Esta es la retención de IRPF adecuada si quieres que la declaración te salga a devolver
La retención de IRPF consiste en un adelanto a las autoridades fiscales sobre lo que corresponderá desembolsar en la Declaración de la Renta
En pocos meses se dará el pistoletazo de salida a uno de los trámites más temidos por los contribuyentes: la presentación de la Declaración de la Renta. Tras presentar los resultados económicos del año anterior, el contribuyente habrá de aportar una cuantía económica, si la declaración le sale «a pagar», o bien, recibirá una devolución por lo pagado a lo largo del año a través del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), si le sale «a devolver».
Las fechas clave de la campaña 2023 ya se han dado a conocer. El plazo para presentar la declaración de forma online comenzará el 11 de abril, mientras que las personas que quieran hacer el trámite por teléfono habrán de esperar hasta el 5 de mayo y los contribuyentes que tengan intención de formalizarlo presencialmente hasta el 1 de junio. En cualquier caso, el 30 de junio terminará el plazo para presentar el documento a través de cualquiera de estos canales.
¿Cómo lograr que la declaración te salga a devolver?
Un factor esencial a la hora de que la Declaración de la Renta te salga a devolver son las retenciones del IRPF, que se descuentan cada mes de la nómina y consisten en un adelanto a las autoridades fiscales sobre lo que corresponderá desembolsar en la Declaración de la Renta. Las retenciones de IRPF varían en función de los tramos de IRPF, por lo que, según el sueldo bruto anual el contribuyente estará obligado a abonar una cantidad inferior o superior.
Las personas que perciben una remuneración más baja, hasta los 12.450 euros, son los que deben abonar un porcentaje menor de IRPF, concretamente del 19%, tal y como destaca el portal Business Insider. Le siguen los contribuyentes que cobran entre 12.450 euros y 20.200 euros brutos anuales, con una retención que puede llegar hasta el 24%, y los que perciben entre 20.2000 euros y 35.200 euros, con una retención máxima del 30%.
Entre las retenciones de IRPF más elevadas destacan los contribuyentes con un salario bruto anual comprendido entre los 35.200 euros y los 60.000 euros, donde la retención máxima puede elevarse hasta el 37%; así como los que perciben entre 60.000 euros y 300.000 euros, con una retención máxima del 45%. Sin embargo, a los contribuyentes a los que más se les puede retener por el impuesto es a los que perciben un salario bruto anual superior a los 300.000 euros, puesto que la retención máxima puede llegar a dispararse al 47%.
Con todo, si el contribuyente desembolsa un importe inferior al que le corresponde, probablemente, la Declaración de la Renta le saldrá a pagar. Por ello, se recomienda a los trabajadores comprobar que el porcentaje retenido en su nómina es el adecuado, si bien el departamento de Recursos Humanos de cada empresa suele ajustarlo para evitar imprecisiones. Conviene tener en cuenta, asimismo, que cualquier cambio en la retención del IRPF que se efectúe este año se verá reflejado en la presentación de la Declaración de la Renta del próximo año.