¿Renta fija o variable? Esta es la recomendación para 2020
Los expertos coinciden en que los riesgos de invertir en renta fija ya son mayores que los de renta variable por el entorno de tipos de interés a la baja
Parece un contrasentido pero no lo es: la renta fija tiene ahora más riesgo que la variable, pues en el entorno de tipos de interés y rentabilidades de la deuda a la baja, el recorrido que le queda es mínimo y el hecho de buscar oportunidades obliga a asumir demasiados riesgos. Por ello, la bolsa se perfila como el objetivo de inversión para el próximo año. Así lo afirmaron las expertas que participaron en el foro ‘Invertir en 2020’, organizado por INVERSIÓN con el patrocinio de Ibercaja.
A mitad de año, coincidiendo con la tormenta que desató una fuerte volatilidad en las bolsas durante el verano, hubo un cambio en los flujos de fondos, con muchos inversores traspasando su capital desde la renta variable a la fija, decisión que precisamente no fue la más acertada.
El problema es que «la renta fija tiene incluso más riesgo ahora mismo que la renta variable», como apunta Araceli de Frutos, vocal de la junta directiva de ASEAFI y asesora de los fondos Alhaja y Presea. O dicho de otra forma, el recorrido de la renta fija se ha agotado un poco, y para buscar rentabilidad, «hay que ir al ‘high yield’, donde lo que se puede conseguir está incluso por debajo de la rentabilidad por dividendo que dan algunas empresas que cotizan en bolsa en los mismos sectores», añade de Frutos.
Por eso mismo, no es extraño que la bolsa sea la principal apuesta que señalan todas las expertas de cara al año que viene. «El activo en el que vemos más valor en 2020 es la renta variable, y obviamente habrá que adaptarse al perfil del inversor pero siempre tiene que tener cabida en las carteras», dice Raquel Blázquez, jefa de gestión de inversiones de Banca Privada de Ibercaja. En su opinión, donde hay más riesgo «es en la renta fija, en especial la de los gobiernos con duraciones largas, que es un activo que evitaríamos».
Con todo, la ejecutiva de Ibercaja confiesa que están «algo más positivos en renta fija corporativa y también en la parte de deuda emergente en dólares, que es en donde tendríamos posición en estos momentos». En este sentido, Lucía Gutiérrez-Mellado, directora de Estrategia de JP Morgan AM, añade que «la renta fija está más complicada de gestionar y aquí sí que recomendamos enfoques globales y muy flexibles, donde lo que más nos gusta es la deuda corporativa, siendo algo menos positivos en renta fija de gobiernos, donde el margen que queda es mínimo».
Por el contrario, 2020 «será un buen año en renta variable», destaca de Frutos, cuya preferencia serían los sectores más relacionados con el consumo, el gasto, el lujo y la tecnología.
El entorno del próximo ejercicio se presenta con importantes desafíos pero lo más importante es afrontarlo como mentalidad de inversor a largo plazo, más que de ahorrador, lo que evitaría conductas como las que se han visto este ejercicio, «cuando mucha gente se salió de la bolsa tras las caídas de los mercados y se han perdido un año tan bueno, pero si consigues estar invertido en un periodo largo, al final te acaba pagando», recuerda la experta de JP Morgan.
Obviamente, no hay recetas mágicas pero la alternativa más sensata, como recalca Raquel Blázquez, pasa por construir «carteras globales y diversificadas».
Grandes tendencias
Uno de los aspectos que seguirán dominando el horizonte de la inversión el año que viene serán las megatendencias, los fondos temáticos y los de responsabilidad social corporativa (ISR). En Ibercaja han identificado dos grandes tendencias, la tecnología y la demografía.
En la primera de ellas, hay temáticas transversales como el big data, la digitalización, la industria 4.0 o todo lo relacionado con las redes sociales y en la segunda, aspectos como el consumo de las clases medias a escala global, «que sigue teniendo recorrido y nos puede dar cierta sostenibilidad en un entorno más maduro del ciclo», apunta Raquel Blázquez.
Además, dentro de demografía, otra temática es el consumo aspiracional, el lujo, que todavía tiene margen, junto con el gasto farmacéutico y sanidad, en la parte occidental, por el aumento de esperanza de vida, y en emergentes, por el aumento del estado de bienestar. «Las megatendencias las tenemos integradas en las carteras e incluso tenemos un producto, el fondo Ibercaja Megatrends, que juega estas temáticas», dice Blázquez.
Respecto a la inversión socialmente responsable, para firmas como JP Morgan AM o Ibercaja es una prioridad estratégica. «Tenemos distintas iniciativas, como integrar en nuestros procesos de inversión factores responsables o fondos donde se excluyen sectores que pueden generar controversia», dice Gutiérrez-Mellado.
De hecho, como recuerda de Frutos, este tipo de fondos «cada vez están ganando más adeptos» e incluso las agencias ya los están calificando en función de su rating de sosteniblidad. En opinión de Blázquez, y aunque ahora están muy de moda, «es algo de lo que dejaremos de hablar en los próximos años», porque están totalmente integrados en las gestoras.
«En Ibercaja somos firmes creyentes de que aporta un valor añadido, porque al final, el hacer un filtro de compañías con criterios de respeto al medioambiente, sociales o de gobernanza, lo que te lleva es a seleccionar empresas de calidad», recuerda Blázquez.
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