Las tarjetas de crédito dejarán de ser como siempre: así cambiarán en los próximos años
Una tecnología asociada al pago con las tarjeta de crédito y débito estará obsoleta en la próxima década
Las tarjetas de crédito y débito han dado el gran salto adelante con la pandemia, cuando por las restricciones se presentaron como el mejor método de pago para evitar el contacto entre personas; impulsado sobre todo por la tecnología contactless.
Aunque el dinero en efectivo seguirá como método de pago habitual por mucho tiempo más, su uso se ha reducido notablemente, al punto que muchas personas prefieren llevar pequeños tarjeteros en vez de las clásicas carteras con algunos billetes esperando ser usados.
El uso de las tarjetas no se limita a las unidades de plástico, sino que también ha ganado mucha popularidad las tarjetas virtuales, que permite pagar con el móvil en un instante casi imperceptible.
Para verificar que una tarjeta no sea robada el comerciante tenía un listado en papel con los números de las que habían sido sustraídas
Cómo se pagaba con las primeras tarjetas de crédito
Las primeras tarjetas, como las de Diners Club, tenían impresas el nombre del usuario y una clave numérica en relieve, que cuando se pasaba por la validadora manual (que tenía un rodillo) imprimía los datos personales en un pequeño formulario con papel carbónico.
La seguridad por aquel entonces daría risa en el siglo XXI: el comerciante tenía un listado en papel donde estaban apuntadas las tarjetas robadas y tenía que verificar que no haya problemas. En caso de que la compra sea superior a las 10.000 pesetas, debía llamar a la entidad emisora para autorizarla.
En los años ’60, pero popularizadas en los ’80, llegaron las tarjetas con banda magnética, que al pasar por el datáfono eliminó aquel arcaico mecanismo de impresión.
Adiós a la banda magnética
Pues si bien la banda magnética también ha estado en continuo retroceso desde los últimos años, se espera que para el 2033 ya no haya ninguna tarjeta de crédito o débito en el mercado con ese sistema.
Eso implicará que los datáfonos estándar quedarán obsoletos; porque todas las tarjetas usarán un microchip similar al actual, que además de otorgar una mayor seguridad también permiten agilizar los pagos.
Este destierro de la banda magnética ha sido posible gracias al acuerdo de estándar global EMV, que se suscribió entre los tres grandes operadores de tarjetas de crédito del mundo, que son Mastercard, Visa y Europay.
Cabría ver si este salto tecnológico también será aplicado por las tarjetas de fidelización de clientes que ofrecen grandes superficies y cadenas comerciales para financiar las compras de sus clientes, como Alcampo, Fnac o El Corte Inglés.