Los salarios desde 70.000 euros sufrirán un aumento de hasta 10 puntos en cotizaciones con la reforma de Escrivá
Según cálculos del Banco de España, el potencial recaudatorio de la 'segunda pata' de la reforma de pensiones será de un 0,9% del PIB en 2050
Un estudio del Banco de España calcula que las medidas recaudatorias incluidas en la segunda fase de la reforma de las pensiones impulsada por el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, supondrán un incremento de los tipos efectivos de las cotizaciones sociales de hasta 11,3 puntos porcentuales en 2050, mientras que su potencial recaudatorio será del 0,9% del producto interior bruto (PIB) para esa misma fecha.
El artículo, titulado ‘Un análisis de la incidencia del incremento de las cotizaciones sociales aprobado en 2023’, estima que las tres principales medidas en la reforma que el Gobierno cerró con el aval de Bruselas y los sindicatos -la reforma y aumento del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), el incremento de la base de cotización máxima y la cotización adicional sobre los salarios por encima de la base máxima- supondrá un incremento de los tipos efectivos de cotizaciones de entre 0,8 y 1,6 puntos porcentuales hasta 2030, pero se acelerará hasta la horquilla de 1,2 y 11,3 puntos porcentuales más en 2050.
Esto es, señalan desde el Banco de España, porque la puesta en marcha de las medidas será paulatina. Los incrementos de la base de cotización máxima se pondrán en marcha de manera gradual a partir de 2024 y la cotización adicional para gravar la cuantía de los salarios que exceda de la base de cotización máxima no entrará en funcionamiento hasta 2025.
La entidad que dirige Pablo Hernández de Cos también apunta que la carga de estas cotizaciones sociales será desigual en función de los niveles de renta. En concreto, para aquellos empleados que ganen entre 60.000 y 80.000 euros anuales, los incrementos serán mayores que en los de rentas más altas. Esto lo explican en tanto que «una mayor proporción de la remuneración en aquellos niveles salariales quedaría sujeta al MEI y a la tributación adicional por el aumento de la base de cotización máxima, sin que el recargo sobre los ingresos por encima de esta sea capaz de compensar completamente las dos medidas señaladas».
Con todo, el BdE advierte que la segunda pata de la reforma de las pensiones también incorpora un mecanismo de ajuste a través del MEI, que podría incrementarse a partir de 2026 si se proyecta un desvío importante en el gasto en pensiones promedio para el futuro. «En tales circunstancias -señalan desde el organismo supervisor-, el incremento de los tipos de cotización sería mayor en los tramos salariales por debajo de la base máxima de cotización».
En lo que respecta a los incrementos de recaudación, el BdE prevé que, en total, la recaudación aumentará en torno al 0,6% del PIB en 2030 y el 0,9% en 2050, en la línea de lo estimado por otros organismos como Fedea o la Airef, y ligeramente por debajo de la estimación de 1,1% del PIB que hace el departamento de Escrivá.
Sin embargo, la entidad subraya que existen incertidumbres en torno a estas cifras. Por un lado, el Banco de España recuerda que el aumento podría ser inferior al esperado si el incremento de los costes laborales -y las cotizaciones sociales forman parte de esta partida- «afectan negativamente a la competitividad, los salarios o el empleo«. Y, por otro, dado que el horizonte temporal es muy amplio (27 años, hasta 2050) «la materialización de cambios en el mercado de trabajo y la propia reacción de los agentes obligarán a reevaluar su alcance en el futuro».