¿Qué ocurre si un país se declara en quiebra?
La situación socioeconómica de España y Cataluña ha traído de vuelta conceptos económicos como quiebra o rescate
La crisis que estalló en 2008 nos familiarizó con nuevos conceptos económicos, como quiebra o rescate. La situación sociopolítica que está atravesando España y Cataluña lo ha vuelto a poner en boca de muchos. Y es que algunos expertos opinan que la estabilidad económica del país está en riesgo, por lo que los ahorradores, tanto catalanes como españoles, temen por la seguridad de su dinero.
Los analistas más trágicos advierten sobre una posible quiebra ante una Cataluña independiente. Aunque nadie puede asegurar qué ocurriría a nivel económico en caso de que se declare la independencia en Cataluña, ya que depende, sobre todo, de las circunstancias en las que se proclame.
Basándonos en lo ocurrido en otros países europeos cuando han sido rescatados, desde el comparador de productos financieros HelpMyCash.com nos cuentan qué ocurre cuando un país se declara en quiebra.
Deuda y rescate, dos conceptos fundamentales
Primero de todo, debemos saber que una de las fuentes de financiación de un país son una serie de acreedores, que pueden ser tanto personas como empresas e instituciones. El país se compromete a pagar unos intereses a cambio del dinero que recibe, una obligación que se llama deuda. Un territorio se declara en quiebra cuando no puede pagar su deuda, es decir, cuando no dispone de suficientes recursos para devolver ese dinero a los inversores.
Generalmente, si se llegar a la situación de insolvencia, un país dispone de dos opciones. Por un lado, puede declararse insolvente y negarse a pagar o puede reestructurar la deuda y extender el plazo del pago. Y, en ese caso, la mayoría de los países optan por la misma opción, solicitar un rescate, es decir, una ayuda económica a los organismos internacionales.
Los rescates fueros bastante populares durante la crisis económica, ya que varios países tuvieron que solicitarlos para poder salir de la situación de quiebra. En Europa, cinco países tuvieron que pedir un rescate a los organismos europeos (Grecia, Irlanda, Portugal, España y Chipre).
Una medida posible para evitar el corralito es que el Gobierno cierre los bancos o imponga controles sobre los capitales
El corralito, una de las consecuencias más temidas por los clientes
Como ya hemos podido comprobar en primera persona en España, los rescates no se conceden a cambio de nada. Para recibir las ayudas, los países deben presentar un plan de salida de la crisis económica, en los que se incluyen medidas que no suelen ser del agrado de la población, como los recortes sociales o los salarios más bajos.
Además, se genera una pérdida de confianza en la economía del país, por lo que uno de los actores más afectados en esta situación son los bancos y, en consecuencia, sus clientes. Los ahorradores pueden luchar por retirar masivamente su dinero de los bancos y depositarlo en cuentas bancarias de otros países, provocando el conocido corralito, una situación que se produce cuando el banco no dispone de suficiente liquidez para todos sus clientes y tiene que limitar las extracciones.
No obstante, para evitar esta situación crítica que afectaría directamente al ahorrador se pueden tomar varias medidas. Una de ellas es que el Gobierno cierre los bancos e imponga controles sobre los capitales, es decir, que no permita que los clientes puedan acceder a su dinero hasta que no haya una cierta estabilidad en la economía del país.