Uno de cada tres españoles menores de 16 años vive en la pobreza
Los ingresos medios de los hogares continúan su caída desde el inicio de la crisis. El 22% de la población vive con menos de 8.000 euros anuales
Casi uno de cada tres jóvenes españoles menores de 16 años (el 30,1%) vive bajo el umbral de la pobreza, es decir, con menos de 7.961 euros anuales. Esta tasa ha aumentado 3,4 puntos en un año, según los datos facilitados por la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) a partir de los ingresos medios de los hogares en 2013.
Hay que tener en cuenta además que el límite de ingresos a partir del que se mide este dato ha descendido el 1,9% respecto a 2013, cuando se fijó en 8.114 euros, dada la caída de rentas generalizada entre los españoles.
Caen ingresos medios
En términos totales, el porcentaje de la población en nuestro país que vive bajo esta barrera de exclusión es del 22,2%, dos puntos por encima del registrado hace un año. Por su parte, los ingresos medios de los hogares en España se han reducido el 2,3%, hasta los 26.154 euros netos anuales, un descenso que no ha parado desde 2009.
La tendencia es diferente con la población jubilada: la tasa de la pobreza de los mayores de 65 años, gracias a la estabilidad de las pensiones, se ha reducido 1,3 puntos en el último año (hasta el 11,4%).
Otros de los datos que aporta esta encuesta revelan la difícil situación económica de muchos hogares en España: el 16,1% de ellos llega a fin de mes con «mucha dificultad», el 42,4% no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos y casi la mitad (el 45%) no puede ir de vacaciones ni siquiera una semana al año.
Carencias de otro tipo
Otro de los indicadores que habitualmente se utilizan para medir la riqueza de las familias –el Arope (siglas de At Risk Of Poverty or social Exclusion), que figura en la estrategia comunitaria Europa 2020–, tampoco arroja buenos datos. El 29,2% de los españoles está en riesgo de pobreza según este índice, el 1,9% más que hace un año.
Este indicador, además de los ingresos, tiene en cuenta la carencia de empleo en los hogares o la falta material severa, como no poder calentar la vivienda, no poder comer carne o pescado cada dos días o no disponer de coche, lavadora o teléfono. Según la ocupación, el 45,1% de la población desempleada está en riesgo de pobreza, un porcentaje que contrasta con el de los jubilados, que alcanza el 9%.