Sánchez acabará la legislatura con España líder mundial de paro entre las grandes economías
El FMI estima que España cerrará este año con una tasa de paro del 14,8% y del 13,4% en 2023, por lo que triplicará la media de las grandes economías del mundo
El Gobierno saca pecho continuamente de la mejora de los datos del empleo en términos de contratación indefinida y, en menor medida, de la reducción del paro. Sin embargo, pese a la mejora de los datos, el Fondo Monetario Internacional (FMI) sitúa a España como el país líder en desempleo entre las grandes economías del mundo tanto este año como el próximo ejercicio.
Así se desprende del el World Economic Outlook (WEO) con las últimas previsiones del organismo multilateral, que reflejan que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, culminará la legislatura en 2023 con una tasa de paro en España a la cabeza tanto en zona del euro, como viene siendo habitual desde hace dos años, como entre las economías más desarrolladas del mundo. Este podría ser uno de los alegatos que usará la oposición en la carrera electoral para los comicios generales previstos para diciembre de 2023.
La institución estima que el paro en España disminuirá del 14,8% del año 2021 al 13,4% este año, para posteriormente ceder apenas tres décimas en 2023, hasta el 13,1%. Este nivel es muy superior ala media del 7,3% y el 7,1% que augura para la zona del euro y supera con creces las tasas previstas para países como Italia (9,3% y 9,4%), Alemania (3,2 en ambos años), Francia (7,8% y 7,6%) e incluso Grecia (12,9% y 12,4%, respectivamente), con la que ha venido disputándose el negativo puesto de líder en desempleo.
Pero además se sitúa muy por encima de las tasas de paro previstas para otras grandes economías del mundo, como Estados Unidos, para el que el FMI proyecta un desempleo del 3,5% en ambos ejercicios, o Reino Unido, con una tasas del 4,2% y el 4,6%, respectivamente. De hecho, la tasa de paro de España este año y el que viene prácticamente triplicará la tasa media del 4,7% prevista para las economías avanzadas del mundo.
Cabe recordar que, según las cifras de la oficina estadística de Bruselas, Eurostat, España cerró el ejercicio 2021 con el mayor nivel de paro y desempleo juvenil de toda la Unión Europea. Aunque la cifra de parados bajó en 717.000 personas, la tasa cerró 2021 en el 13%, por lo que más que duplicó la media de la UE (6,4%), al igual que sucedió con las cifras de desempleo entre los menores de 25 años.
Récord de contratación indefinida en abril
Con todo, respecto a hace un año el paro ha descendido en 840.877 personas (-21,29%), al tiempo que la afiliación ha crecido en 913.602 personas (+4,83%), aunque en las cifras de paro no se tienen en cuenta los afectados por ERTE, que permanece en cerca de 100.000 personas, ni los 100.000 autónomos con prestación de cese de actividad acogidos.. Respecto a febrero de 2020, antes de la pandemia, el paro ha bajado ya en 137.284 personas y hay ya 584.275 afiliados medios más.
Más allá del nivel de paro, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se congratula de los datos de mejora de la calidad del empleo, es decir, de reducción de la temporalidad y aumento de los contratos fijos. Así las cosas, ha avanzado ya que los datos de contratación indefinida del mes de abril marcarán un nuevo récord, gracias al empuje de la reforma laboral.
En marzo se firmaron 513.677 contratos indefinidos, el récord hasta la fecha, al ser un 147,9% superior al de marzo del año pasado y representar el 30,7% del total de contratos efectuados, frente al 14,8% de hace un año, según los datos del Ministerio de Trabajo.
Según Díaz, los datos de empleo siguen siendo «muy positivos» pese a la ralentización económica y la «enorme inflación» que «empobrece a los hogares», en el contexto de guerra en Ucrania y la incertidumbre. Ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad al asegurar que empresas y trabajadores «van a contar con protección en caso de ser necesaria».
Menor crecimiento y más inflación
Más allá del paro, el FMI ha reducido en sus previsiones de primavera en un punto, hasta el 4,8%, su estimación de crecimiento del PIB de España para este año, como consecuencia del impacto de la guerra y la alta inflación, cuya tasa media se situará en el 5,3%. También ha reducido en medio punto el crecimiento para 2023, hasta el 3,3%, por lo que España no recuperará sus niveles precovid hasta el año 2023.
Ese 4,8% de crecimiento es muy inferior al 7% que aún mantiene el Gobierno, a la espera de que actualice a la baja previsiones, tal y como ya ha confirmado el propio Sánchez, si bien la tasa de crecimiento para este año prevista por el FMI es superior a la de algunos de los principales organismos e instituciones económicas que han ido disminuyendo sus previsiones, como el Banco de España (4,5%), AIReF (4,3%), Funcas (4,2%) o BBVA Research (4,1%).
De hecho, otras grandes economías del euro que presentan crecimientos inferiores, como Alemania (1,7 puntos menos, hasta el 2,1%), Francia (seis décimas menos, hasta el 2,9%) o Italia (1,5 puntos menos, hasta el 2,3%). España estará en el podium de los países europeos con mayor crecimiento este año, junto a Irlanda (+5,2%) y Malta (+4,8%). El FMI estima que la zona del euro crecerá un 2,8% este año y un 2,3% el próximo ejercicio, cuando España será de los países del euro que más crezcan en 2023, aunque le superarán economías como Irlanda (+5%), Eslovaquia (+5%), Chipre (+3,5%) o Malta (+4,5%).
El FMI pone el foco en su documento sobre todo en el problema de la inflación, ya que, en el caso de España, estima que registrará una inflación media del 5,3% este año y se moderará al 1,3% en 2023. Su previsión, eso sí, es inferior a la de otros organismos como el Banco de España, que calculan que podría rondar el 7,5%, después de que el IPC alcanzase en marzo el pico del 9,8%, su mayor nivel desde 1985.
El organismo prevé que la inflación se mantenga elevada durante un periodo «mucho más largo», por lo que cree que una política monetaria más estricta será «apropiada» para controlar el ciclo de precios más altos que impulsan el aumento de los salarios y las expectativas de inflación.