Todó limpia CatalunyaCaixa para Botín
La última caja catalana pierde 1.300 millones de euros en un año por al provisionar la mitad de los 3.000 millones requeridos para limpiar el balance. El Frob da luz verde al presidente de la entidad para que negocie la venta con 'otro grupo bancario'
El tocho ha arrastrado los resultados de CatalunyaCaixa que en 2011 ha perdido 1.300 millones. El colchón que se ha muñido contra los activos tóxicos que pululan en los libros de la última caja catalana se ha llevado 1.500 millones. La entidad ha avanzado la mitad de los requerimientos exigidos por el gobierno para el saneamiento del sector financiero. Las reservas de la entidad siguen en los 7.000 millones.
El golpe en la cuenta de resultados ha sido contundente, pero la entidad da por emergido buena parte de su ladrillo y el consejo de administración ha autorizado al actual presidente, Adolf Todó, para que negocie la venta de la entidad «a otro grupo bancario». Los contactos con el Santander y, concretamente con Emilio Botín, se han acentuado en las últimas semanas.
Antoni Serra Ramoneda –inmerso en la presentación de su último libro sobre los errores de las cajas– y, más tarde, Narcís Serra activaron y consagraron la entrega de créditos a los promotores inmobiliarios y que ahora se han girado en contra de Todó. El 90% de las operaciones dudosas se arrastran desde antes de la fusión de la antigua Caixa de Catalunya, que aportó buena parte del tocho dudoso, con Tarragona y Manresa.
El pretendiente
El actual presidente ha decidido sanear la caja contra resultados como paso previo a su venta. CatalunyaCaixa está tomada al 90% por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) y Botín es el más interesado en tomar ese porcentaje, aunque Bankia también ha amagado con la puja.
Una vez saneada, el atractivo de la marca radica en su cuota de mercado. Prácticamente una cuarta parte de los catalanes con ingresos periódicos tienen algún producto contratado con CatalunyaCaixa, que en total friega el millón de clientes.
Margen financiero
De este modo, el negocio propiamente financiero arroja un margen de 300 millones al crecer poco más del 20%. Los intereses que rinden la actividad crediticia –principalmente– y las comisiones facturadas a clientes generaron 835 millones. La cartera creció en 140.000 clientes, de los que 16.000 fueron de banca privada.
El año pasado, CatalunyaCaixa redujo el número de oficinas un 30% y recortó una cuarta parte de la plantilla, de modo que los gastos de explotación se contrajeron el 9,1%, según los datos difundidos este viernes tras el consejo de administración.