Los usuarios de Twitter han dado un revolcón a los eurodiputados españoles que este miércoles votaron en contra de una propuesta que implicaba que sus viajes en avión fuesen en clase turista y no en primera como hasta ahora. Esta enmienda se rechazó en el europarlamento por 402 votos en contra, 216 a favor y 56 abstenciones.
Con dicha decisión, los miembros del Parlamento Europeo rechazaron aplicarse a sí mismos medidas de austeridad similares a las que han aprobado varios países miembros para sus funcionarios o pensionistas. Los eurodiputados también se negaron a congelar sus salarios en 2012.
De los 42 eurodiputados españoles que participaron en la votación, tan solo cuatro se mostraron dispuestos a renunciar a sus vuelos ‘business’, tres catalanes: Raül Romeva de ICV; el convergente Ramon Tremosa y el de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, y una mallorquina, la popular Rosa Estaràs.
Los mayoritarios en contra
El resto (16 parlamentarios del PP otros 18 del PSOE, incluidos sus jefes de fila, Jaime Mayor Oreja y Juan Fernando López Aguilar, respectivamente) se han opuesto a esta enmienda. También se opuso el eurodiputado de UPyD Francisco Sosa Wagner, al que su partido ya ha rectificado.
Internet hizo de altavoz del malestar de los ciudadanos ante la decisión de sus representantes europeos. Los usuarios de la red social Twitter crearon una etiqueta denominada #eurodiputados caraduras. Los mensajes convirtieron el tema en el más comentado en la red en España.
Al final los políticos se han sentido concernidos ante semejante bronca de la ciudadanía. Elena Valenciano, vicecoordinadora y portavoz del Comité Electoral del PSOE, se encargó de contestar a través de su cuenta de Twitter a aquellos usuarios que increpaban a los socialistas tras su posición. Y tras la presión ejercida durante horas en la red, Valenciano anunciaba que tras hablar con los eurodiputados socialistas estos iban a modificar su voto. Valenciano ha explicado que el error se debió a que la enmienda «estaba mal planteada, en el contexto de un informe no vinculante». Finalmente, los eurodiputados socialistas españoles han rectificado su voto y lo han convertido en una abstención.
También fue derrotada una propuesta para «evitar, durante los días en que se efectúen los desplazamientos, la acumulación de las dietas diarias y la dieta de tiempo». La misma suerte corrieron sendas enmiendas que resaltaban que «el ahorro en el Parlamento debe empezar por sus propios miembros» y por ello llamaban a congelar en 2012 sus dietas y sus salarios.