Declaración de la Renta: esta es la casilla más importante que no debes olvidar
Saber cómo incluir los diferentes conceptos de los ingresos brutos es clave para realizar la declaración sin errores
Una de las dudas cuando se realiza la declaración de la Renta es saber dónde incluir los ingresos brutos.
Este es un dato importante, porque la Agencia Tributaria calcula cuánto habrá que pagar de impuestos (o si es que sale a devolver) según los ingresos obtenidos.
Por ello, el organismo fiscal establece una división entre la renta de la base imponible general y las rentas del ahorro.
Cómo se clasifican las rentas
Las rentas se clasifican por su origen: está los rendimientos netos, las imputaciones de rentas y las ganancias y pérdidas patrimoniales.
Para obtener la base imponible general, hay que sumar tres conceptos: los rendimientos del trabajo, así como del capital inmobiliario y del capital mobiliario. También se añaden las diversas imputaciones, como las de rentas inmobiliarias, las de transparencia fiscal, etc; y las ganancias y pérdidas patrimoniales.
En tanto, la base imponible del ahorro se obtiene al considera los rendimientos del capital mobiliario, los de operaciones de capitalización y de contratos de seguros de vida o invalidez; así como las ganancias y pérdidas patrimoniales que deriven de la transmisión de elementos patrimoniales.
Las casillas que no puedes dejar de tener en cuenta
Al momento de precisar los ingresos brutos, hay varias casillas a tener en cuenta.
La casilla 41 precisa la suma de rendimientos reducidos del capital mobiliario a integrar en la base imponible del ahorro.
En la 51 se precisan los rendimientos de capital mobiliario a integrar en la base imponible general.
La 60 incluye la suma de rendimientos reducidos de capital mobiliario a integrar en la base imponible general.
Luego se salta a la casilla 259, que es la base imponible imputada.
En la 389 van otras ganancias patrimoniales a integrar en la base imponible del ahorro
La 420 es el saldo neto positivo de las ganancias y pérdidas patrimoniales imputables a 2022 (que se integran en la base imponible general si la diferencia es positiva).
Pero si es negativa, el resultado aparecerá en la casilla 42.
Si la diferencia entre las casillas 422 y 423 es positiva, el resultado aparece en la 424. Si es negativo, en la 425.
En la 431 se indica las compensaciones si la casilla 420 es positiva, con saldos netos negativos de ganancias y pérdidas patrimoniales de 2018 a 2021 no derivadas de transmisiones, pendientes de compensación al 1 de enero de 2022.
En la siguiente, la 432, se precisa el saldo neto de rendimientos que integran la base imponible general y las imputaciones de renta. Este resultado surge por la suma de varias casillas, como la 025, 060, 155, 156, 235, 1484, 1560, 1601, 1604, 1605, 265, 270 y 280.
La 433 informa si hay compensaciones cuando la 432 es positiva: es un saldo neto negativo de las ganancias y pérdidas patrimoniales de 2022 a integrar en la base imponible general, con el límite del 25% del importe de esa última casilla.
En la 434 surge un resultado si la 432 es positiva, con un resto de saldos netos negativos de las ganancias y pérdidas patrimoniales de 2017 a 2020 no derivadas de transmisiones, pendientes de compensación a 1 de enero de 2021.
En la 435 se indica la base imponible general, con el resultado de la 420 – 431 + 432 – 433 – 434.
Y en la 460, finalmente, surge cuál es la base imponible del ahorro.
La base imponible
Pero cabe recordar que el IRPF se calcula sobre la base liquidable. En este sentido, la general se indica en la casilla 500.
Si esta es positiva, la compensación de las bases liquidables negativas de 2018 a 2021 están en la 501.
La 505 indica la base liquidable general sometida a gravamen; en la 510 surge la base liquidable del ahorro, y dado el caso, en la casilla 1391 el resultado es la base liquidable general negativa de 2002 pendiente de compensar en los cuatro ejercicios anteriores.