La subida de precios pone al límite las expectativas de ahorro de los españoles
El 66% de los consumidores da por hecho que los precios seguirán al alza y un 79% cree que no podrá aumentar sus ahorros
La incipiente recuperación económica en España iniciada el pasado mes de marzo se ha topado con un factor no tan esperado, el de la inflación, y es que el aumento de los precios en España no da tregua y acumula ocho meses consecutivos de subida, hasta el 3,3% en agosto, en buena medida influenciado por el encarecimiento del precio de la electricidad.
Este repunte e los precios está afectando ya al bolsillo de los españoles, con una mayor incidencia en aquellos sectores en los que se ha producido una menor subida salarial, como el de las actividades sanitarias, financieras, inmobiliarias, del trabajo doméstico y los agricultores son los más afectados.
Junto a la pérdida de poder adquisitivo, el repunte de los precios y el encarecimiento de la luz hasta máximos históricos (este miércoles alcanza el récord de 132,47 euros por MWh) está haciendo mella ya en las expectativas de ahorro de los consumidores ante las perspectivas de que la tendencia alcista de la inflación se perpetúe los próximos meses, tal y como cree que sucederá el 66% de los consumidores.
Caen las expectativas de ahorro
Según se desprende de los últimos datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la evolución de las expectativas en relación con los precios, los tipos de interés, las posibilidades de ahorro de los hogares y la compra de bienes duraderos muestra un «desarrollo coherente» con las pautas y los datos comentados hasta ahora sobre el ICC.
En términos mensuales, se observa un descenso en las expectativas de ahorro, que bajan 1,3 puntos, y también las expectativas sobre un futuro aumento de los tipos de interés, que se reducen 0,8 puntos respecto al mes anterior.
En detalle, la repercusión de la subida de los precios ha llevado a que una abrumadora mayoría (79%) de consumidores no vean posibilidades de aumentar su ahorro durante el próximo año (un 55% las ve iguales y un 24,1% menores), aunque todavía un 16,8% sí cree que puede llegar a aumentar su ahorro.
Esto incide de pleno en las posibilidades de adquisición de bienes duraderos (coches, muebles, electrodomésticos, ordenadores, etc. nunca viviendas, bienes inmuebles) durante el próximo año solo un 15,2% las ve mayores, mientras que un 63,1% iguales y un 17,4% menores.
Aumenta el temor a la inflación
Estas peores expectativas de ahorro se deben a los temores de inflación, que aumentan 1,5 puntos, en un contexto de alza de los precios en los últimos meses que ha llevado al IPC a alcanzar el 3,3% en el mes de agosto, su mayor nivel desde octubre de 2012, en medio de un repunte del precio de la electricidad hasta máximos históricos .
De hecho, un 66,8% de los consumidores cree que los precios crecerán durante el próximo año más que en el último año. Sin embargo, las expectativas de consumo se mantienen exactamente igual que en el mes de julio.
Con todo, la peor valoración de las expectativas económicas que tienen los españoles sobre la economía española, coincidiendo con la quinta ola de la pandemia de la Covid-19, ha lastrado la confianza de los consumidores en agosto, cuando se ha registrado la segunda caída en lo que va de año tras la bajada en julio.
Bajan por segundo mes las expectativas
El mes de agosto ha cerrado con un índice de confianza del consumidor (ICC) de 91,6 puntos, lo que supone una caída de 0,4 puntos respecto al dato del mes anterior, aunque sigue por encima de los resultados obtenidos desde agosto de 2019, según los datos del CIS.
Este descenso se debe a la peor valoración de las expectativas, que cae 5,1 puntos, hasta los 105,2 enteros, mientras que mejora 4,3. puntos la valoración que hacen los españoles sobre la situación actual, hasta los 77,9 puntos, su máximo desde el inicio de la pandemia.
En este contexto, tres cuartas partes de los consumidores no creen que vaya a mejorar la situación económica de su hogar en los próximos seis meses, puesto que el porcentaje que piensa que será igual (50,4%) o incluso peor (16,5%) supera ampliamente a de los que creen que sí mejorará (27,6%). No obstante, hace un año el porcentaje de españoles que creía que mejoraría si situación era menor, del 15,8%.