La recaudación de impuestos alcanza su récord en 2021: 223.382 millones
La recaudación tributaria aumentó un 15,1% en 2021 y superó los niveles prepandemia y lasp revisiones del Gobierno, con récord en IVA e IRPF, pese al 'pinchazo' de las subidas de impuestos
El dato definitivo de PIB del año 2021 creció por debajo de lo previsto, sin embargo se registró una anomalía por la mejora del empleo y también en recaudación tributaria, que aumentó un 15,1%, hasta el máximo histórico de 223.382 millones de euros, superando los niveles prepandemia.
Así lo ha dado a conocer la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, en una rueda de prensa en la que ha dicho desconocer los motivos del ‘desacople’ entre evolución del PIB y empleo y recaudación tributaria, pero ha achacado la cifra «magnífica» de ingresos tributarios a la «buena» evolución de la economía y la creación de empleo, así como a la recuperación del consumo y los salarios.
La recaudación récord de 223.382 millones supera en 1.275 millones el pronóstico recogido en los Presupuestos de 2021, también en 8.500 millones el avance de recaudación dado en diciembre y supone incluso sobrepasar los niveles prepandemia, ya que en todo 2019 los ingresos tributarios alcanzaron el hito de 212.808 millones. Para este año el pronóstico de los Presupuestos de 2022 es más prudente, al augurar una mejora del 8,1%, hasta los 232.352 millones.
La ministra ha querido recalcar que se han cumplido las previsiones de ingresos por primera vez desde el año 2010, en contraposición a las críticas «falsas» del PP de «ingresos inflados», y ha repasado uno a uno los logros con cada uno de los impuestos.
Récord en IVA e IRPF y se ingresa un 69% más por Sociedades
La titular de Hacienda ha insistido en que la mejora obedece al crecimiento «robusto» y no a ningún «hachazo» fiscal, ya que si se incrementa el empleo, se incrementa la masa salarial y mejora la recaudación por IRPF, igual que si mejora el consumo tiene su repercusión positiva en los ingresos por IVA.
Por impuestos, la recaudación del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) aumentó un 7,5%, hasta el récord de 94.546 millones de euros, por encima de lo previsto en los PGE (94.196 millones), gracias al aumento del 6,7 la masa salarial, ya que el impuesto grava las rentas del trabajo y el alza de salarios eleva su recaudación, unidos al récord de afiliación y las políticas de mantenimiento de rentas, como los ERTE o la prestación por cese de los autónomos.
Asimismo, la recaudación del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) también ha registrado récord histórico al alcanzar los 72.493 millones, un 14,5% más y por encima de lo previsto, gracias al mayor dinamismo del consumo por la recuperación del empleo. La mejora se da tanto en las grandes empresas como en las pequeñas y medianas, ya que ambas recuperan niveles de ventas diarias previos a la pandemia, ha apuntado Montero.
Asimismo, el Impuesto de Sociedades ha elevado su recaudación un 68% respecto a 2020, hasta los 26.628 millones, lo que supone su mejor rendimiento desde 2008 y casi 5.000 millones más de lo previsto en los PGE, gracias al alza de los beneficios empresariales del 73,8% interanual y el descenso de las devoluciones pagadas.
En lo referido a los Impuestos Especiales, la recaudación repuntó 5,5%, hasta los 19.729 millones de euros, quedando por tanto «algo por debajo» de los 23.000 millones estimados en los PGE, ha admitido Montero, como consecuencia de las medidas especiales aprobadas durante la pandemia, sobre todo por el impuesto eléctrico, que disminuyó del 5% al 0,5%, lo que situó los ingresos en 1.066 millones, frente a los 1.379 millones previstos y los 1.237 millones del año previo.
En otro tipo de impuestos especiales, como el alcohol (673 millones), el tabaco (6.115 millones), la cerveza (312 millones) o los hidrocarburos (11.492 millones) si se superó la recaudación del ejercicio anterior.
