Podemos aprieta a Sánchez para que acepte derogar toda la reforma laboral
La formación morada aspira a acabar por completo con la normativa de 2012, pero desde el PSOE se habla de eliminar solo las partes más lesivas
Pedro Sánchez ha rebajado el tono sobre la derogación de la reforma laboral. El presidente del Gobierno se ha comprometido a llevar a cabo este compromiso antes de que cierre el año, pero solo para cambiar «algunas cosas» de la normativa que aprobó Mariano Rajoy en 2012. Una matización que ha provocado el enfado de sus principales socios parlamentarios.
El portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha reaccionado con una imagen en su cuenta oficial de Twitter en la que se ve el contenido del acuerdo de la coalición para iniciar la legislatura. En el punto 1.3 del documento conjunto se habla directamente de derogar la reforma laboral.
Echenique ha tirado del vocablo del latín pacta sunt servanda, que se podría traducir como «lo pactado obliga», para forzar al presidente del Gobierno a ceñirse al contenido del pacto entre los dos partidos, que incluye tres compromisos urgentes: acabar con despido por absentismo, derogar las limitaciones temporales de los convenios colectivos y acabar con la prioridad de los convenios de empresa sobre los sectoriales.
Esta nueva presión en la negociación se produce después de que el grupo socialista haya modulado su discurso en las últimas semanas para hablar ahora de derogar solo «las partes más lesivas» de la reforma laboral de 2012, ya que no están dispuestos a acabar por completo con el texto sin una alternativa que les satisfaga.
Esta postura se puede apreciar en todos los discursos de Sánchez. En su última intervención desde la cumbre del G-20 en Roma no hizo ninguna mención a la palabra ‘derogar’ pero sí que insistió en otros conceptos como ‘modernizar’ el marco de relaciones laborales, para lo que llamó tanto a patronal como a sindicatos para un gran acuerdo general.
Más País alienta una batalla legislativa por la reforma laboral
El discurso de Sánchez también le aleja de otros socios parlamentarios que pueden resultar clave para sacar adelante la reforma laboral. Su alianza con Podemos únicamente le granjea 155 diputados en el Congreso, por lo que para aprobar el nuevo marco normativo necesitará el apoyo de formaciones como Esquerra Republicana, el Partido Nacionalista Vasco, Bildu, Más País o Compromís.
El líder de Más País, Íñigo Errejón, ya ha manifestado su rechazo a que solo se toque una parte del texto y ha advertido que forzará el debate parlamentario para intentar que cumpla con el objetivo. «Le recordamos que se comprometió en el Congreso y no puede quedarse a medio camino», ha expresado en Twitter.
En los últimos días también han mostrado sus dudas desde el Partido Nacionalista Vasco (PNV). Aunque no han entrado en el fondo de la negociación, ya han advertido que son una llave parlamentaria y que no se conformarán solo con dar el ‘sí’ al proyecto que presente el Gobierno en la cámara.