Unicaja se inspira en Liberbank y comprará un 5% de su propio capital
Es el segundo banco español que logra la validación de un programa de este tipo, después de Liberbank
La banca española continúa dando pasos adelante para buscar vías con las que remunerar a los accionistas en tiempos de rentabilidades bajas. Unicaja ha informado este jueves de que ha obtenido luz verde del Banco Central Europeo (BCE) para recomprar hasta un 5% de su capital y amortizarlo posteriomente.
El malagueño es el segundo banco español que ha logrado el visto bueno del supervisor a un plan de estas características. A finales de diciembre, Liberbank anunció un programa de recompra de sus propias acciones del 2% de su capital, que ha puesto en marcha de manera muy activa y que, al ritmo de las compras actuales, podría estar completado en abril; prácticamente coincidiendo con la junta de accionistas.
De acuerdo con la información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Unicaja invertirá en el programa hasta a 76,63 millones de euros. La amortización de acciones propias podría incrementar el peso en el capital del banco de la Fundación Unicaja, que habría obtenido el visto bueno para no reducir al 40% su participacion en el banco, ante las condiciones de la bolsa, que están penalizando con fuerza a la banca en los últimos años.
En este sentido, durante la presentación de resultados del año pasado, la entidad valoró como un hecho positivo el compromiso de su principal accionista en este entorno y ya abrió la puerta a la implementación de planes de recompra de acciones. Es una posibilidad, además, que no descartan otras entidades, como Caixabank, Bankia, Banco Sabadell o BBVA, que se han abierto a estudiar esta vía de retribución que parece que no crea conflicto con los supervisores.
En concreto, el plan de Unicaja permanecerá vigente desde el 26 de febrero de 2020 hasta el 25 de febrero de 2021.
Un nuevo capítulo en dividendos
La banca, en un entorno de tipos negativos, lleva muchos meses defendiendo ante el BCE y el Banco de España la necesidad de encontrar vías para mantener a los accionistas, ante las bajas rentabilidades que está logrando el sector.
La política de dividendos ha sido uno de los ejes para atraer a los accionistas, pero se topó con un discurso contrario desde los supervisores, que prefieren otras medidas de retribución que no supongan salida de capital, y, por tanto, una posible merma de la solvencia.
La recompra de acciones se ha impuesto como un complemento a esta política, y la banca doméstica española, más sensible a los tipos negativos, está estrenando estos planes.