se les está acabando el tiempo si no quieren ser sancionados.
A partir del 1 de enero de 2017, Andorra efectuará un intercambio automático de información fiscal. La Agencia Tributaria andorrana comunicará a su homóloga española todos los datos sobre cuentas, bienes y valores de los clientes bancarios, estén regularizados o no.
La comunicación será automática, pero no inmediata, ya que los datos correspondientes a 2017 no se enviarán hasta septiembre de 2018. En estos momentos, Andorra efectúa un intercambio de información fiscal «a demanda», sobre ciudadanos concretos, cuando lo solicitan las autoridades fiscales o judiciales de su país de origen, pero, a partir del próximo año, facilitaran en bloque todos los datos de los ciudadanos extranjeros.
Los bancos andorranos deberán comunicar saldos, dividendos, intereses y rendimientos. Las autoridades fiscales andorranas enviarán cada año esta información, agrupada por países, a las correspondientes agencias tributarias con las que han suscrito el intercambio automático de información, entre las que se encuentran la española y la francesa.
Situación de los clientes españoles
Se ha impuesto la transparencia. Esta es la conclusión del seminario convocado la semana pasada por la Asociación de Asesores Tributarios y Fiscales (AATF) de Andorra para estudiar la situación de los españoles y franceses que tienen cuentas y bienes en el principado, que todavía no han declarado en el país donde tienen su residencia fiscal.
El presidente de la AATF, el abogado Joan Miquel Rascagneres, recomienda a los ciudadanos españoles en esta situación que «verifiquen las posibilidades para regularizar y se pongan en conformidad fiscal». Para ello, deberán diligenciar las declaraciones pertinentes ante la administración tributaria española.
Sobre el número de españoles que todavía no han regularizado sus cuentas en Andorra, Rascagneres asegura que su asociación no dispone de datos. No obstante, considera que han «disminuido de forma significativa» desde 2009, cuando los bancos y entidades financieras andorranas iniciaron el proceso de normalización de sus clientes y, también, desde 2011 y 2012, a raíz de la regularización fiscal especial decretada por el gobierno español.
Sanciones de hasta un 150%
Aquellos que no hayan regularizado sus cuentas en Andorra antes del próximo 1 de enero se exponen a sanciones de hasta un 150% de la cuota tributaria defraudada. Para evitarlas, un asesor fiscal barcelonés, especializado en estos trámites, recomienda que los saldos de las cuentas se declaren como incremento de patrimonio del ejercicio fiscal más antiguo que todavía no haya prescrito.
Si la declaración se realizase en estos momentos, correspondería al ejercicio de 2011, pero si se efectua a partir del 30 de junio, ya sería en el de 2012. Para poner como ejemplo, si la declaración se realiza de forma voluntaria antes del 1 de enero próximo, un español que tenga un saldo de un millón de euros en un banco de Andorra aún pendiente de regularización deberá pagar un tipo de hasta el 48%, o sea, 480.000 euros.
Si no regulariza ni elimina su cuenta antes del próximo año, se expondrá a una sanción de hasta el 150% de la cuota defraudada, o sea, 720.000 euros. Si se suma la cuota y la sanción, resulta 1,2 millones de euros, unos 200.000 euros más que el saldo de su cuenta, a los que se podrían añadir otras multas por no haber presentado el llamado modelo 720.
Delitos prescritos
No obstante, el asesor fiscal consultado advierte que muchas de las posibles sanciones por tener cuentas en Andorra podrían haber prescrito. Por ejemplo, si se puede demostrar que el dinero procede de una operación legal, como puede ser la venta de un inmueble efectuada antes de 2007, habría prescrito a efectos de la normativa española de 2012 y no debería ser motivo de sanción.
En estos casos, el asesor fiscal aconseja dirigirse a la Agencia Tributaria para ingresar la cuota correspondiente y, al mismo tiempo, presentar un recurso reclamando su devolución por considerar que ha prescrito. Este criterio está amparado por normativas europeas.
Un paraíso fiscal puede salir muy caro
Este asesor fiscal barcelonés, que prefiere mantenerse en el anonimato, no recomienda trasladar las cuentas de Andorra a un paraíso fiscal, por muy remoto que sea, porque lo considera una «huida hacía ningún lugar» y más tarde o más temprano te pueden pillar.
En esta apreciación también coincide Joan Miquel Rascagneres, el presidente de la AASF: «el nuevo estándar en materia de intercambio automático de información OCDE (conocido como CRS) es de carácter global y afecta a todas las jurisdicciones a nivel mundial». Por lo tanto, traspasar las cuentas no regularizadas a otro país «no es una solución viable».
Para la AASF, los españoles que no han declarado sus cuentas bancarias en Andorra «solo tienen una alternativa viable que pasa por regularizar y ponerse en conformidad fiscal».