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Sánchez pide la hora: las señales de frenazo económico que alcanzan a España

El presidente del Gobierno insiste en que la economía va "como una moto", pero ya hay algunos datos que rebajan ese optimismo: la creación de empleo en junio fue la menor desde 2015 y la política monetaria ya deja sentir sus efectos

MADRID, 03/07/2023.- La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen (i), y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), aguardan la llegada del rey Felipe VI tras la reunión del Colegio de Comisarios de la UE, este lunes en Madrid. España preside este semestre el Consejo de Ministros de la Unión Europea. EFE/ Kiko Huesca POOL

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Aún estamos en las primeras semanas del verano, pero los datos ya avanzan cómo será la economía en la próxima mitad del año. El frenazo en el empleo experimentado en junio, con una caída del paro inferior a la media de histórica de este mes y una creación de empleo también menor a la usual en el sexto mes del año, es una muestra de los datos que ya advierten del invierno económico. Un enfriamiento de la economía al albur de nuevas subidas de los tipos de interés y que las anteriores vayan desplegando totalmente sus efectos en la actividad.

El paro registrado en junio cayó en 50.268 personas, en tanto que la afiliación media sumó 54.541 ocupados. Unos datos que, para la mayoría de los analistas, confirman la desaceleración del crecimiento económico de cara a los próximos meses. Desde Funcas apuntan a una moderación que puede deberse a contrataciones anticipadas o al propio freno de la economía. Cepyme acusa a las subidas de los costes laborales como un factor que estaría lastrando las nuevas incorporaciones. Incluso CCOO señala que el empleo «da síntomas de fatiga, tras más de un año de fuerte inflación impulsada por el aumento de márgenes empresariales y con los tipos de interés en máximos de los últimos años».

Una preocupación que comparte el responsable de Análisis Económico de BBVA Research y catedrático de Análisis Económico en la Universidad de Valencia, Rafael Doménech, que destaca que, si bien el segundo trimestre ha tenido un comportamiento positivo en términos de empleo, es necesario analizar si estamos ante un punto de inflexión en la evolución del mercado laboral. «¿En qué medida esta debilidad [del mercado de trabajo en junio] también refleja lo inusualmente positiva que fue la creación de empleo en los meses anteriores o en qué medida refleja una desaceleración o debilidad mayor?», se pregunta en conversación con Economía Digital.

«En los últimos meses hemos comentado que una de las razones que explica la persistencia de la inflación y por qué a pesar de la subida de los tipos de interés aguanta tanto es por la resistencia del mercado de trabajo. En algún momento tendremos que ver que las tasas de interés más elevadas consiguen llevar la inflación al objetivo de los bancos centrales, y cómo y cuánto afecta al mercado del trabajo», incide el economista.

La inflación irá al alza

Precisamente, la inflación y las subidas de tipos son dos nubarrones más a los que tendrá que hacer frente la economía española en la segunda mitad del año. Por un lado, los precios tocaron suelo en junio y podrían recortarse ligeramente en julio, en términos de IPC, pero el ‘efecto base’ podría elevar los datos de inflación hasta el 4% de cara al final de año.

Un repunte que, a su vez, obligaría al Banco Central Europeo a seguir adelante con la senda de subidas de tipos. Un endurecimiento de las condiciones crediticias que va dejando su efecto poco a poco en el tejido productivo. No solo a través del endurecimiento de las hipotecas o de la dificultad para conseguir un crédito, también ralentizando las inversiones, como advirtió el Banco de España en un artículo publicado la pasada semana. Unos efectos que llevan un decalaje y que aún están dejando notar, en 2023, las subidas aprobadas en 2022.

La industria se contrae

En concreto, hay sectores como la industria donde el golpe está siendo más duro, debido a su mayor dependencia de la deuda para impulsar sus inversiones y producción. El último dato del PMI de Manufacturas de nuestro país arroja que la actividad en España sigue enfriándose: en junio se situó en un 48 sobre 100, cuatro décimas menos que en mayo. De acuerdo con este índice, una cifra por debajo de 50 indica una contracción de la actividad.