‘Pinchazo’ de la subida de impuestos: recauda un 45% de lo previsto
El récord recaudatorio se ha logrado a pesar del pinchazo en las subidas de impuestos del Gobierno del año pasado, que en total aportaron a las arcas solo 1.462 millones de euros, apenas un 45% del total de 3.230 millones previstos y por debajo del fuerte impacto de las rebajas fiscales, algunas sobrevenidas, como a las mascarillas o a los impuestos de la luz, y que tuvieron un impacto de 2.392 millones de euros.
La diferencia entre el impacto de la subida de impuestos y las bajadas reflejan que el saldo final fue de un ahorro para los contribuyentes de 930 millones de euros, pero, aún así, se logró recaudación récord gracias a la mejora de los ingresos por la reactivación económica, la reincorporación de trabajadores en ERTE y cierto impacto de los fondos europeos.
Así las cosas, entre las subida de impuestos figuran la subida del IVA a las bebidas azucaradas (314 millones de recaudación), la tasa ‘Tobin’ (296 millones), la tasa ‘Google’ (166 millones), la subida del tipo del IRPF a las rentas de más de 300.000 euros (131 millones), la limitación al 95% de l exención de dividendos y plusvalías (79 millones) y el alza de la subida del tipo en dos puntos a las primas de seguros (476 millones), en varios casos por debajo de lo previsto.
Destaca el ‘pinchazo’ de la tasa ‘Google’, al recaudar solo 166 millones, un 17% de los 968 millones previstos, así como de la tasa ‘Tobin’, con 296 millones de ingresos, a penas un tercio de los 850 millones programados, aunque cabe recordar que su liquidación se retrasó y comenzó en julio y junio, respectivamente. Hacienda revisó en octubre las previsiones y las aminoró hasta los 225 y los 372 millones, en cada caso, situándose aun así por debajo.
El otro gran fracaso ha sido el alza de Sociedades en forma del gravamen del 5% o limitación del 95% en exención sobre dividendos y plusvalías, con apenas 79 millones recaudados respecto a los 1.500 millones proyectados. La desviación de ingresos se ha sucedido también en el alza del IRPF a rentas altas, con. 131 millones ingresados, frente a los 144 previstos; la subida del IVA a bebidas azucaradas, con 314 millones, frente a 340; mientras que en el caso del alza a las primas de seguros el comportamiento ha sido mejor del esperado, con 475 millones frente a los 455 calculados.
De su lado, la recaudación se contrabajo con motivo de las rebajas fiscales aprobadas durante el ejercicio, como la reducción de módulos y provisión por pérdidas (253 millones), la rebaja del tipo del IVA a productos Covid, mascarillas, PCR y vacunas (537 millones), la rebaja del IVA a la electricidad del 21% al 10% desde julio (509 millones), la exención del impuesto de generación eléctrica del 7% en el tercer trimestre (760 millones) o la rebaja del tipo del impuesto a la electricidad del 5,1% al 0,5% desde el 15 de septiembre (333 millones).
El déficit público bajará al 3% del PIB en 2024 y pide flexibilizar reglas fiscales europeas
Aunque no será hasta el próximo mes de marzo cuando se conozca el dato definitivo de déficit de cierre de 2021, la ministra ha adelantado que se constatará una reducción respecto al 8,4% del PIB previsto, y que ese «círculo virtuoso» de bajada de déficit y aumento de ingresos con crecimiento económico perdurará en 2022.
Así, ha reafirmado el compromiso del Gobierno de que el déficit público disminuya al 5% del PIB este año, y haga lo propio los siguientes años hasta situarse en el 4% en 2023 y en el 3% en 2024, con independencia de lo que suceda con la redefinición de las reglas fiscales europeas.
Actualmente la Comisión Europea debate la revisión de. las reglas fiscales europeas, que fijan unos límites de déficit del 3% del PIB y de deuda del 60%, en ambos casos muy por debajo de los niveles que presenta España (en torno 8% de déficit y 120% de deuda), aunque estas reglas está temporalmente suspendidas con motivo de la crisis económica de la Covid durante 2022, pero se reanudarán en 2023.
Tanto España como Francia e incluso la misma Comisión Europea abogan por suavizar las reglas y es que, tal y como ha señalado Montero, la vuelta a esas directrices fiscales en los mismos términos «podría implicar una política que lastrara el crecimiento» y dificultara las inversiones en transición ecológica y digital.