El mercado de semiconductores caerá un 5 % en 2023 y dejará atrás la escasez
La caída del mercado vendrá propiciada por el retroceso de las memorias, el aumento de la inflación, la contracción de la economía y el debilitamiento de la demanda
El mercado mundial de los semiconductores descenderá un 5,3 % en 2023 si se compara con 2022, arrastrado por la caída de las memorias, en un año en el que, previsiblemente, el sector dejará atrás la escasez que ha marcado a las industrias tecnológica o automovilística desde la pandemia del coronavirus.
El mercado de los semiconductores caerá un 5,3 % en 2023, cifra que se modera hasta el 0,3 % si se excluyen las memorias, por el debilitamiento de la demanda y la rápida erosión de los precios de las unidades de almacenamiento para mantener los índices de pedidos, según la consultora IDC.
En el caso de los ingresos de las empresas del sector, la consultora Gartner considera que descenderán un 3,6 % en 2023, hasta los 561.240 millones de euros (596.000 millones de dólares), mientras que la organización World Semiconductor Trade Statistics (WSTS) cifra la caída del mercado en el 4,1 %, hasta los 524.500 millones (557.000 millones de dólares).
Notables crecimientos en 2021 y 2022
El mercado de semiconductores dejará así atrás el crecimiento que experimentó el pasado ejercicio: Gartner cifraba antes de finalizar el año en un 4 % el aumento de los ingresos de este sector en 2022, hasta los 582.000 millones (618.000 millones de dólares), mientras que WSTS aseguraba que la facturación subiría hasta 546.200 millones (580.000 millones de dólares), un 4,4 % más que en 2021.
En cualquier caso, estas cifras están muy lejos de los crecimientos que el mercado experimentó en el 2021, cuando los ingresos mundiales de las compañías de semiconductores aumentaron un 26,3%, hasta los 560.250 millones (594.952 millones de dólares), según Gartner.
Al igual que IDC, WSTS y Gartner coinciden en señalar que la caída del mercado vendrá propiciada por el retroceso del segmento de las memorias, aunque también apuntan al aumento de la inflación, la contracción de la economía y el debilitamiento de la demanda como causas de este descenso. De hecho, en el cuarto trimestre del año 2022 el mercado ya ha comenzado a contraerse. Según el barómetro mensual de la Asociación de la Industria de Semiconductores (SIA, por sus siglas en inglés), recoge que los ingresos por semiconductores se redujeron un 0,5 % y un 0,1 % interanual en septiembre y octubre, los últimos de los que ofrece datos.
Fin de la escasez
Tras varios ejercicios en el que el desajuste entre la oferta y la demanda de semiconductores ha impactado en varias industrias, la consultora IDC prevé que la escasez de chips termine durante el primer trimestre de 2023, tras un 2022 en el que los problemas han ido disminuyendo progresivamente.
La consultora considera que «la mayoría de los problemas graves» se controlarán en 2023, aunque apunta a que la tecnología de proceso de nodos maduros «continuará experimentando tensiones». Una opinión que comparte la consultora Counterpoint Research, que cree que la escasez de semiconductores a nivel mundial disminuyó «significativamente» durante el segundo semestre de 2022 debido al aumento de la producción de obleas y la diversificación de proveedores.
Primeras convocatorias del Perte CHIP
Un año para el sector que, en el caso de España, va a estar marcado por el desarrollo del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de microelectrónica y semiconductores, conocido como Perte Chip, que se aprobó en mayo de 2022 y contempla una inversión pública de 12.250 millones hasta 2027. A este respecto, el Gobierno prevé lanzar las primeras convocatorias de ayudas en el primer semestre de 2023, aunque previamente se van a poner en marcha consultas y Manifestaciones de Interés para acotar el ámbito de actuación.
Este 2023, en el que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) incluyen más de 1.250 millones para su desarrollo, el Ejecutivo transferirá 800 millones en forma de préstamo a Semys, la empresa pública de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para gestionar el Perte; y 450 millones a empresas, sociedades, entidades públicas, fundaciones y comunidades autónomas.