Sobre el crecimiento económico, Doménech calcula que el crecimiento se recortará a la mitad en la segunda mitad del año. Si en los dos primeros trimestres el crecimiento ha sido del 0,6%, en el segundo semestre el crecimiento será del 0,3%. «Lo que vemos es consistente con nuestras previsiones macroeconómicas [un crecimiento del 2,4% en el conjunto del año] y el cuadro que presentamos hace unas semanas. Ahí ya apuntamos una tasa de crecimiento de la segunda mitad del año de aproximadamente la mitad de la primera», cifra el experto de BBVA Research.

Otra de las claves que muestran este enfriamiento es que el crecimiento económico está impulsado por el sector exterior, que ha mostrado un comportamiento extraordinario. Pero a costa de que la demanda interna esté todavía lejos de sus niveles pre-COVID. Según el Consejo General de Economistas, que también ha mejorado sus previsiones económicas, «la demanda interna todavía está un 2,5% por debajo de la cifra pre-COVID, básicamente por el descenso del consumo de los hogares, que es un 2,7% inferior al de 2019. En este sentido hay que indicar que en los dos últimos trimestres el consumo de los hogares ha sido negativo, -1,6% y -1,3% en el 4º trimestre de 2022 y primero de 2023 respectivamente».

La demanda interna se está recuperando tímidamente, según el Banco de España, y tirará al alza el crecimiento del año que viene. Sin embargo, los economistas del Consejo General subrayan que existen todavía algunos riesgos sobre su comportamiento: «la reducción de la capacidad adquisitiva de los hogares, a lo que se añade la desaparición del sobreahorro acumulado y, aunque se ha moderado la inflación, podría darse una subida de los salarios como consecuencia de la negociación de los convenios colectivos de las empresas en el último trimestre».

La ralentización del pulso económico también se está dejando ver por el lado de los ingresos públicos. El IVA, uno de los impuestos más recaudadores, está viendo moderados sus ingresos no solo a causa de las rebajas fiscales en el gravamen (a alimentos, en la electricidad) y como consecuencia de la bajada de la inflación. También afecta que la actividad está restando dinamismo a las ventas.

Menos autónomos, más lluvias

Volviendo al empleo, los datos muestran que el empleo autónomo también se está estancando. Si bien el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) sumó 6.665 trabajadores el mes pasado, se trata del peor dato desde 2012. «En términos interanuales el crecimiento es de solamente 13 autónomos. Esto es muy llamativo y nos aboca a decir que irremediablemente 2023 va a ser un mal año de afiliación para los autónomos», señala el presidente de la federación de autónomos ATA, Lorenzo Amor.

Desde el Gobierno son cautos al hablar de ralentización y explican que estos ‘peores’ datos en un mes de junio tienen varias explicaciones. Por un lado, al estar en récord histórico de empleo y en mínimos de paro de hace 15 años, es más difícil mejorar estos registros. «No es lo mismo estar en 4 millones de parados registrados que en 2,6 millones», indicó el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey. Además, sostienen que es buen síntoma del mercado de trabajo que pueda estar desestacionalizándose, de tal manera que no haya tanto vaivén en las contrataciones debido a las contrataciones más vinculadas a los trabajos estacionales, como la hostelería o el campo.

Además, apuntan otras dos variables desde el Ejecutivo. «Hay algunas circunstancias que han influido en un resultado que puede ser un poco menos alto de lo que cabría haber esperado. Indudablemente, la climatología muy singular del mes de junio. Tenemos que celebrar las lluvias, pero la forma en la que se han producido ha afectado a determinadas actividades en el ámbito de la agricultura, construcción, hostelería«, explicó el secretario de Estado de Seguridad Social y Pensiones, Borja Suárez. Y un último factor vinculado al empleo público: «El cambio y la constitución y finalización de las corporaciones municipales ha supuesto una caída en la evolución de ese sector concreto a mediados de mes. A partir de ese momento hay una caída muy brusca que, previsiblemente, se va a ir recuperando en las próximas semanas».

Álvaro Celorio

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