Todos los riesgos de avalar una hipoteca: puedes perder hasta la casa
Si una persona tiene problemas para acceder a una hipoteca puede buscar la ayuda de un avalista, aunque la solidaridad tiene un precio
Desde la crisis de 2008 y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, las entidades financieras han endurecido sus condiciones para suscribir una hipoteca. Una de las exigencias más habituales de los bancos es, precisamente, que los clientes interesados en obtener un préstamo por valor del 80% de la vivienda, han de aportar el 20% restante.
Sin embargo, muchas veces, estas personas no disponen de los recursos económicos suficientes para solicitar el préstamo hipotecario, y consecuentemente, han de recurrir a otros métodos. Uno de los más comunes es el aval hipotecario, un recurso que funciona como garantía en caso de impago del titular o titulares de la hipoteca.
Para ser avalista hay que cumplir con una serie de requisitos para demostrar una buena solvencia económica:
- Tener solvencia económica para asumir el pago de las cuotas en caso de que los titulares de la hipoteca no puedan hacerlo.
- No tener ninguna deuda.
- Tener suficiente patrimonio para que le sirva al banco como garantía.
En el caso de cumplir con los requisitos, cualquier persona puede ser avalista. Sin embargo, es cierto que en la mayoría de los casos el avalista suele ser un familiar, generalmente el padre/madre del avalado.
Todos los riesgos de avalar una hipoteca
Los riesgos de ser avalista son muy altos, ya que si el titular de la hipoteca no paga su préstamo hipotecario, la entidad financiera puede ejecutar el aval, que está dirigido sobre los bienes del avalista.
No obstante, el primer paso que llevan a cabo los bancos en caso de impago es embargar la vivienda de la hipoteca. Si con lo obtenido en la subasta no se acaba de saldar la deuda, embargan los bienes presentes del titular y del avalista hasta liquidar la deuda. Por lo tanto, el avalista corre un elevado riesgo de perder su patrimonio.
Además, por más que la deuda no sea del avalista, este pasa a figurar en la Central de Información de Riesgos del Banco de España (CIRBE), una base de datos que registra los préstamos, créditos y avales que las entidades bancarias mantienen con sus clientes.
Así puede finalizar el aval
En los préstamos hipotecarios con garantía, que se constituye únicamente en relación con el 20% restante de la hipoteca, es necesario tener en cuenta que las entidades bancarias pueden no distinguir esta circunstancia a la hora de conceder el préstamo hipotecario.
Desde BPM Abogados recomiendan pactar con el banco para limitar el aval y que éste desaparezca de forma automática cuando el cliente haya devuelto el importe que supere el 80% del valor de la vivienda.
Ayudas para la hipoteca
El acceso a la vivienda se ha convertido en un desafío creciente para los jóvenes que desean independizarse. El encarecimiento de las hipotecas y el difícil acceso a la financiación ha truncado el sueño de muchos jóvenes de emanciparse y poder tener una casa en propiedad dentro del país.
Para paliar esta situación, el Gobierno lanzó a principios de junio los avales ICO, unas ayudas dirigidas a jóvenes de hasta 35 años y a familias con menores a su cargo sin límite de edad con ingresos individuales de hasta 37.800 euros anuales, con las que se proponen facilitar el acceso a la financiación para la compra de una vivienda en el país.
La iniciativa consiste en la concesión de avales del 20% de la hipoteca, si bien en el caso de que la vivienda disponga de una calificación energética mínima D o superior, podrá avalar hasta el 25% del préstamo hipotecario.