Spanair necesita otros 30 millones antes de final de año
VICISITUDES DE LA AEROLÍNEA CATALANA
El tiempo empieza a ser un elemento decisivo en el futuro inmediato de Spanair. La aerolínea catalana necesita obtener 30 millones de euros adicionales antes de concluir este año para garantizar su supervivencia. La ampliación de capital en curso en la compañía que preside Ferran Soriano resultará todavía insuficiente para mantener la operativa con el actual modelo de negocio basado en vuelos de corto y medio radio. La cifra ascenderá a 150 millones si los gestores del grupo parapúblico deciden entrar en el mercado de vuelos de largo radio, preferentemente hacia destinos suramericanos, una de las opciones que barajan.
Durante este ejercicio, Spanair intenta movilizar 100 millones de euros. La mitad de esa cifra llegará mediante una ampliación de capital comprometida en la que está previsto que participen ICF Equipaments (20 millones), Parc Logístic (10), Fira de Barcelona (10) y Avança (10). Una vez se completen las aportaciones de los cuatro nuevos socios, la firma tendrá acceso a un crédito de 50 millones de euros de La Caixa, que ha condicionado su participación en la financiación a que se cierre la ampliación. Los 30 o 150 millones, según cuál sea el modelo de negocio aéreo que se desarrolle en los próximos meses, son necesidades adicionales a las operaciones en curso, según explicaron fuentes empresariales a Economía Digital.
Ronda de financiación poco exitosa
Spanair no ha despertado hasta la fecha el interés de los inversores privados. Salvo los empresarios de Volcat (un grupo de industriales procedentes de Femcat con un fuerte componente nacionalista), ninguna gran empresa o inversor particular ha querido participar en el capital del grupo en esta nueva etapa como accionista de referencia.
Los esfuerzos de Soriano por vender las bondades del proyecto que lidera se han estrellado con una realidad de crisis económica y con las dudas que la aerolínea suscita en el mercado. La participación de Lufthansa como solución última en el futuro del proyecto sigue siendo la que se antoja más posible en un escenario de dificultades financieras. Spanair participa en la alianza aérea Star Alliance, que lidera Lufthansa. También negocia con otros tres competidores acuerdos que garanticen su continuidad.
Así, el accionariado se ha conformado inevitablemente alrededor del sector público. Aunque el actual Govern de la Generalitat mantiene una prudente distancia con los impulsores del proyecto, la participación del conseller de Economia i Finances, Antoni Castells, ha sido determinante para que la Administración catalana esté sosteniendo la aerolínea. Sin embargo, su participación ha suscitado no pocas tensiones, incluso en organismos de la Generalitat que no dependen de su consejería y que se han visto impelidos a participar en la ronda de financiación de Spanair.
Los impulsores pierden peso en el capital
Por si las dificultades financieras que se avecinan no fueran suficiente problema, la entrada de nuevos accionistas está diluyendo la importancia del grupo promotor en el conjunto del capital. Los empresarios de Volcat, que representan un porcentaje de la propiedad de un 20%, son sin embargo los que tienen mayor representación en el consejo de administración, donde comparten cargos con representantes de SAS, Turisme de Barcelona, Fira y Catalana d’Iniciatives, también socios de Spanair.
Las dificultades para acelerar la entrada de algunas empresas públicas en el capital guardan relación con la desproporción de la representatividad en el consejo de administración. “No puede ser que los empresarios de Volcat nos pidan el dinero, como si fuera una obligación, y se resistan después a que haya suficientes consejeros en representación de esos fondos públicos”, aseguran fuentes de la Generalitat conocedoras de los contactos mantenidos la última semana.
En mayo pasado, los accionistas de Spanair acordaron en su junta anual una reducción del capital social de 57 millones de euros para reequilibrar su balance asumiendo las pérdidas del ejercicio 2009. Como consecuencia de esa obligada actuación mercantil, el valor nominal de las acciones de la aerolínea ha pasado de 1 euro a 15 céntimos.