Esta es la mejor solución si no puedes pagar la hipoteca
La refinanciación de la hipoteca es una medida más habitual de lo que parece, sobre todo, tras la subida de tipos del BCE
Si estás pagado mes a mes una cuota hipotecaria, pero las deudas te ahogan, tu mejor opción es una refinanciación de la hipoteca. Como su nombre indica, refinanciar una hipoteca consiste en cambiar sus condiciones de financiación.
Es decir, se produce una variación en cualquiera de ellas o en todas: desde los intereses, hasta los plazos o el importe de las cuotas mensuales, tal y como recoge Openbank en su web. De hecho, la refinanciación de la hipoteca es una medida más habitual de lo que parece.
En el mes de febrero, el número total de hipotecas con cambios en sus condiciones inscritas en los registros de la propiedad es de 11.213. De estas, el 39,7% se deben a modificaciones en los tipos de interés debido a las reiteradas subidas que ha llevado a cabo el Banco Central Europeo con el objetivo de combatir la inflación.
Después del cambio de condiciones, el porcentaje de hipotecas a interés fijo aumenta del 13,5% al 46,7%, mientras que el de hipotecas a interés variable disminuye del 85,4% al 52,1% debida a la subida del euríbor, el indicador al que se referencian el mayor porcentaje de hipotecas a tipo variable.
Así se lleva a cabo una refinanciación de la hipoteca
Esta operación se puede llevar a cabo a través de una novación de la hipoteca, o bien, a través de una subrogación o contratación de una hipoteca nueva.
- Novación de hipoteca. Se trata de una renegociación del préstamo hipotecario entre el banco y el cliente cuando este solicita cambiar las condiciones firmadas en un primer acuerdo.
- Subrogación de hipoteca. En este caso, el cliente decide trasladar su hipoteca a otra entidad bancaria para conseguir condiciones más beneficiosas.
- Contratación de una hipoteca nueva. Consiste en realizar una amortización anticipada de la hipoteca para suscribir un nuevo préstamo que se adecúe mejor a las necesidades del solicitante.
Todas ellas tienen gastos asociados, los cuales suelen variar dependiendo de las condiciones firmadas con anterioridad y de las tarifas que tenga cada entidad bancaria.