El SEPE tira de horas extras ante los retrasos por la falta de personal
Varias direcciones provinciales del SEPE recurren a horas extras de sus empleados para solventar los retrasos en la gestión de las prestaciones de desempleo por la falta de personal tras el cese de 1.000 interinos al que se añadirán 500 más
La plantilla del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) acumula más de año y medio con saturación de trabajo como consecuencia de la avalancha de ERTEs surgida por las restricciones del Covid, a lo que se sumaron las consecuencias de un ciberataque el pasado mes de marzo y la finalización de los contratos de 1.000 interinos en una ya de por sí reducida plantilla.
Todos estos factores están provocando retrasos en la gestión en el reconocimiento de las prestaciones por desempleo y cierta falta de control, según señalan a Economía Digital en fuentes sindicales, que avisan de que irá a más si no se refuerza la plantilla de cara al próximo año.
Por este motivos, varias direcciones territoriales del SEPE han solicitado a la Dirección General de Costes de personal del Ministerio de Hacienda habilitar una partida presupuestaria para que los trabajadores del SEPE puedan realizar horas extraordinarias en el último trimestre habida cuenta de los retrasos en la gestión.
Las provincias que presentan un mayor grado de saturación y de retrasos en los reconocimientos de prestaciones por desempleo, como los ERTE, son las de mayor tamaño, tales como Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Mallorca o Navarra. En algunos casos también se han implementado bolsas de horas extra para tramitar las incidencia en los ERTE.
ERTE y prestaciones por desempleo
Aunque la situación en el SEPE dista mucho de la vivida en los primeros meses del inicio de la pandemia, cuando se llegaron a alcanzar 3,6 millones de trabajadores en ERTE en abril de 2020, lo cierto es que el paro registrado en España acumula siete meses consecutivos de descensos pero todavía hay 3.257.802 parados y 329.230 personas permanecen bajo un ERTE, con datos hasta septiembre.
El SEPE se encarga de gestionar todas las prestaciones por desempleo, de las que en el mes de agosto se beneficiaron 1,97 millones de personas, según sus últimos datos, por lo que el volumen de trabajo sigue siendo notable, aunque notablemente inferior al pico del año pasado por los ERTE.
Lo cierto es que los trabajadores del SEPE llevan realizando durante 18 meses un gran esfuerzo ante la elevada cargada de trabajo derivada de los ERTE, con una menor plantilla, decenas de trabajadores de baja por estrés y aun así han conseguido garantizar el pago de las prestaciones por desempleo en este periodo.
«Para el SEPE no ha acabado (la saturación de trabajo agudizada por la crisis) y no tiene visos de que vaya a acabar», lamenta el responsable de CSIF en el SEPE, Manuel Galdeano, en declaraciones a Economía Digital, en la que explica que la carga laboral es muy elevada también por el hecho de que el 90% de los contratos que se generan son. temporales, lo que obliga a que la mayoría de trabajadores tengan que acudir a las oficinas.
1.500 interinos menos: Díaz desoye por ahora a los sindicatos
A la carga de trabajo se suma un problema igual o aún mayor, y es que la plantilla del SEPE ha perdido más de 3.400 efectivos estructurales en los últimos diez años, a lo que se suma el cese inapelable de 1.500 funcionarios interinos de refuerzo incorporados por la pandemia.
Los primeros 500 fueron cesados el pasado mes de junio, a los que se sumaron otros 500 en septiembre y el próximo 31 de diciembre se despedirá a los 500 restantes, algo que los sindicatos advierten que aumentará aún más la presión a la que está sometida ya de por sí la plantilla, formada actualmente por unos 75.000 trabajadores.
Ante esta situación, los sindicatos de las administraciones públicas (CSIF, UGT y CCOO) exigieron el pasado 28 de septiembre a por carta a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, una reunión urgente para evitar un mayor colapso del SEPE y soluciones ante la falta de efectivos y la elevada carga de trabajo que podría provocar un colapso.
Sin embargo, fuentes sindicales apuntan que por ahora solo han recibido una respuesta del gabinete de la ministra asegurando que se está buscando «hueco». Galdeano (CSIF) ya advierte de que si antes de mes no hay convocatoria el sindicato actuará «en consecuencia» ante la «nefasta gestión» por la descapitalización de recursos humanos, la demora en el reconocimiento de prestaciones y en la atención a los ciudadanos.
El responsable de Acción Sindical del sector de la Administración General del Estado de Comisiones Obreras (CCOO), Josetxo Gándara, avisa también de que la plantilla del SEPE se ha convertido en una «máquina de repartir dinero» pero no hay un «control estricto» de las gestiones de reconocimiento de prestaciones por falta de tiempo ante la saturación.
La plantilla actual del SEPE está formada por unos 7.500 efectivos, que se reducirán por debajo de los 7.000 tras la marcha de los últimos 500 interinos de refuerzos cuando acabe el año más las jubilaciones. Gándara (CCOO) apunta el «mínimo exigible» en una situación sin pico de trabajo sería de 9.500 trabajadores, aunque reclamará el «umbral óptimo» de 10.500 a lograr en varios ejercicios.
Presupuestos «continuistas»: «Falta voluntad política
En lo referido a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022, el proyecto contempla 29.121 millones de euros para el SEPE, un 7,9% menos que el año anterior, incluyendo 760 millones aportados por el Plan de Recuperación, para desarrollar la actividades que tiene encomendadas.
Estas pasan por desarrollar la política de empleo, gestionar el sistema de protección por desempleo y garantizar la información sobre el mercado de trabajo con el fin de conseguir, con la colaboración de los Servicios Públicos de Empleo Autonómicos y demás agentes del ámbito laboral, la inserción y permanencia en el mercado laboral de la ciudadanía y la mejora del capital humano de las empresas.
La bajada del presupuesto obedece a la disminución del gasto en desempleo, que se reducirá en 2.600 millones, hasta 22.993 millones, por la recuperación del empleo y la menor cifra de afectados por ERTE, tal y como apunta Galdeano (CSIF), que desliga la cifra de bajada del presupuesto de la situación real estructural y de plantilla del SEPE.
En una primera lectura Gándara (CCOO) ve unas cuentas «continuistas» sin incremento, si bien apunta que en los PGE de 2020 y de 2021 ya había «holgura presupuestaria» suficiente como para poder incorporar más de 1.000 efectivos, pero «falta voluntad política», ya que se dispone del instrumento financiero pero no se ha autorizado gastar el presupuesto para contratar más personal. «Se demuestra que no hay sensibilidad ninguna o capacidad política para obligar a Hacienda a tomar decisiones que refuercen el organismo», ha lamentado.
CSIF, UGT y CCOO reclaman contratación de personal y mayor inversión en recursos humanos y tecnológicos. Al final, añade Galdeano (CSIF), «en la única parte en la que se está poniendo inversión es en la modernización e innovación tecnológica, pero en capital humano no se está invirtiendo absolutamente nada».