Los sindicatos amenazan con endurecer el diálogo social si no sube el SMI este año
Los sindicatos CCOO y UGT han vuelto a movilizarse y han redoblado la presión al Gobierno al amenazar con romper el diálogo social si no sube este año el Salario Mínimo
Los sindicatos CCOO y UGT han vuelto a movilizarse en las calles este jueves para exigir al Gobierno que suba ya el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y drogue la reforma laboral del año 2012, pero han redoblado la presión y han amenazado incluso con romper el diálogo social.
Así lo han dejado claro las organizaciones sindicales durante las nuevas movilizaciones llevadas a cabo este jueves en 20 ciudades de toda España bajo el lema ‘Ahora Sí Toca’, en la que han criticado que el Gobierno sigue manteniendo posiciones que impiden avances en ámbitos como la igualdad social y la distribución de riqueza amparándose en «inexistentes condicionamientos» europeos o bloqueos de la patronal.
En esta nueva jornada de protestas los sindicatos han ido un paso más allá y han redoblado la presión al amenazar al Gobierno con romper incluso el diálogo social si no se acomete la subida del SMI este mismo año. «Si continuamos con esta situación nos vamos a tener que replantear endurecer el diálogo social«, ha avisado el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, durante la concentración de delegados sindicales convocada frente al Banco de España en Madrid.
Exigen al Gobierno negociar subir el SMI a 1.100 euros al mes para 2023
Álvarez ha subrayado que el Ejecutivo «no puede pretender que las organizaciones sindicales se sienten a negociar sólo cuando él quiere», sino que «tiene que sentarse a negociar, a consultar con los agentes sociales y llegar a un acuerdo que vaya en la línea de esa senda que nos lleve al 60% del salario medio en 2023.
Esto supone 1.100 euros al mes, ha apuntado. «Solo si ese contexto de negociación se da, será posible mantener una situación de normalidad en la concertación social”, ha avisado Álvarez, en una clara amenaza al Ejecutivo de que podría llegar a romperse el diálogo social si no se atiende la petición sindical de elevar ya este año como pide la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
En la misma línea, el secretario de Políticas públicas y Protección Social de CCOO, Carlos Bravo, ha señalado que una vez superado lo más duro de la pandemia, se entra en una fase de crecimiento y “es imprescindible que eso se corresponda con un reconocimiento a la ciudadanía en sus condiciones de trabajo y en los mecanismos de distribución de la renta”.
«Los sindicatos hemos demostrado nuestra responsabilidad en las negociaciones, tenemos la intención de seguir haciéndolo, pero tenemos que ser respondidos con lealtad y responsabilidad «, ha enfatizado Bravo.
Críticas a Calviño
De hecho, UGT y CCOO han advertido también de que continuarán con las movilizaciones hasta que el Gobierno publique sus compromisos en el BOE. “Tenemos autoridad para exigir al Gobierno que se abra ese proceso de negociación porque el SMI afecta a los sectores más débiles de nuestra sociedad, como jóvenes y mujeres», ha apostillado Álvarez.
En su intervención, Álvarez ha criticado a la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, por pedir prudencia y decir hace unos meses que en función de cómo fuera la economía en el mes de junio se replantearía la subida del SMI, sin embargo pretende postergar la decisión.
«La economía va como un tiro ¿Qué es lo que tiene que pasar para que se suban los salarios?” se ha preguntado.
Para argumentar la necesidad de que el SMI suba al 60% del salario medio, Bravo (CCOO) ha hecho hincapié en que más de 1,5 millones de trabajadores dependen de esa cuantía mínima y que ha recordado que el alza del SMI contribuirá al crecimiento económico porque los salarios más bajos se destinan íntegramente a consumo.
El mensaje al Banco de España
En un momento dado Álvarez ha subrayado que “no es casualidad que la concentración sea frente al Banco de España» y es que según ha dicho las organizaciones sindicales quieren mandar un mensaje «claro y potente» al conjunto de las instituciones españolas y decirles que «por mucho que se empeñen en intentar trasladar a la opinión pública que la subida de los salarios y, en este caso concreto, la subida del SMI, destruye empleo, se trata de una afirmación de no deja de ser falsa”.
Según Álvarez, la subida del SMI crea empleo porque las personas que cobrarían este incremento «lo van a gastar, no se lo van a llevar a grandes cuentas ni a paraísos fiscales y ese gasto va a poner en marcha la rueda del consumo, va a generar más actividad y más puestos de trabajo”.
El Banco de España publicó el pasado 8 de junio un informe en el que estimaba que la subida del 22% del SMI de 2019, hasta 950 euros, redujo entre 6 y 11 puntos porcentuales el empleo entre los beneficiarios del SMI, lo que podría haber supuesto la pérdida de entre 80.000 y 180.000 empleos, aunque hablaba también de que afectó (en positivo) al 10% de trabajadores, en torno a 1,6 millones de beneficiados y contribuyó en términos de “equidad”.
Exigen derogar la reforma laboral de 2012
Pero además del SMI, Bravo ha señalado que «los mecanismos de distribución de renta entre capital y trabajo que se instrumentan a través de la negociación colectiva han sido seriamente dañados durante la crisis anterior» y considera ha llegado el momento de que se cumplan los compromisos de revertir la reforma laboral del año 2012 y equilibrar la capacidad de negociación colectiva entre empresarios y trabajadores.
Para CCOO “es el momento de cumplir los compromisos que están contraídos, el momento de reducir la temporalidad, el momento de establecer mecanismos de regulación en la empresa que eviten el despido masivo de trabajadores cada vez que hay una crisis”.
El líder de CCOO ha remarcado que «nadie tiene capacidad de veto», en referencia a CEOE, y ha hecho hincapié en que «el Gobierno tiene compromisos contraídos con la ciudadanía española que tiene que cumplir».
Calviño insiste en que «no es el momento»
Por su parte, este mismo jueves la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, ha mantenido su postura de esperar a subir el SMI en contraposición a las posturas defendidas por la nueva vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
Calviño ha insistido en la necesidad de centrarse en el «objetivo prioritario» de la incorporación de trabajadores en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y en la creación de empleo, más allá de que el Gobierno está “absolutamente comprometido” con aumentar el SMI y elevarlo hasta el 60% del salario medio en la legislatura, tras haberlo incrementado los tres años anteriores en un 30%.
“Espero que cuanto antes la situación del mercado laboral nos permita retomar la senda de subida del SMI con la confianza de que no tendrá impacto en el mercado”, ha añadido, apuntando que hay que ver cómo evoluciona el mercado laboral en la segunda parte del año pero.
En cualquier caso, ha aseverado que “todo el Gobierno es perfectamente consciente de que la prioridad tiene que ser la incorporación de trabajadores y seguir impulsando la creación de empleo. “No creo que haya ninguna discrepancia respecto a dónde tenemos que centrar los esfuerzos y las energías”, ha zanjado.
En este punto, ha avanzado que la cifra de afectados por ERTE ha descendido de 400.000 personas. “No es el momento de tomar decisiones que puedan cambiar el marco en el que se está produciendo este flujo positivo de trabajadores”, ha agregado al respecto.