Podemos abre el frente fiscal con el PSOE: lanza reforma para recaudar 30.000 millones con más impuestos
Unidas Podemos propone subir los impuestos a las grandes rentas, patrimonios y las eléctricas, crear un nuevo tributo a las viviendas vacías y a los alimentos de mala calidad nutricional y un nuevo marco de impuestos 'verdes'
Tras las largas negociaciones y la polémica y ajustada votación de la reforma laboral, Unidas Podemos pone ahora el foco en la reforma fiscal como el siguiente caballo de batalla en el seno del Gobierno de coalición y, por ello, ha presentado una batería de propuestas fiscales para la futura reforma que contempla una serie de subidas de impuestos y nuevos tributos para conseguir aumentar en 29.800 millones de euros la recaudación.
La presentación de su propuesta de reforma fiscal «progresiva» no es casualidad en el tiempo al producirse junto después de la convalidación de la reforma laboral el pasado jueves en la Cámara Alta y antes de que el comité de expertos designados por la ministra de Hacienda, la socialista María Jesús Montero, den a conocer sus recomendaciones, con fecha límite el próximo 28 de febrero.
Entre las principales propuestas figura el aumento de los tipos impositivos del IRPF a los contribuyentes con más de 120.000 euros de renta; sustituir el impuesto de Patrimonio por una tasa a grandes fortunas; aumentar un 10% el impuestos de Sociedades a las eléctricas, un impuesto estatal que grave las viviendas vacías, otro nuevo tributo para gravar los alimentos de mala calidad nutricional, un nuevo marco de fiscalidad ‘verde’.
Todos estos planteamientos han sido ferviertemente defendidos en pro de la «justicia fiscal y redistributiva» en el acto ‘Tax the rich. Equilibrar la balanza fiscal’, que ha contado con la participación de las ministras de Derechos Sociales y Agenda 2030 e Igualdad, Ione Belarra e Irene Montero, el exlíder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, el responsable del área económica de Podemos, Nacho Álvarez, el presidente de Gestha (Técnicos de Hacienda), Carlos Cruzado, y la coordinadora de Justicia Fiscal de Oxfam Internacional, Susana Ruiz, aunque entre el público también se han visto a miembros de ERC (Marta Rosique) y Bildu (Gorka Elejabarrieta).
Álvarez ha defendido que «el camino de la igualdad es el camino de las reformas fiscales» y es «el que toca emprender en este momento para salir de la crisis garantizando la reconstrucción de un contrato social», para reforzar los servicios públicos. “No podemos hablar de democracia real en España sin justicia fiscal”, ha avisado Belarra, apuntando a la necesidad de consenso en el bloque de investidura y de la mayoría parlamentaria, al tiempo que Montero ha defendido la política fiscal redistributiva como elemento «esencial para construir unos servicios públicos «fuertes».
Impuesto a las grandes fortunas
Belarra ha denunciado que la «mayor parte» de los impuestos lo pagan la gente trabajadora y las pymes frente a las grandes empresas, y para acabar con esa anomalía ha defendido la necesidad de fijar un «tax the rich» (impuesto a los ricos), para «ejercer la soberanía y el patriotismo de verdad frente al de las pulseritas y las cunetas en Suiza».
En este sentido, Podemos denuncia que las grandes fortunas son «un 244,9% más ricas», ya que pasaron de los 36.300 millones de 2010 a 88.900 millones en 2021, por lo que exige «que paguen lo que les toca». Así, retoma su propuesta de crear un nuevo impuesto a las grandes fortunas, para sustituir el actual tributo al Patrimonio, focalizado en fortunas a partir de un millón de euros, con una exención por vivienda habitual de 400.000 euros y que no sería bonificable por las comunidades autónomas.
