Los grandes bancos acaban con las tarjetas de crédito gratuitas
Las tarjetas de crédito sin coste van asociadas a las cuentas nómina, cuyas condiciones están cambiando en secreto
Antes de contratar una o más tarjetas, los consumidores suelen fijarse en aspectos como las comisiones de emisión o de mantenimiento o, en el caso de las tarjetas de crédito, el tipo de interés aplicado sobre las compras aplazadas. Sin embargo, pocos usuarios leen detenidamente las condiciones de vinculación, por lo que no es extraño que en ocasiones tengan que abonar gastos inesperados por incumplir ciertos requisitos.
Lo primero que se debe saber sobre los requisitos de vinculación de las tarjetas es que la gran mayoría de ellas están asociadas a una cuenta bancaria, que por lo general es una cuenta nómina. En estos casos, el titular debe domiciliar unos ingresos mínimos para evitar el cobro de las comisiones de la propia cuenta, pero al cumplir esta condición también consigue, en muchas ocasiones, que no se le cobren las cuotas de emisión y de mantenimiento de las tarjetas.
¿Cuándo pueden cambiar las condiciones?
Por tanto, cuando el titular de la cuenta deja de percibir los ingresos mínimos exigidos, la entidad puede cobrarle automáticamente las comisiones que correspondan, incluidas las cuotas de mantenimiento de las tarjetas de débito y de crédito asociadas. Por ello antes de contratar, siempre hay que leer atentamente las condiciones de vinculación de la cuenta asociada.
También es habitual que, para evitar las cuotas anuales, la entidad exija realizar un mínimo de operaciones al trimestre, al semestre o al año. También gastar una cantidad de dinero determinada en esos mismos períodos de tiempo. La penalización por no cumplir ambas condiciones es exactamente la misma que en el caso anterior: el cobro de la cuota de mantenimiento de la tarjeta de débito o de crédito, que puede llegar a superar los 40 euros en algunas ocasiones.
¿Qué tarjetas hay sin necesidad de vinculación?
Sin embargo, no todas las tarjetas del mercado tienen requisitos de vinculación. Por ejemplo, actualmente hay varias que se pueden contratar sin tener que cambiar de banco, es decir, sin necesidad de abrir una cuenta en la entidad emisora. En estos casos, no es necesario domiciliar unos ingresos mínimos cada mes o realizar unas operaciones para poder disfrutar de las condiciones, lo que supone una gran ventaja respecto a las tarjetas de crédito emitidas por la banca convencional.
Estas tarjetas sin vinculación las ofrecen, sobre todo, las divisiones de crédito al consumo que pertenecen a los bancos considerados medianos, es decir, los que están fuera del top 6 (Caixabank, Banco Santander, BBVA, Banc Sabadell, Banco Popular y Bankia).
Entre los producto más destacados se encuentran, por ejemplo, la Visa Clásica de EVO Finance (Grupo EVO Banco) o la Oro de Bankintercard (Grupo Bankinter), que no tienen cuotas de emisión, de mantenimiento ni de renovación y se pueden contratar sin necesidad de abrir una cuenta.