PSOE y Podemos cierran la crisis de la reforma laboral con una «derogación» pero parcial
La coalición de Gobierno ha acordado derogar la reforma laboral del PP en los términos del acuerdo de Gobierno y del Plan de Recuperación enviado a Bruselas, para lo que trabajará por un acuerdo "equilibrado" con CEOE y sindicatos
El PSOE y Unidas Podemos han alcanzado tras una semana y media de desencuentros y la crisis desatada en el seno de la coalición de Gobierno un acuerdo para la derogación de la reforma laboral de 2012 en los términos del acuerdo de coalición y el Plan de Recuperación enviado a la Comisión Europea. El desmontaje de la norma laboral del PP será por tanto parcial.
El acuerdo ha sido suscrito tras la reunión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con las vicepresidentas de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y Trabajo, Yolanda Díaz, y los ministros de Hacienda, María Jesús Montero, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, y de Educación, Pilar Alegría, como también la portavoz y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez.
La derogación de la reforma laboral era la principal exigencia realizada por Unidas Podemos, con Díaz a la cabeza, en sintonía con los sindicatos, frente al rechazo de la patronal y las reticencias de la vicepresidenta Calviño, que llevaron hace 10 días a una crisis de Gobierno por las supuestas «injerencias» de Calviño denunciadas por Unidas Podemos.
Aunque el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, había afirmado en el Congreso Confederal del PSOE que se derogaría la reforma laboral, este finde semana rehusó reiterar el compromiso y se refirió a la reversión de «algunas cosas» de la norma laboral del PP, pero finalmente Sánchez ha cedido ante Díaz y la coalición ha acordado la derogación.
Eso sí, el comunicado remitido por Moncloa habla de derogación pero en los términos establecidos en el acuerdo de coalición y el Plan de Recuperación, por lo que no especifica en ningún momento que el desmontaje vaya a ser «completo».
En cualquier caso, el consenso alcanzado cierra la crisis desatada en el seno del Gobierno por la reforma laboral y allana el camino al Ejecutivo de coalición para sacar adelante una de sus principales reformas de la legislatura y tratar los plazos acordados con Bruselas para que la nueva norma esté aprobada antes del 31 de diciembre. También devuelve en parte la estabilidad gubernamental perdida la semana pasada, al menos de cara a la opinión pública, en aras de agotar la legislatura hasta 2023.
Negociación colectiva, temporalidad y subcontratación
«El Gobierno está comprometido con la derogación de la reforma laboral de 2012 en los términos que establece el acuerdo de coalición y el Plan de Recuperación enviado a la Comisión Europea«, reza el comunicado.
En este sentido, señala que la temporalidad y la precariedad son, junto al desempleo, las principales anomalías del mercado laboral español y en el Gobierno están «decididos a dejarlas atrás». Para ello, ven imprescindible disponer de herramientas equilibradas en la negociación colectiva y al mismo tiempo, establecer condiciones claras para la subcontratación.
En las últimas semanas Calviño ha estado apelando a un acuerdo «equilibrado» para la reforma laboral, en tanto que durante los más de siete meses de negociaciones en el diálogo social de la mano del Ministerio de Trabajo, el equipo de Díaz ha planteado cambios para limitar la subcontratación y la temporalidad, así como establecer la prevalencia del convenio sectorial sobre empresa a la hora de fijar horarios y parte de la remuneración.
Acuerdo «equilibrado» incluyendo a patronal y sindicatos
Sobre la base del trabajo realizado con los agentes sociales hasta el momento, el Gobierno afirma que busca, a través del diálogo social (es decir, incluyendo a CEOE y sindicatos), un acuerdo con todas las partes «justo y equilibrado». En línea con los pronunciamientos de Calviño, esta voluntad es «la mejor garantía de obtener una reforma duradera» dentro del acuerdo establecido con la Comisión Europea en el Componente 23 del Plan de Recuperación.
«El objetivo del Gobierno es construir un nuevo modelo de relaciones laborales para el siglo XXI que acompañe el proceso de modernización de la economía gracias a los fondos europeos, a través del diálogo social», añade el comunicado tras el acuerdo de la coalición de Gobierno.
El acuerdo se ha producido tras el acuerdo de la semana pasada para establecer una nueva coordinación de cara a la fase final de la reforma laboral, PSOE y Unidas Podemos habían consensuado una reunión al máximo nivel con Sánchez, Díaz y Calviño, así como otros ministros, los martes, un día antes de la reunión técnica de los miércoles, a las que además de Trabajo se suman dos directores generales de los ministerios de Asuntos Económicos y de Seguridad Social.