En cuanto al IRPF, la formación ‘mordada’ plantea elevar los tipos a partir de los 120.000 euros con nuevos tramos, de forma que las rentas entre 120.000 y 150.000 abonarían un 48% frente al 45% actual, mientras que desde esa franja hasta los 300.000 euros pagarían un 50%, frente al 45% actual. Las rentas superiores a 300.000 euros tendrán un tipo del 52%, en línea con la tarifa anterior a 2005 cambiada con la reforma del PP:
Otro de los focos en los que Podemos ha centrado su mirada para su propuesta de reforma fiscal son las eléctricas. Para ellas reivindica un recargo de 10% en el tipo del Impuesto de Sociedades por un periodo mínimo de cinco años prorrogables, para destinar los 1.500 millones que aportaría de recaudación a abaratar el recibo de la luz.
Para el Impuesto de Sociedades apunta al tipo mínimo del 15% consensuado a nivel internacional, limitar las exenciones de dividendos y plusvalías de sociedades por su participación en filiales en el 85%, fijar un límite temporal al plazo legal para la compensación de bases negativas de ejercicios anteriores a 4 años y reducir el tributo a las pymes del 25% al 23%, tal y como pidió ya para los Presupuestos de 2022. A ello se añadiría la eliminación de los denominados «privilegios fisales» de las ‘sicav’ y las ‘socimis’, con unos ingresos totales de 9.000 millones para las arcas públicas.
A su vez, modificaría la ‘tasa Tobin’ (impuesto a las transacciones financieras) con el fin de considerar las ventas brutas intradía y no sólo las netas y añadiría otras operaciones distintas a la compraventa de acciones, como los derivados financieros, logrando otros 1.500 millones.
Viviendas vacías, impuesto a la mala calidad nutricional…
En materia de vivienda, Podemos insiste en fijar un gravamen específico para gravar las viviendas vacías, más allá del recargo en el IBI recogido en la nueva Ley de Vivienda, de forma que se aplique un impuestos de 5 euros por metro cuadrado de vivienda vacía, con el que se ingresarían 1.700 millones más.
En cuando a los impuestos referidos a la Salud, propone la configuración de un impuesto «sintético» que grave la calidad nutricional de los alimentos, conocida como ‘fat tax’, con el fin de recaudar 800 millones y reducir los productos que provocan un alto coste en la sanidad pública por ir ligados a enfermedades cardiovasculares y de otro tipo, siguen la estela iniciada el año pasado cuando el Gobierno subió del 10% al 21% el IVA a las bebidas azucaradas.
Otras propuestas pasan por eliminar la posibilidad de reducirse aportaciones a planes de pensiones privados de la base imponible a partir de los 60.000 euros y reducir la brecha entre el tipo impositivo que disfrutan los beneficiarios de la ‘Ley Beckham’ y el tipo del régimen general para recaudar en su conjunto 6.000 millones más.
Y de nuevo recupera sus reivindicaciones aparcadas en los Presupuestos de 2022 pero comprometidas en el marco del Gobierno de coalición, frenado por el PSOE, como reducir al tipo superreducido el IVA a los productos de higiene femenina, las peluquerías, los productos alimentarios y los servicios veterinarios, co una merma recaudatoria de 1.200 millones de euros.
Fiscalidad verde: reforma para financiar los servicios públicos
En línea con su defensa de la transición ecológica, los dirigentes de Podemos han desgranado su planteamiento en materia de fiscalidad ‘verde’, con 1.500 millones de recaudación que se lograrían con, entre otras iniciativas, la equiparación del tipo aplicable a las actividades relativas al refino y almacenamiento de hidrocarburos al tipo del 30%, limitar la compensación de bases imponibles negativas a cuatro años y suprimir la reducción de la base imponible del Impuesto de Sociedades en concepto de explotación de hidrocarburos.
Con los casi 30.000 millones de recaudación han explicado que se apuntará y reforzará el Estado de bienestar con la cobertura de educación infantil de 0 a 3 años, el despliegue de la prestación universal por crianza con una cuantía de 100 euros con carácter general y 125 euros para las familias monoparentales.
También se habilitaría financiación especial a las CCAA para reforzar la sanidad pública, se ampliarían los permisos de paternidad a 24 semanas, se abarataría el recibo de la luz y se podría habilitar el permiso retribuido de 7 días al año para atender a un familiar o conviviente planteado por Ione Belarra e Irene Montero.