Suministro mínimo vital: las condiciones para evitar un corte de luz
El Gobierno prepara una ayuda económica para que las familias más vulnerables puedan pagar el recibo de la luz durante la crisis energética
El precio de la luz continúa batiendo récords históricos cada semana. El coste es ya un 25% mayor en comparación con lo que pagaron los consumidores en 2020.
La situación no va a mejorar a corto y medio plazo. Los precios de la electricidad y el gas continuarán al alza al menos hasta la primavera de 2022, momento en el que se espera que empiecen a reducirse.
Pero hasta entonces los consumidores tendrán que hacer frente a una factura cada vez más abultada, que para colmo está provocando una pérdida de poder adquisitivo en la población.
Como no se espera que los mercados reduzcan el precio hasta el año que viene, el Gobierno ya ha puesto en marcha algunas medidas para reducir el impacto de la factura en los bolsillos.
Detraer los beneficios extraordinarios de las eléctricas, bajar el impuesto de la electricidad y crear un nuevo modelo de fijación de precios son algunos de los puntos clave de esta reforma.
La previsión es que el recibo se reduzca hasta un 30% al entrar en vigor dichas medidas, lo que supone un alivio para todos aquellos que han tenido que hacer frente a facturas demasiado abultadas.
El Gobierno también ha aprobado una medida que se dirige directamente a los consumidores más vulnerables; se trata del suministro mínimo vital.
Esta ayuda consiste en la prohibición total del corte del suministro a las personas que se considere que están en riesgo de exclusión social.
Además, los consumidores que no sean considerados en riesgo de exclusión social pero que también estén en situación vulnerable tendrán esta protección durante 4 meses.
La ayuda tendrá un medio año extra cuando transcurran estos 4 meses. En estos casos el suministro se tendrá que mantener con un mínimo de 3,5 kW de potencia aunque haya impagos.
Pero para acceder al suministro mínimo vital es necesario cumplir una serie de requisitos, tanto para los que se consideran consumidores en riesgo severo como para los que no.
Requisitos para pedir el suministro mínimo vital
Las exigencias para acceder el suministro mínimo vital son las mismas que se piden para solicitar el bono social, que permite hasta un 40% de ahorro en la factura.
Los consumidores vulnerables severos deben cumplir los siguientes requisitos:
- Percibir como máximo una renta superior al 50% de lo que se establece para considerar a un consumidor vulnerable. Para ello se tiene en cuenta el IRPEM, que es de 11.862,90 euros anuales.
- Si se trata de una familia numerosa el límite es de 15.817,20 euros anuales.
- Si el consumidor percibe una pensión mínima y no cuenta con otros ingresos que sean mayores a 500 euros al año, la renta límite es de 7.908,60 euros anuales en 14 pagas.
De este modo, las personas que cumplan con dichos requisitos no podrán tener cortes en el suministro aunque haya impago.
Se considera consumidor vulnerable a los siguientes casos:
- Los pensionistas que cobran la cuantía mínima y hasta 500 euros de otros ingresos.
- Las familias numerosas, sin otros requisitos.
- Las familias sin menores de edad pero que no poseen una renta que sea 1,5 veces superior a 11.862,90 euros al año en 14 pagas.
- Las familias con un menor de edad y que reciben una renta de como máximo 15.817,20 euros al año en 14 pagas.
- Las familias con dos menores de edad que no alcancen los 19.771,50 euros anuales en 14 pagas.
Es importante aclarar que un consumidor en riesgo de exclusión social ha de cumplir con las exigencias que se piden para ser vulnerable severo, y además estar siendo atendido por los servicios sociales de una Administración.
En estos casos, la Administración que corresponde debe hacerse cargo del 50% del importe de la factura, y si aun así no es posible pagarla se prohíbe el corte de suministro.
Noticia original: Business Insider
Autor: Enrique Fernández