La reforma de las pensiones de Escrivá puede perjudicar a las mujeres: por qué
Los expertos apuntan a una posible discriminación indirecta de género y destacan que la propuesta "apenas influye en la equidad contributiva"
La propuesta formulada por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, para reformar las pensiones está cargada de polémica. Y es que, el titular de Seguridad Social se ha encontrado con el rechazo frontal tanto de sindicatos como de patronales para ampliar el periodo de cálculo de la pensión de 25 a 30 años que pretende poner en marcha el titular de Seguridad Social.
La ampliación del periodo de cálculo se efectuaría entre 2027 y 2038, según remarcó el ministro. De esta manera, a lo largo de esos años, el periodo de cómputo de la prestación iría aumentando cinco meses por año, pero el trabajador tendría la posibilidad de elegir los tres meses que más favorezcan para jubilarse y descartar dos.
Según el ministro, esta extensión del periodo de cómputo permitiría «proteger mejor las pensiones de los nuevos entrantes en el mercado de trabajo ante carreras laborales menos lineales». Sin embargo, por el momento, la propuesta tiene más detractores que defensores.
Precisamente, el Observatorio de pensiones de WTW, ha rebatido los argumentos de Escrivá. En su último análisis ha dejado bien claro que el impacto de la aplicación de la medida en las cuantías de las pensiones de jubilación sería «prácticamente neutral», por lo que la incidencia sobre el gasto total en 2038 será nulo en términos agregados.
«Inicialmente, el aumento de 25 a 30 del número de años de cómputo para el cálculo de la base reguladora es una medida que mejoraría la sostenibilidad financiera y la contributividad del sistema, al aumentar la relación entre aportaciones realizadas y prestaciones recibidas», ha reconocido el manager del área de Retirement en WTW España, Rafael Villanueva.
Sin embargo, ha destacado que los resultados «son totalmente diferentes» cuando en el «cómputo de 30 años se incluyen solo los 28 mejores años de esos 30, porque no mejora la sostenibilidad financiera del sistema y, por otro lado, tampoco mejora la equidad contributiva, entendiendo por tal la relación entre cotizaciones y prestaciones».
Discriminación de indirecta de género
Uno de los colectivos más perjudicados por esta medida serían las mujeres. Tras estudiar el impacto de la ampliación del periodo de cómputo propuesta por Escrivá respecto de la pensión inicial de los futuros jubilados y en el gasto en pensiones, se atisba una posible discriminación indirecta de género. Mientras que los hombres experimentarían un aumento en su prestación económica del 0,44%, la de las pensionistas mujeres se recortaría un 0,86%.
«El sistema planteado con esta reforma no mejora la sostenibilidad financiera y apenas influye en la equidad contributiva, al descartar dos años de cotizaciones y ampliar la integración de lagunas sin cotización», ha destacado Villanueva.