PwC liquida la previsión de crecimiento del Gobierno y recorta un punto el PIB para 2023
El Gobierno había estimado un crecimiento del 2,1% para el próximo año, mientras que la consultora lo sitúa en el 1,1%
La consultora PwC ha liquidado la previsión del Gobierno de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) para 2023 y la ha recortado en un punto. Mientras que el Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez vaticinó que la economía española el próximo año crecería un 2,1%, el panel de expertos, empresarios y directivos de la consultora ha previsto un crecimiento del 1,1%, en el último informe del Consenso Económico y Empresarial de PwC.
La cifra prevista por PwC no solo ha rebajado en un punto las estimaciones del Gobierno, sino que también ha reducido en dos puntos el pronóstico de la propia consultora, que en su último análisis calculó un aumento del PIB para 2023 del 3%. De esta manera, la previsión de PwC se ha situado en la línea de la del Banco de España, del 2,1%, y la del Fondo Monetario Internacional, del 1,2%.
Asimismo, la consultora también ha recortado en una décima su previsión para este 2022, puesto que ha estimado un crecimiento de la economía española del 3,9%. La cifra también se sitúa por debajo de la pronosticada por el Gobierno, que vaticinó un aumento del PIB del 4,4%.
Pesimismo respecto la evolución de la economía española
Entre las distintas causas que explicarán esta ralentización de la economía el próximo año, el informe ha apuntado a una caída de la demanda de las familias, tanto de consumo como, especialmente, de la compra de vivienda. Y es que, el 59,3% de los panelistas ha asegurado que la situación económica de las familias es regular y el 70,3% prevé que vaya a peor en el primer trimestre del próximo año.
Mientras que el 74,6% ha confiado que en los próximos seis meses el consumo se reduzca, el 85,6% espera que suceda lo mismo con la compra de vivienda, a causa de la subida de los tipos de interés y el encarecimiento de las hipotecas.
El pesimismo también se extiende al ámbito empresarial, puesto que el 70,1% de los expertos y directivos encuestados han tildado su situación financiera de regular y, además, han esperado que vaya empeorando a corto plazo. En este sentido, el 67,8% ha vaticinado una caída en la inversión productiva de las empresas y el 75,4% de la creación de empleo.
Sin embargo, su mejor situación en comparación con la de las familias se apoya en la evolución de las exportaciones. Pues, el 47,5% de expertos ha vaticinado que seguirán estables hasta mitad del próximo año, una situación que se está viendo beneficiada por la depreciación del euro frente al dólar.
PwC mejora su previsión de inflación
En cuanto a la inflación, el porcentaje expertos que ha considerado que sus empresas o las de su sector continuarán incrementando los precios a causa del aumento de costes se ha reducido del 63,4% al 58,4%. Por otro lado, se ha incrementado en cinco puntos hasta el 40,6%, el número de empresarios que prevén que los conservarán estables a causa de un estancamiento de la demanda. Por ello, el panel ha mejorado su estimación de inflación para este año y la ha reducido del 6,6% al 5,5%.
El 49,1% de los panelistas esperan que los precios de la zona euro sigan en niveles elevados
Sin embargo, el 64,4% de los expertos han considerado que se está viviendo en la eurozona un contexto inflacionista no visto desde la década de los setenta, y consecuentemente, reclaman que la Unión Europea tome medidas. Asimismo, el 52,9% ha opinado que el Banco Central Europeo (BCE) tendría que ajustar las subidas de los tipos de interés a la evolución del escenario económico. Por su parte, únicamente el 25,2% ha visto necesario acelerar el endurecimiento de la política monetaria, ante la negativa evolución de la inflación subyacente y por los mayores riesgos de los efectos de segunda ronda.
A corto plazo, el 49,1% de los panelistas ha esperado que los precios de la zona euro sigan en niveles elevados, en torno al 6%, al considerar que la resolución de la crisis energética llevará años, aunque un 37,1% no ha descartado que la recesión económica pueda dar lugar a una desaceleración mayor.
Mientras que un 85,7% han abogado por reformas estructurales y políticas de oferta que impulsen la innovación y la productividad para combatir la inflación, el 64,7% ha optado por impulsar el diálogo con las empresas para saber qué medidas pueden contribuir a reducir su exposición al repunte generalizado de los costes de producción.
Impacto de los Presupuestos para 2023
El 71% de los expertos, directivos y empresarios encuestados ha considerado que aún es demasiado pronto para saber si el incremento de la inflación tendrá un carácter estructural. Asimismo ha apuntado al incremento de precios de la energía y la subida de costes salariales como los factores que más preocupación les causan de cara a una futura evolución del IPC.
En relación con el impacto de los Presupuestos Generales de 2023 sobre los precios, un 68,1% ha visto en la mayor presión fiscal y el alza de las cotizaciones sociales un factor en el incremento de costes a las empresas y, por tanto, en la inflación. No obstante, un 73,3% ha echado en falta que los presupuestos no se hayan acompañado con un plan de consolidación fiscal.