SMI de 1.082 euros: Yolanda Díaz ultima el salario mínimo más caro de Europa
La subida del Salario Mínimo Profesional hasta el 60% del salario medio se ensaña con las pymes y, sobre todo, con la hostelería
El Salario Mínimo Interprofesional (SMI) es el protagonista de la semana. Yolanda Díaz ha convocado este martes a sindicatos y patronales para pactar una nueva subida, convencida de que habrá acuerdo. El Gobierno todavía no tiene una propuesta formal, prefiere esperar a conocer las posturas de los agentes sociales, aseguran fuentes conocedoras del asunto a Economía Digital. Sin embargo, la ministra de Trabajo tiene clara su apuesta: un aumento de entre el 7% y el 8,2%, lo que supondría, en el caso más alto, elevar los sueldos hasta los 1.082 euros brutos mensuales en 14 pagas. De ser así, España se convertiría en el país de la Unión europea con el SMI más alto respecto a su sueldo medio. O lo que es lo mismo: tendría el más caro de Europa.
El incremento del SMI respecto a la media salarial alcanzaría el 60% en un momento en el que la economía todavía no ha recuperado el nivel del PIB prepandemia y no lo hará hasta 2024. Pero este es el objetivo que se ha marcado el Ejecutivo en este año con tres citas electorales y con el aval de la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, quien aseguró a finales de noviembre que este sería el compromiso del Gobierno de cara a 2023.
En 2022, según un informe de Adecco con datos de Eurostat y el Instituto Nacional de Estadística (INE), el SMI en España representaba el 57,1% del salario medio, solo por detrás de Eslovenia, que alcanza el 58,8%. De producirse el incremento hasta los 1.082 euros, o incluso hasta los 1.100 euros que reivindica UGT, pasaría a estar a la cabeza de Europa.
El recorte de distancias entre el SMI y el salario medio es la principal queja y mayor preocupación de los detractores de esta subida. Y es que los incrementos salariales deben ir relacionados con un aumento de la productividad, defienden los expertos, porque, de no ser así, se destruye empleo y no se genera riqueza. Así lo asegura el presidente del Círculo de Empresarios, Manuel Pérez-Sala, en declaraciones a Servimedia. Y la misma postura defienden las patronales, que ya en diciembre, antes de abandonar el diálogo social, aseguraron que era necesario que se llevara a cabo un incremento acompasado con este contexto» económico.
Aumento desproporcionado, sobre todo para las pymes
Sin embargo, el mercado laboral tendrá que hacer frente a este aumento desproporcionado. Al informe de Adecco se suma uno de Cepyme en el que se advierte que la subida hasta los 1.082 euros lo llevaría al 60% del salario medio y hasta el 62% en el caso de alcanzar los 1.100 euros. Y las consecuencias de ello las pagarán las pequeñas y medias empresas. La patronal avisa que será este colectivo el que tenga que cargar con este incremento ya que, al ser menos productivas, tienen un salario medio inferior al promedio nacional. Y España es un país formado principalmente por pymes.
Mientras el salario medio de los últimos cuatro trimestres ha sido de 1.517 euros en las empresas pequeñas, en las medianas ha alcanzado los 1.883 euros y en las grandes llega hasta los 2.093. “Esos datos hacen evidente que cualquier aumento del SMI tiene un impacto mucho mayor en las empresas más pequeñas. De hecho, el salario medio ha subido un 9,1% desde 2018 en las empresas pequeñas, casi el doble de lo que lo ha hecho en las grandes (+4,9%)”, avisa el informe.
Para las pequeñas empresas el SMI de 1.082 euros supondría el 70,7% del salario medio
Y en un plazo tan breve, las pymes no son capaces de incrementar la productividad media lo suficiente como para compensar el aumento de los costes laborales. Además, para las pequeñas empresas el SMI de 1.082 euros supondría el 70,7% del salario medio, mientras que para las grandes se quedaría en el 51%. El mayor impacto lo sufriría la hostelería, ya que esta cantidad es prácticamente el sueldo medio del sector. Según este documento, actualmente el SMI de España representa el 54,8% del sueldo medio.
Hasta 15 países por debajo del 45%
En hasta 15 países europeos esa relación es inferior al 45% -rango dentro del cual se encontraba España antes de los continuos aumentos del salario mínimo-, sin contar los seis países donde esta remuneración no existe (Austria, Italia, Suecia, Finlandia, Dinamarca y Chipre), según el documento de la patronal que preside Gerardo Cuerva . Entre ellos se cuentan los casos de Holanda (43,6%) y Alemania (41,8%). En Lituania, que es el país donde más creció el salario mínimo, el mismo equivale al 40,6% de la remuneración promedio.
Es cierto que España está lejos de los salario mínimos de otras potencias como Alemania, que se sitúa en los 2.000 euros; Países Bajos, que lo subió en 2022 hasta los 1.756,20 euros o Francia, que establece que cada vez que la inflación aumenta más de dos puntos se debe subir el SMI y actualmente está en los 1.679 euros al mes. Pero los sueldos medios en estos países superan los 1.751 euros brutos de media al mes que se gana en España, según el informe de Adecco con datos de 2021. Esta cifra está un 20,2% por debajo del sueldo medio ordinario bruto de los Veintisiete, en los que la media está en los 2.194 euros mensuales.