La pandemia descompone la España de los bares
Más del 15% de la restauración sigue cerrada y marcas como Coca-Cola o Cruzcampo contabilizan pérdidas por centenares de millones
Más de tres meses después de que el Gobierno permitiera a bares y restaurantes volver a abrir después del estado de alarma, más del 15% de los establecimientos sigue cerrado. La herida del coronavirus fue especialmente profunda en el sector y todavía quedan 43.000 locales con las persianas bajadas; un desplome de la actividad especialmente abrupto en los archipiélagos, que golpeó al empleo y dejó tiritando a marcas como Coca-Cola o Cruzcampo.
Una encuesta de la Federación Española de Empresas de Distribución a Hostelería y Restauración (Fedishoreca) señala que en julio el 16% de los establecimientos no había retomado la actividad. Como el sondeo se hizo antes de la oleada de rebrotes, la organización teme que el porcentaje podría incluso crecer durante el mes de agosto, más teniendo en cuenta las restricciones al turismo: desde la cuarentena obligatoria del Reino Unido a las recomendaciones de países como Francia o Alemania.
Por territorios. Más del 25% de los locales de Baleares no ha vuelto a abrir tras el levantamiento del estado de alarma. En Benidorm, la caída de la actividad asciende al 40% y en ciudades andaluzas como Cádiz, Sevilla y Málaga, hay zonas con un descenso de hasta el 50%.
La patronal calcula que en 2020 cerrarán unos 65.000 bares en España
Con el abanico de datos, la patronal Hostelería de España es incluso más pesimista. Da por perdidos ya 40.000 negocios y, según los cálculos realizados a finales del mes de julio. la factura de cierres alcanzará los 65.000 establecimientos a final de año.
La bajada del sector viene de la mano de una rebaja del empleo. Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), entre abril y junio había 400.000 empleados menos que en los mismos meses de 2019, pues pasaron de 1,8 millones a 1,4 millones. Y la incertidumbre es todavía mayor: como explicó Economía Digital, siete de cada diez trabajadores del sector teme perder su puesto por el impacto de la pandemia.
El cierre de la hostelería y las grandes marcas
Detrás de la hostelería están los grandes productores que llenan las neveras de los establecimientos. Íntimamente ligados a bares y restaurantes, los principales elaboradores de cerveza y la icónica Coca-Cola comienzan a dar datos de lo que ha supuesto la pandemia para sus ventas.
La embotelladora europea del popular refresco americano salió a la palestra la pasada semana para poner números al desplome, que en España dobla al del resto de Europa. En el segundo trimestre los ingresos descendieron el 48% frente al recorte del 25% de la facturación en Francia, el segundo mercado que sale peor parado.
Heineken avisa que la caída de las ventas en España dobló la de Italia y el Reino Unido
«Los volúmenes cayeron por la debilidad del turismo y la exposición al canal de bares y restaurantes, particularmente en España”, admite la firma presidida por Sol Daurella. La pérdida de prácticamente de la mitad de los ingresos es casi total en el canal Horeca. Un claro ejemplo es que los productos embotellados en cristal –los más vendidos en bares— perdieron el 85% de sus ventas entre abril y junio.
También salió trasquilada la cerveza. Según informó Damm a finales de julio, las filiales dedicadas a la distribución de bebidas y alimentos secos a bares perdieron casi el 100% de la facturación durante los tres meses del estado de alarma. No solo eso, el golpe también se notó a través de los distintos distribuidores con los que la cervecera trabaja «y que suponen un 50% de las ventas totales de cerveza y agua mineral».
También admitió el descenso Heineken –el grupo que en España comercializa marcas como Cruzcampo y Amstel–. En la primera mitad del año, el descenso de los ingresos fue del 20% por la caída del 40% de la hostelería. Otra vez, la Península Ibérica volvió a ser el patito feo del negocio: en Reino Unido e Italia, el recorte rondó el 10%.