Tras la reunión técnica de los miércoles por la mañana, por las tardes habrá otra reunión de coordinación gubernamental con los mismos integrantes que en el encuentro de los martes, por lo que estarán presentes de nuevo Calviño y Díaz, tuteladas por Sánchez, junto a otros ministros.
«El Gobierno nunca ha tenido dudas del objetivo»
La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha indicado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, tal y como se ha acordado en la reunión de la coalición, que el Gobierno defina las relaciones laborales del siglo XXI y aprobar antes de que acabe 2021, «una legislación laboral moderna que revise los desequilibrios de la reforma de 2012 y deje atrás los problemas estructurales de nuestro mercado de trabajo».
Pese a las evidencias palpables en el seno del Gobierno en los últimos meses, Rodríguez ha asegurado que el Gobierno «tiene claro el objetivo» y «nunca ha tenido dudas» sobre él, al ser el mismo desde el discurso de investidura de Pedro Sánchez, plasmado en el acuerdo de coalición y en el Plan de Recuperación, si bien se ha trabajado en hacer «pedagogia» y mejorar la coordinación para la fase final de la reforma.
Por lo tanto, ha dicho que se trata de continuar con la senda que ya hemos iniciado con la derogación del artículo 52.d que permitía el despido por baja médica, los reglamentos de igualdad, los ERTE, la Ley ‘Riders’, el Trabajo a distancia y la Ley de Formación Profesional.
Respecto a la derogación de la reforma laboral ha precisado que «cualquier nueva normativa en relación a la reforma laboral implica la derogación de la anterior» y «jurídicamente y técnicamente no se puede producir derogación sin nada alternativo», por lo que el Ejecutivo no se queda solo con la «contrareforma», sino que impulsará un modelo «mucho más ambicioso».
En cualquier caso, ha insistido en la intención de incorporar el diálogo social con «un acuerdo justo para todas las partes», que propicie un cambio en las relaciones laborales para que los trabajadores tengan mayor seguridad y los empresarios más «seguridad jurídica».
El PP carga contra el acuerdo
Las reacciones al acuerdo no se han hecho esperar y desde la oposición, el PP, artífice de la reforma laboral de 2012, ha cargado duramente contra la derogación de la norma de llevarse finalmente a la práctica.
La vicesecretaria sectorial del PP, Elvira Rodríguez, ha indicado en un tuit que «salvo que sigan engañando y jugando con las palabras, es la peor noticia que podría recibir el mercado de trabajo y, por ende, los trabajadores españoles», a lo que ha añadido una pregunta sobre si se pronunciará Europa. A falta de ver en qué se concreta el anuncio, avisa de que se aleja de lo que pedía Europa en flexibilidad para desbloquear la recepción de los fondos de Reconstrucción.
Los partidos nacionalistas y los sindicatos lo ponen en duda
El portavoz del PDeCAT en el Congreso, Ferrán Bel, ha pedido al PSOE y a Unidas Podemos «que dejen de hacer el ridículo» diciendo que van a derogar la reforma laboral, ya que el partido de Pedro Sánchez lleva un 35% del tiempo en el poder desde la aprobación de dicha reforma y Unidas Podemos un 20%.
La portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, ha remarcado tras el acuerdo que «las palabras y los compromisos adquiridos son importantes en política, pero los hechos lo son aún más». «Lo que se pacta, se cumple», ha sentenciado. Cabe recordar que el PSOE y Unidas Podemos firmaron en mayo de 2020 con la formación nacionalista vasca un acuerdo para la derogación «íntegra» de la reforma laboral, sin embargo los socialistas se retractaron y desmarcaron posteriormente del mismo.
Del lado sindical, también han puesto en cuarentena el acuerdo de la coalición del Gobierno a la espera de que se aborde en la mesa de negociación de la modernización del mercado de trabajo de los miércoles. El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha indicado tras el acuerdo del Gobierno que «la prueba del algodón» vendrá con la reunión de la mesa de diálogo social de este miércoles y ha aclarado que «nadie del Gobierno» ha trasladado a CCOO «una revisión de sus posiciones».
Desde UGT, el vicesecretario General de Política Sindical de UGT, Mariano Hoya, ha exigido la derogación de la reforma laboral de 2012 y ha abogado por un acuerdo tripartito antes de final de año que consiga reequilibrar la negociación colectiva, que recupere la prevalencia del convenio sectorial, la ultractividad y que disminuya la tasa de temporalidad hasta el 12% en nuestro país, ya que en la actualidad es una de las más altas de Europa.