Las recomendaciones de los técnicos de Hacienda para abaratar el IRPF
El IRPF es un impuesto progresivo, por ello, la cantidad a desembolsar por parte del contribuyente varía en función de sus ingresos brutos
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), es un gravamen que pagan las personas que residen en España. Según este impuesto, que grava las rentas del ejercicio, los ciudadanos están obligados a presentar una declaración anual si superan un límite de ingresos determinado.
A través del pago de este tributo, el Estado se propone que todos los contribuyentes pongan su granito de arena para sostener los gastos públicos. Asimismo, trata de favorecer a las personas que se encuentran en una situación más precaria.
Dado que el IRPF es un impuesto de carácter progresivo, se divide en distintos tramos que indican que porcentaje ha de desembolsar cada contribuyente en función de sus ingresos brutos. En este sentido, te mostramos distintas recomendaciones de los técnicos de Hacienda para reducir el importe a desembolsar por el IRPF, tal y como recoge el diario 20 minutos.
Deducciones fiscales por mejora de la eficiencia energética
Conviene tener en cuenta que es posible acogerse a distintas deducciones fiscales por mejora de la eficiencia energética de la vivienda. Conviene tener en cuenta que el plazo para llevar a cabo las obras contempladas para acogerse a las deducciones comenzó el 6 de octubre de 2021 y finaliza el 31 de diciembre de 2023.
Una de ellas es la deducción por obras para la reducción de la demanda de calefacción y refrigeración. Para disfrutar de este beneficio fiscal es necesario que las obras acometidas «permitan reducir la demanda de calefacción y refrigeración de la vivienda en al menos un 7%».
«La base de la deducción son las cantidades satisfechas por las obras realizadas con un máximo de 5.000 €», concreta la autoridad fiscal y especifica: «El porcentaje de deducción es el 20%».
Para optar a la deducción por obras para la mejora en el consumo de energía primaria no renovable, así como para disfrutar de la deducción por obras de rehabilitación energética, es necesario reducir el consumo de energía no renovable en un 30%. Asimismo, se puede solicitar si se mejora la calificación energética del edificio para obtener una clase energética A o B.
Mientras que en la deducción para mejorar el consumo de energía primaria no renovable, la base de deducción se sitúa en un máximo de 7.500 euros y el porcentaje en el 40%, en la deducción por obras de rehabilitación energética la base de deducción alcanza un importe máximo de 5.000 euros y el porcentaje un 60%.
Deducción por inversión en vivienda habitual
Para optar a esta deducción, la persona interesada debe debe habitar en la vivienda de «manera efectiva y con carácter permanente, en un plazo no superior a doce meses contados desde la fecha de adquisición o de terminación de las obras».
Los contribuyentes pueden deducir las cantidades invertidas en la vivienda a lo largo del año tanto en la adquisición como en la rehabilitación, construcción o ampliación hasta los 9.040 euros anuales. Asimismo, pueden deducir las cantidades destinadas a la realización de las obras e instalaciones de adecuación de la vivienda habitual del contribuyente por razón de discapacidad por un importe de hasta 12.080 euros anuales.
No obstante, conviene tener en cuenta que, desde el 1 de enero de 2013, se suprime esta deducción. Sin embargo, si se ha deducido el importe antes de esa fecha, es posible seguir aplicando la deducción en la declaración de la Renta, siempre y cuando se cumplan con los requisitos establecidos.
Deducción por aportación a un plan de pensiones
Las personas que realizan aportaciones a un plan de pensiones también pueden beneficiarse de una deducción en el IRPF. En concreto, estas aportaciones que se efectúan de forma anual se restan a los ingresos que se declaran para calcular el IRPF.
Por tanto, se trata de una deducción directa de la base imponible del IRPF, de manera que el dinero que se ingresa en el plan se reduce del total del capital a declarar para calcular el IRPF anual y, al disminuir la base imponible, se recortan los impuestos a pagar.