Trucos para mejorar la eficiencia energética en casa
Las viviendas con una calificación energética A, B o C son los más eficientes energéticamente
Entre las principales preocupaciones de los españoles, se encuentra afrontar la factura de la luz este invierno, según reflejaron los datos de un estudio elaborado por la aseguradora AXA. En concreto, un 71% expresó su desasosiego por este asunto. No obstante, esta cifra escaló hasta el 79% en el caso de los consumidores que se mostraron convencidos de que este invierno iban a utilizar menos la calefacción. Precisamente, un factor clave a la hora de ahorrar en los recibos correspondientes a los suministros de la vivienda es la eficiencia energética.
«La calificación energética de una vivienda es la que indica la eficiencia de la misma en lo que a consumo de energía se refiere», destaca en su blog la entidad financiera BBVA. Un valor que se puede comprobar mediante el certificado de eficiencia energética, que atribuye a la vivienda una calificación que puede oscilar entre la A, que representa el mayor grado, hasta la G, el grado más bajo.
De esta manera, los inmuebles con una calificación energética A, B o C son los más eficientes, ya que consumen menos energía que la media de casas y pisos. Sin embargo, las viviendas con una calificación energética D, E, F o G, efectúan un consumo más elevado y, consecuentemente, requiere de la puesta en marcha de distintas medidas para recortarlo.
¿Cómo mejorar la eficiencia energética?
Una de las acciones que se pueden llevar a cabo es el aislamiento del hogar, ya que puede comportar pérdidas de energía considerables. Por ello, es aconsejable revisar las puertas y ventanas para detectar espacios por los que pueda estar escapando el aire. Pues, según remarca el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), entre el 25% y el 30% de las necesidades de calefacción de un hogar se deben a pérdidas de calor que se originan en las ventanas.
También es fundamental el sistema de calefacción empleado, pero sobre todo elegir un dispositivo que sea eficiente energéticamente. En esta línea, es aconsejable instalar mecanismos de regulación, como termostatos programables, que permitan ajustar la temperatura a lo largo del día.
Sin embargo, una de las medidas que contribuyen de forma más significativa a lograr una vivienda eficiente es la compra de electrodomésticos eficientes. Los dispositivos con la etiqueta A+, A++ o A+++ son los que garantizan un mayor ahorro en el consumo de energía.
Conviene poner especial atención en los electrodomésticos que producen mucho calor, como los secadores o las planchas para el pelo. Pues, en el caso de estos aparatos, no solo se recomienda elegir los modelos más eficientes sino también optimizar su uso.
Asimismo, es necesario controlar el consumo en dispositivos como la televisión o el ordenador, conectados a la corriente eléctrica. El motivo es evitar el consumo fantasma, que es aquel que producen los aparatos eléctricos cuando están enchufados, aunque no se estén utilizando.