Unanimidad empresarial: CEOE vota salirse del acuerdo si se modifica la reforma laboral
Las organizaciones díscolas con la reforma laboral cierran filas y CEOE ya advierte de que si el Gobierno modifica el pacto de la norma para sumar a sus aliados nacionalistas abandonará el diálogo social
Consenso total entre los empresarios para defender el mantenimiento del acuerdo de la reforma laboral del pasado mes de diciembre y en contra de cualquier tipo de cesión a los nacionalistas que pueda implicar una eventual modificación del pacto alcanzado entre el Gobierno, la patronal y los sindicatos.
Esta es la decisión tomada por unanimidad entre las distintas organizaciones y patronales que conforman la CEOE durante la junta directiva celebrada este miércoles, a la que le ha sucedido el comité ejecutivo en el que se ha votado por unanimidad rechazar «cualquier tipo de modificación, por pequeña que sea» a la reforma laboral pactada, según confirman a Economía Digital en fuentes de la organización.
El consenso dentro de la patronal de no realizar ningún tipo de cesión a los aliados nacionalistas del Gobierno (ERC, Bildu y PNV) es tal que en la cúpula de CEOE se advierte ya de que en caso de que el Gobierno acabe sucumbiendo a las presiones de sus socios y modifique la reforma laboral, la organización abandonará el diálogo social.
El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, ha venido defendiendo en las últimas semanas desde la firma el acuerdo de la reforma laboral por aportar «estabilidad, seguridad jurídica, buen clima, distensión y una imagen impecable frente a las instituciones europeas», pero también ha deslizado la advertencia de que si hay cambios del texto en la tramitación parlamentaria se resquebrajaría el diálogo social.
La reelección de Garamendi y las patronales díscolas
La posible modificación o mantenimiento del texto del pacto de la reforma laboral acordado por Gobierno, patronal y sindicatos trasciende más allá de la repercusión en el mercado laboral y podría tener implicaciones también en el seno de la patronal, según apuntan algunas fuentes a este medio.
Y es que la patronal llevará a cabo este año el proceso de elecciones para la elección o renovación de su presiente, cargo que ocupa Antonio Garamendi, quien está previsto que repita en el puesto, y el asunto de la reforma laboral puede ser determinante en este proceso en función de cómo se desencadene la tramitación de la reforma laboral.
Cabe recordar que el comité ejecutivo de CEOE validó el pasado 23 de septiembre por unanimidad las líneas generales del último borrador, si bien algunas de las principales patronales que forman parte de la organización, como la catalana Foment del Treball, la madrileña CEIM y otras de calado en sectores como el motor (Anfac), en agricultura Asaja o COAG, se abstuvieron ante sus reticencias a la norma.
La lectura que realizan algunos miembros de la patronal es que Garamendi se estaría jugando en parte su credibilidad a nivel interno con la tramitación parlamentaria de la reforma laboral, ya que tras tranquilizar a los empresarios asegurando que se aprobaría sin una comba cambiada, de llevarse a cabo finalmente modificaciones los críticos tendrían aún más argumento en contra de la norma.
Con todo, fuentes presentes en la junta directiva de la CEOE aseguran a Economía Digital que el clima ha sido «tranquilo» y todas las organizaciones han cerrado por ahora filas en torno a Garamendi en defensa de la postura de no realizar retoque alguno al texto de la reforma laboral. «Si se realiza cualquier tipo de cambio, exigiremos cuentas al Gobierno y también en nuestra casa», avisan desde alguna de las organizaciones más contrarias a la norma.
Negociaciones: PSOE y Podemos
Entre tanto, las negociaciones de cara a la tramitación del Real Decreto-ley que recoge el acuerdo tripartito para reformar estructuralmente el mercado laboral se suceden en torno a dos posturas distintas que determinarán el devenir de la reforma: dejar la reforma intacta o introducir modificaciones como reclaman los aliados nacionalistas del Gobierno (ERC, PNV, Bildu y BNG).
De un lado, el PSOE se alinea con los sindicatos y especialmente con la patronal CEOE al mantener su postura de que no se modifique «ni una coma» del texto, máxime tras haber logrado la validación de Bruselas a la reforma, según le trasladaron desde la Comisión Europea a la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, en su viaje a la reunión del Eurogrupo.
El portavoz del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez, lleva días manteniendo conversaciones con miembros de los distintos partidos para intentar recabar los apoyos y que la reforma laboral pueda obtener el respaldo el próximo 3 de febrero. El Gobierno prefiere sacar adelante la norma como habitualmente con sus socios de investidura, a los que presionan para que abracen la reforma tal cual está, pero los socialistas se niegan a que haya cambios en el texto como reclaman, por lo que han explorado la vía de sumar a Ciudadanos (10 diputados), más los seis del PNV y los cuatro del PDeCAT.
Entre tanto, en el ala gubernamental de Unidas Podemos rechazan la vía Cs y priorizan el repetir un nuevo acuerdo con sus socios de investidura (ERC; PNV y Bildu), lo que conllevaría casi seguro cambios en la norma. Con todo, Yolanda Díaz negocia con el PNV un cambio en el Estatuto de los Trabajadores para aclarar la prevalencia de los convenios autonómicos sobre el estatal en los casos en los que ofrezca mejoras. El resultado final de la negociación se dilucidará el próximo 3 de abril en la votación de la convalidación del decreto.