Ribera lanza al fin las subastas para adjudicar 1.200 MW de cogeneración hasta 2024
El Ministerio para la Transición Ecológica informa que los candidatos deberán garantizar un consumo mínimo de hidrógeno verde del 10% en sus instalaciones
A tan solo tres días de que termine el año, el Ministerio para la Transición Ecológica, con la socialista Teresa Ribera al frente, ha sacado finalmente a consulta pública los términos para la adjudicación de 1.200 megavatios (MW) de cogeneración en los próximos tres años.
Cabe recordar que iba a ser en el mes de noviembre cuando el Gobierno tenía previsto dar a conocer los criterios, coincidiendo con la subasta de potencias en electricidad, pero, el departamento que dirige Ribera ha necesitado dos meses para lanzar tanto la propuesta de Real Decreto como la propuesta de Orden ministerial.
En ambas propuestas se recogen los términos y el calendario indicativo para la asignación del régimen retributivo específico mediante subastas sucesivas, que garantizará los ganadores de cada una de las pujas, una rentabilidad «razonable» del 7,09%, valor fijado para el segundo período regulatorio 2020-2025.
De esta manera, el Ministerio para la Transición Ecológica prevé realizar estas sucesivas subastas poniendo en juego 351 MW en 2022, 442 MW en 2023 y 407 MW en 2024. Los tres años siguientes se emplearán para desarrollar esta capacidad, a fin de que los 1.200 MW estén completamente operativos en 2027.
La complejidad de las instalaciones de dicha tecnología conlleva que las empresas candidatas a la subasta necesiten un plazo de unos seis meses para preparar sus ofertas. Por lo que los 351 MW que el Gobierno prevé adjudicar en 2022 no saldrán a concurso, al menos, hasta junio.
Las exigencias
Entre las exigencias más destacadas de las que ha introducido el ministerio se incluye que los candidatos a estas subastas deberán garantizar un consumo mínimo de hidrógeno verde del 10% en sus instalaciones, que podrán operar con gas natural o biomasa .
Asimismo, las instalaciones de los adjudicatarios podrán destinar al autoconsumo más del 30% de la producción de electricidad, a menos que hayan firmado un contrato de venta de energía a largo plazo, algo que ya habían anticipado desde Transición Ecológica.