UGT llama a las empresas a negociar la ley de teletrabajo tras el fin de las mascarillas
Los sindicatos piden evaluar modelos de trabajo una vez superada la fase de la "excepción Covid" en que el teletrabajo ha perdido su sentido de prevención sanitaria
Desde este pasado miércoles, la mascarilla ha dejado de ser un atuendo obligatorio en espacios interiores, lo que ha provocado un debate interno en cada empresa a la hora de afrontar esta nueva realidad. Para UGT, la eliminación de esta medida evidencia que el teletrabajo, como forma de evitar la transmisión comunitaria del coronavirus, «ha perdido su sentido sanitario«, por lo que «ya no existen excusas» para que las empresas, de inmediato, comiencen a negociar colectivamente los modelos de teletrabajo aplicables.
De esta manera, el sindicato de Pepe Álvarez ha llamado este mismo jueves a las empresas a sentarse en la mesa para debatir en los convenios este tema en cuestión con el fin de cumplir con la ley de teletrabajo pues, con la promulgación del real decreto que acaba con las mascarillas, se ha producido “el fin de la denominada excepción Covid”, que permitía a las empresas evitar negociar las condiciones de teletrabajo alegando “medidas de contención sanitaria”.
La ley de la que habla UGT, tal y como ha explicado a través de un comunicado, se trata de la disposición transitoria tercera de la ley del teletrabajo, publicada en septiembre de 2020 y avalada en el Congreso en el verano de 2021, que permitía a las empresas evitar negociar las condiciones de teletrabajo alegando «medidas de contención sanitaria».
Ahora, las empresas no poseen ese argumento por lo que la organización sindical ha pedido negociar el tiempo y horarios de teletrabajo, el derecho a la desconexión, su encaje dentro de la una conciliación responsable, la regulación de los conceptos básicos de voluntariedad, reversibilidad, igualdad de trato y prevención de riesgos laborales y la formalización del imprescindible contrato individual de teletrabajo, además de las obligaciones que ya existen desde otoño de 2020, como son la dotación de medios, equipos y herramientas que exige el desarrollo del trabajo a distancia.
Por otro lado, CCOO ha incidido en que las medidas preventivas que se decida adoptar en las empresas debe ser en función de la evaluación del riesgo en cada centro y en cada puesto de trabajo, siendo las mascarillas solo una una de ellas, pero no hay que olvidar el resto, como las de carácter organizativo, caso del teletrabajo; o de protección colectiva, como la ventilación o el uso de geles.
Garamendi apuesta por evaluar cada empresa por separado
Cada empresa puede decidir si adopta o no esta medida y cómo la aplica. Por su parte, el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, criticó este miércoles que las empresas tengan que cargar con la responsabilidad por los contagios por Covid-19 que puedan sufrir entre sus trabajadores tras haberse retirado el uso obligatorio de las mascarillas en los lugares de trabajo, así como que recaiga en cada compañía la decisión de retirar o mantener el uso de esta prenda.
Es por ello que Garamendi ha abogado por estudiar cada caso y vigilar ya no el comportamiento de cada empresa, sino también el de cada trabajador para después evaluar los riesgos. «Estamos evaluándolo. Efectivamente, depende de en qué sitios, en qué empresas y en qué centros. Hay que estudiarlo de una manera o de otra», reflexionó en el marco del encuentro ‘Somos Futuro’ organizado por el diario ‘Las Provincias’