España sitúa los precios eléctricos de la industria entre los más altos de Europa
La industria está en medio de una pelea de cifras para defender qué país tiene los precios de la electricidad más bajos, pero la foto no siempre es la correcta
El Gobierno de España ha entrado en una ‘guerra de mapas’. Desde hace semanas, y ante la diferencia de precios a la baja en el mercado mayorista de la luz con respecto a otros países europeos, todo cargo público ligado al Ejecutivo tiene la misión de resaltar dicha hazaña. Sin embargo, existe otro mapa -también de Europa-, donde la fotografía es muy distinta: los precios minoristas que paga la industria.
Y es que si algo ha traído consigo la crisis energética es una puesta a punto de los conceptos que rodean al sector. En estos momentos el precio mayorista de la electricidad está anormalmente alto en Francia, Alemania o Italia -por encima de los 600 €/MWh-, mientras que en España está algo más bajo -aunque no mucho-, una situación que ha servido para presumir sobre los efectos de la ‘excepción ibérica’. Sin embargo, la realidad del precio final minorista es muy distinta.
Así se puede ver en el siguiente mapa, perteneciente al primer trimestre de 2022, donde la Comisión Europea ofrece los datos del mercado eléctrico minorista de la industria.
La fotografía ya no es tan atractiva para ciertos intereses políticos. Es cierto que, en el periodo de estudio, los precios de Francia o Alemania no estaban tan altos como ahora. En concreto, el país galo tuvo unos costes mayoristas de 230 €/MWh, según recoge la Comisión, mientras que España tuve ese precio en 228 €/MWh. Es decir, prácticamente iguales.
Por el contrario, el precio minorista que finalmente pagan las empresas, con las diferentes condiciones de consumo que dispone Bruselas, es claramente inferior en el país vecino. Francia tiene 10,7 cts/kWh, mientras que España asciende hasta los 26,4 cts/kWh.
Países como Alemania (21,8 cts.) o Polonia (11,6 cts.), también tienen unos precios muchos más bajos que España, o la también vecina Portugal. Entre los motivos, como sucede en el caso francés, es que la composición de su tarifa final para generar los costes eléctricos no está exclusivamente ligada al ‘pool’ mayorista. En el país galo utilizan parte de los precios que arroja la nuclear (más barata) en una mezcla con el propio mix. Asimismo, estos costes más bajos se deben a la ausencia de algunos tipos de peajes o tasas diferentes en cada país.
La industria necesita ayudas
El escenario para las empresas industriales que hacen uso intensivo de la electricidad, o que usan el gas como combustible, cada vez es más complicado. De hecho, desde hace meses claman contra ese agravio que sufren con respecto al precio en otros países. Básicamente porque al final los clientes pueden ser terceros países y, por lo tanto, han competido en desigualdad de condiciones antes los costes energéticos.
Bajo este contexto, una de las principales patronales industriales de España, GasIndustrial, asegura a ECONOMÍA DIGITAL que una de sus grandes reivindicaciones tiene que ver con las ayudas a las empresas, y por eso piden al Gobierno que despliegue todas las facilidades que permite la Unión Europea.
Hasta ahora se ofrecen ayudas que alcanzan los 400.000 euros por empresa. Sin embargo, estiman desde la patronal, que esto es insuficiente cuando algunas compañías tienen gastos millonarios en materia de energía en su cuenta de resultados.
Están un poco contrariados porque Bruselas permite ayudas de hasta 2 M€. Y no solo eso. Si las empresas demuestran estar en pérdidas, dicha cuantía puede alcanzar los 25 M€; y, más allá, las industrias que se encuentren en sectores específicos pueden llegar a recibir hasta 50 millones de euros.