Sarkozy sube el IVA para costear parte de la seguridad social
El presidente, con los sondeos en contra, justifica la medida para cubrir parte del déficit de la seguridad social. Con el argumento de mejorar la competitividad, decretó la flexibilización de la jornada laboral de 35 horas semanales
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha anunciado la noche de este domingo una serie de medidas para mejorar la competitividad de las empresas y luchar contra el desempleo: la principal es un aumento de 1,6 puntos de IVA (cuyo régimen general pasará de 19,6 al 21,2%), lo que reportará a las arcas del estado unos 11.000 millones de euros que servirán para financiar una parte de la Seguridad Social.
En una entrevista, televisada en directo por seis canales de televisión en Francia (y con una previsión de espectadores de 20 millones), Sarkozy ha querido presentar estas medidas enfundándose el traje del “presidente coraje” que toma decisiones por el bien del país, por muy impopulares que sean. Una especie de «doble o nada” a la desesperada para tratar de dar la vuelta a unos sondeos que le dan ampliamente como perdedor, especialmente, ante su rival socialista, François Hollande.
Sólo así puede entenderse que Sarkozy haya hecho este tipo de anuncios, a apenas 84 días de las elecciones presidenciales. “La persona que está en paro y nos está mirando espera medidas concretas. Espera que le demos respuestas a las preguntas que se hace: ¿Cómo vamos a vivir? ¿Cómo vamos a poder volver a trabajar?”, se defendió Sarkozy.
Por ello, “no vamos a tocar el tipo reducido (aplicado a la alimentación y a los medicamentos fundamentalmente)”, anunció Sarkozy. Este aumento, llamado “IVA social”, irá a parar fundamentalmente gasto sanitario, jubilaciones y prestaciones sociales.
Fomento de la competitividad
Sarkozy negó que el aumento del IVA, “que se colocará en la media de la Unión Europea”, se vaya a traducir en un aumento de los precios, porque la “competitividad entre las empresas” ayudará a contener los precios. Esta medida, servirá según el presidente francés a conservar empleos en Francia, “porque el aumento del IVA también se aplicará a los productos importados, por lo que las empresas francesas ganarán en competitividad”.
La medida se compensará con un descenso de entre el 1,6% y el 2,1% de las cotizaciones patronales que hasta ahora financiaban, junto a las de los asalariados, la totalidad de la Seguridad Social y cuyo déficit no deja de aumentar desde hace una década. Sólo en 2011, el agujero de la “la Sécu” creció en 18.600 millones de euros.
La medida ya ha sido criticada por los sindicatos y la oposición, quienes cuestionan que los únicos beneficiados por la iniciativa serán los empresarios. “En Alemania, el coste del trabajo es la mitad que en Francia. Se dan cuenta de la diferencia a uno y otro lado de la frontera. ¿Cómo vamos a mantener los puestos de trabajo si no reducimos los costes laborales?”, argumentó Sarkozy, quien cifró en 500.000 los empleos destruidos en Francia desde que se inició la crisis a mediados de 2008.
Aumento del paro
Las previsiones apuntan a que Francia alcanzará los tres millones de parados (10% de la población activa) en la próxima primavera, muy por encima del modelo-espejo alemán al que se miran los políticos franceses.
Sarkozy anunció también un aumento del 2% de los impuestos sobre los ingresos financieros, así como un impuesto del 0,1% sobre las transacciones financieras internacionales a partir de agosto, lo que representará unos ingresos de 1.000 millones de euros anuales, según el presidente.
Esta tasa Tobin la aplicará Francia unilateralmente, sin esperar a un eventual consenso entre varios países, sobre todo, entre los miembros de la Unión Europea. “No hay ningún motivo para pensar que la desregulación financiera que nos ha conducido a esta situación, pueda ayudar a salir de la crisis”, argumentó.
Fin de las 35 horas
Otra de las medidas anunciadas por Sarkozy es una especie de fin encubierto de las 35 horas: “Si en una empresa concreta, no en un sector, una mayoría de los trabajadores y el empresario se ponen de acuerdo, se podrá aumentar el tiempo de trabajo, por encima de la ley, para salvar empleos”. “¿Es el fin de las 35 horas?”, le preguntó uno de los periodistas que le han entrevistado. “Desde ese punto de vista, sería una buena noticia, porque nadie en el mundo nos ha copiado este modelo que nos ha conducido a la catástrofe”, contestó Sarkozy.
Por último, el presidente anunció que el gobierno presentará en febrero una ley para aumentar en un 30% el porcentaje de construcción de cualquier terrero urbanizable con lo que espera lograr dos objetivos: “Impulsar la actividad en el sector de la construcción, creando empleo, y bajar los precios del sector inmobiliario”.
Espejo español
Sarkozy, que hizo varias referencias a España (cifras del desempleo, incumplimiento del déficit y recortes) con las que parecía decir a los franceses “estamos mal, pero no os quejéis porque los españoles están peor”, descartó un tercer plan de rigor, que se sumaría a los dos aprobados en los dos últimos meses y por los que el Estado francés espera ahorrar 65.000 millones de euros en los próximos cinco años.
Los analistas han interpretado que lo que ha querido hacer Sarkozy es retomar el protagonismo de la campaña electoral de cara a unas elecciones a las que aún no se ha presentado oficialmente. Tampoco lo ha hecho esta noche.