¿Trenes demasiado anchos? Problemas en el Metro de Barcelona
Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) podría haber retirado elementos de las vías para garantizar la circulación de los nuevos trenes
El escándalo con los trenes que ha tenido lugar en Cantabria y Asturias podría replicarse en Barcelona, después de que haya salido a la luz que Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) podría haber retirado distintos elementos de las vías para que los nuevos modelos puedan circular sin rozar las paredes de los túneles que conforman la red de la ciudad condal.
Se trata de los nuevos trenes accesibles para las líneas 1 y 3 de metro que, según las previsiones de la empresa gestora de bus y metro del transporte público del área metropolitana de Barcelona, debían comenzar a operar en 2022. Tras contratar a través de concurso público el suministro de 50 trenes a la compañía Alstom, que cuenta con una fábrica en el municipio barcelonés de Santa Perpètua de Mogoda, se esperaba contar con 42 unidades entre verano de 2021 y noviembre de 2022 y recibir las ocho unidades restantes en 2023.
Retirada de elementos de las vías
Sin embargo, finalmente, estas previsiones han quedado en papel mojado. Si bien el retraso en la puesta en marcha de los trenes se ha atribuido a problemas en la cadena de suministro de los materiales, el motivo de peso podría ser otro: los nuevos modelos pasan demasiado cerca de las paredes de los túneles. Por ello, para garantizar la circulación, TMB habría retirado distintos elementos de las vías, tal y como recoge el diario Tot Barcelona.
Y es que, según han apuntado fuentes internas de los trabajadores al diario de la capital catalana, a lo largo de los primeros meses de prueba, los trenes destrozaron algunos tramos del cableado y escaleras de servicio. Asimismo, también causaron incidencias los retrovisores y los estribos de los nuevos modelos que, en algunos momentos, podrían haber llegado a tocar los muros de los túneles, según las mismas fuentes.
Por su parte, TMB ha negado a ECONOMÍA DIGITAL que los trenes sean más amplios y ha recordado que tienen las mismas medidas que los que ya están circulando tanto en la L1 como en la L3. Asimismo, ha aseverado que no se ha retirado ningún elemento de las vías para que circulen y que estos modelos ya están circulando sin problema por las noches en el marco de la fase de pruebas, que ya está finalizando. Con todo, ha avanzado que los nuevos modelos comenzarán a dar servicio de forma inminente, concretamente, durante los primeros quince días de este mes de marzo.
Escándalo en Cantabria y Asturias
La polémica por los trenes en Cantabria y Asturias se desató a principios de febrero, cuando se difundió que la fabricación de los 31 trenes de ancho métrico adjudicados por Renfe a CAF en 2020, para renovar la flota que presta servicio de Cercanías y Media Distancia en Asturias, Cantabria, País Vasco, Galicia, Castilla y León y Murcia, se iba a demorar por un problema en su diseño.
La contratación de los trenes por parte de Renfe en 2020 se hizo con medidas erróneas para los túneles de la red de ancho métrico. Cuando se detectó el problema y comenzó la búsqueda de soluciones, se rechazó aplicar los gálibos estándar. Pues, de ser así, se construirían trenes con unas dimensiones inferiores a las de los actuales y, consecuentemente, demasiado reducidos para las prestaciones que se demandan.
Finalmente, se optó por el denominado “método comparativo”, recogido en la norma europea EN 15273, que consiste en la utilización como base un tren que actualmente circula por las líneas de ancho métrico como referencia. Aunque el uso de este método en España ya era compatible con la vigente orden ministerial (OM) de 2015 por la que se aprueba la «Instrucción ferroviaria de gálibos» (IFG), el Ministerio modificó su texto para incluir de manera explícita la referencia a dicha norma europea.
Por su parte, el ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) aclaró que el error no conllevó el desembolso de ningún gasto público, sino únicamente un rediseño y un retraso en la fabricación de los modelos. «Ningún tren se había fabricado aún y tampoco se ha producido ni incurrido en ningún gasto público por esta situación», insistió.
Sin embargo, el presidente de Cantabria criticó que la adjudicación se hubiera llevado a cabo «sin medir los trenes ni los túneles». Asimismo, reprochó: «durante dos años y pico lo sabían y no han dicho nada». En esta línea, su homólogo asturiano calificó la situación de «un escándalo que no admite otro calificativo que bochorno y vergüenza».