¿Por qué justo ahora se desploma el petróleo?
El barril de Brent se encamina hacia un cierre de semestre con un desplome acumulado del 20%, el mayor desde 1997. ¿Por qué justo ahora?
El petróleo es uno de los principales termómetros de la economía mundial. Desde marzo de este año el precio del barril de crudo inició un descenso, para algunos inesperado, que parece no haber tocado suelo: el barril de Brent, de referencia en Europa, cerró este miércoles con un precio de 44 dólares. Pero lo más significativo es el contexto y el modo en que se ha producido este desplome.
En septiembre de 2016 la OPEP, que agrupa a los principales países productores, acordó el primer recorte en la emisión de barriles desde 2008, con un límite diario de 32,5 millones que entró en vigor el 1 de enero pasado. El movimiento, pensado para estabilizar el precio del crudo ante un exceso de oferta, tuvo el efecto esperado durante los dos primeros meses. Seis meses después, sin embargo, el mercado del crudo enfila el peor primer semestre desde hace dos décadas, con un desplome acumulado del 20%.
¿Se ha acabado la era del oro negro? ¿Nos encaminamos hacia un mercado mundial donde el crudo deje de marcar los ritmos de la economía global? Algunos analistas ponen en duda un escenario como el descrito.
“Si eres optimista con el crecimiento global, también lo deberías ser con el petróleo”, sentencia Neil Dwane, analista jefe de Allianz Global Investors. Dwane rechaza el argumento de que la muerte del petróleo está cada día más cerca, gracias al auge de compañías como Tesla, que lo han apostado todo al éxito del coche eléctrico y a un cambio profundo de los modelos de movilidad.
“Hay un montón de industrias en las que los coches eléctricos y Tesla pueden ser interesantes, pero desde luego no en el futuro más próximo”, un plazo a cinco años por ejemplo, apunta Dwane a Business Insider.
“No podemos cambiar la manera en la que volamos alrededor del mundo, o lo mismo se puede decir sobre cómo funciona el comercio a través de barcos que cruzan los mares”, apunta el analista, quien acaba señalando que existe una cierta exageración (o “hype”, según el término en inglés) en torno a este tema.
«No podemos cambiar la manera en la que volamos alrededor del mundo», señala, escéptico, el analista Neil Dwane
Un mercado saturado
Un elemento que sin duda hay que tener en cuenta es la todavía excesiva oferta de barriles en el mercado, a pesar del recorte dictado por la OPEP. Según informa este lunes Bloomberg, mayo cerró con un máximo anual de barriles almacenados, que alcanzaron al cierre del último mes los 111,9 millones, coincidiendo con la bajada en el precio del Brent. La respuesta de los inversores señala la ineficacia, al menos por el momento, de la reducción negociada por los principales productores de crudo.
La esperanza ahora parece posarse, cómo no, en el mercado asiático y el tirón de su principal motor, China. Las tasas de crecimiento esperadas para el gigante del Pacífico, por encima del 4%, implicarían un aumento sostenido de la demanda de crudo en el país, que podría equilibrar la situación actual del mercado mundial de crudo, señala Dwane.
Para este analista el objetivo habría de ser, en un plazo a cuatro años vista, un aumento del precio en el rango 65 – 74 dólares el barril.