Teresa Ribera pide a la Unión Europea que financie el gasoducto Midcat entre España y Francia
El Midcat es un proyecto iniciado a principios de los 2000 para duplicar la capacidad de transportar gas entre España y Francia través de la frontera de los Pirineos, pero fue interrumpido por los altos costes de la infraestructura y las alternativas ya existentes
La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha dicho que el gasoducto Midcat que une España y Francia debe estar financiado como proyecto europeo, ya que serviría para garantizar el suministro de países vecinos y transportar en el futuro gas natural mezclado con gases renovables y, posteriormente, hidrógeno verde.
Asimismo, la ministra ha recordado que España cuenta con un tercio de la capacidad de regasificación de Europa y los consumidores de gas españoles pagan por esa seguridad de suministro a través de lo que abonan en sus facturas de gas para financiar esas instalaciones.
Ribera ha añadido que es verdad que tiene sentido que esa capacidad tan grande de regasificación de España pueda ser también beneficiosa para la seguridad del suministro de los vecinos europeos, por lo que el coste de la interconexión de gas tendría que tener un «reflejo adecuado a nivel europeo».
Además, ha explicado que la interconexión es una infraestructura que debería durar muchos años y tiene que estar preparada para ser viable en el tiempo, de forma que, si empieza a estar operativa de aquí a cinco o seis años, «primero no debe acabar en un callejón sin salida», para lo que es importante que tenga una conexión adecuada con Francia.
También ha dicho que esa infraestructura debe responder a requerimientos técnicos y de seguridad para transportar en el futuro gas natural mezclado con biometano u otros gases renovables y, posteriormente, hidrógeno verde. En este sentido, ha indicado que la posición de España ha sido siempre la misma, que se dieran todos los requisitos mencionados, al tiempo que ha manifestado respecto a la interconexión que «es importante invertir en resiliencia y en una política energética en Europa que cuente con esas complementariedades de forma inteligente».
La crisis energética provocada por la invasión rusa de Ucrania está cogiendo al Gobierno con el pie cambiado. Insiste en reclamar a la Unión Europea que desvincule el precio de la luz del del gas para frenar la escalada de precios, pero es una reivindicación previa, y mientras tanto, las empresas le piden medidas y apuestas concretas. A una de ellas, el nuevo gasoducto con Francia, se ha sumado al fin Teresa Ribera, pero con recado para el Elíseo.
El gobierno portugués pidió la pasada semana a España que incremente la capacidad de intercambio de gas con Francia, y empresarios, como el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, se han sumado a la reivindicación y este mismo miércoles mandaron una carta a Pedro Sánchez para que apueste por el nuevo gasoducto Midcat.
Midcat, un proyecto fallido
El Midcat es un proyecto iniciado a principios de los 2000, cifrado en una inversión de 3.000 millones de euros y cuyo objetivo era duplicar la capacidad de transportar gas entre España y Francia través de la frontera de los Pirineos, por Girona. Sin embargo, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y su homóloga energética francesa, la Commission de régulation de l’énergie (CRE) decidieron en 2019 parar el proyecto por los altos costes de la infraestructura y las alternativas ya existentes.