Pere Navarro (Consorcio de la Zona Franca): “DFactory será un polo de atracción para empresas de la nueva economía”
El delegado del Estado en el consorcio explica que el recién abierto DFactory será una fábrica de industria 4.0 y repasa otros proyectos, como los salones, el centro de formación en Correos y la reindustrialización de Nissan
Pere Navarro cumplirá este verano cuatro años como delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona. Como una legislatura, pero muy distinta a las que estaba acostumbrado el exalcalde de Terrassa y excandidato del PSC a la presidencia de la Generalitat.
Le entrevistamos en DFactory, su último y más novedoso proyecto, un edificio cúbico de 17.000 metros cuadrados al lado de la Seat de Zona Franca y que es solo la primera piedra de la gran fábrica de industria 4.0 que quiere montar Navarro para transformar todo el polígono hacia la nueva economía.
Llega ajetreado pero nos atiende con calma, muy orgulloso de su último hijo, y con tantas ganas de hablar y contarnos todos los proyectos del consorcio, también los polémicos, como de enseñarnos hasta el último rincón de este moderno y gigantesco cubo que ya bulle de actividad.
¿Desde cuando está en funcionamiento DFactory?
El edificio empezó a construirse a finales de 2019, una fecha fantástica, y sí que es verdad que hubo retrasos, cuando se pararon las actividades no esenciales, pero se acabó en verano de 2021. Entonces empezamos a desarrollar un modelo de gestión, porque esto quiere ser mucho más que una actividad de real estate. Aquí no solo alquilamos metros cuadrados, aquí lo que queremos es crear un núcleo muy importante de generación de actividad de industria 4.0.
¿Qué es la industria 4.0?
Robótica, sensórica, inteligencia artificial, el internet de las cosas, impresión 3D, etc. Todo lo que significa la industria ligada a la nueva economía. De alguna manera volvemos a los orígenes del polígono, porque en los años 50 aquí se instalaron Seat y Motor Ibérica y en aquel momento fabricar 600 era lo más innovador que había y además ocupaba muchos puestos de trabajo. Ahora se trata de replicar aquel experimento que salió bien, pero con la industria 4.0.
“Con DFactory volvemos a los orígenes de la Zona Franca: en los años 50, fabricar el Seat 600 era lo más innovador que había”
Ya hay empresas trabajando aquí.
Tenemos ya un centro tecnológico ubicado aquí, Leitat, que aquí es inquilino y tiene el 3D Hub, que está ligado a la incubadora que tenemos en la sede del Consorcio, donde tenemos 1.000 metros cuadrados y se han incubado ya 82 empresas, todas con la característica común de trabajar en impresión 3D. Unos están haciendo saxos, otros están haciendo prótesis, joyas, gafas, motos, coches… aquí tenemos un coche hecho en su mayor parte con impresión 3D. La tecnología de la impresión 3D hace 40 años que existe, se ha podido escalar industrialmente y por primera vez se han producido cosas que se pueden vender en mercado. La impresión 3D te permite hacer prototipos con un coste limitado.
Tenéis el 3D Hub. ¿Qué más?
El showroom de robótica, donde están trabajando varias marcas, tenemos un centro de inteligencia artificial orientado a la industria, montado por Huawei. HP tienen un centro aquí de creación de prototipos por encargo de otras empresas con impresión 3D.
¿HP tiene la sede en Sant Cugat y también está aquí?
HP tiene su centro mundial de impresión 3D en Sant Cugat, lo inauguraron en julio de 2019, y lo que tienen aquí es una pata de ese centro. Por lo tanto se trata de alquilar espacios pero también de crear una comunidad de empresas de la nueva economía y la industria 4.0. La idea es que esto sea el centro, el núcleo a partir del cual se irradie esta nueva economía en todo el polígono de la Zona Franca
¿Una empresa que empieza con los prototipos 3D en el otro edificio, luego vendrá aquí a producir?
Allí los socios somos Leitat, la Fundacion Incyde y las Cámaras de Comercio de España, a través de la cual conseguimos fondos europeos. Si tú tienes una idea, hay un centro de selección. Si llegas allí, lo que hacemos es orientarte sobre como una idea se puede convertir en un producto comercial, porque hay gente que tiene muy buena voluntad y unas ideas fantásticas pero alguien tiene que comprarlo. Nosotros les enseñamos a escalar industrialmente el producto. Tenemos impresoras industriales en la incubadora y pueden ir haciendo muestras, prototipos, etc., y a partir de aquí perfeccionan el producto y nosotros les asesoramos de cómo se puede comercializar. Muchas sobreviven, otras no. Aunque aquí tenemos a Orion, que se dedican justamente a recuperar ese tipo de startups y a hacerlas revivir para orientarlas en este proceso de crecimiento.
¿Cuando vienen a DFactory?
Cuando ya no están para ser incubadas, han superado esa fase. De lo que se trata aquí es de que aquí estén juntas, con tres grandes empresas como Huawei, HP y Leitat, y de esta relación entre las diferentes empresas pueden surgir nuevos productos, nuevos proyectos, nuevas empresas. Esto tiene que ser una comunidad empresas de industria 4.0. Queremos ser el principal núcleo del sur de Europa de este tipo de industria. Cosas como esta en el mundo hay pocas: está el Newlab en Nueva York, en Brooklyn, y Station F en Francia, y hay alguna otra experiencia en Alemania y en Singapur, pero hasta donde sabemos, somos la única pública.
Ya está bastante lleno…
Podemos estar en la mitad, pese a que casi no hemos ni empezado en serio. Desde diciembre hemos estado haciendo el modelo de gestión y ahora estamos hablando con muchas empresas que están interesadas en instalarse aquí. Es algo muy atractivo, hay mucha gente que quiere venir, que ve el edificio y quiere instalarse. Creo que lo podemos llenar rápido, aunque nunca estará al 100% porque lo interesante es que haya rotación, además también hay espacios de coworking. Es distinto que el Tier 1 de Barcelona Tech City, aquello es real estate, y aquí queremos que tenga un carácter industrial. Yo siempre digo que en el Tier 1 las cosas salen por el tejado porque van a la nube; aquí las cosas deberían salir por la puerta porque es una fábrica.
¿Qué impacto económico y social puede tener Dfactory?
Tenemos una previsión de puestos de trabajo directos e indirectos, ese es el impacto económico más claro, serán unos 750, pero los más importante es que son relacionados con la nueva economía, no es precario ni a corto plazo. Y eso impregna al resto del polígono. Por ejemplo vino Wallbox, que hace cargadores inteligentes para vehículos eléctricos. Pues eso es algo que nos interesa, porque es un mercado que empieza ahora. Pues un proyecto como DFactory puede ser también un polo de atracción para este tipo de empresas.
Este edificio del DFactory es solo el principio, ¿verdad?
Sí, la idea es que este edificio de 17.000 metros cuadrados sea la primera fase y haya una segunda fase de unos 70.000 más. Este edificio tiene que ser la puerta de entrada al complejo y que en la segunda fase tengamos ya temas más relacionados con la fabricación. Aquí prototipos, robótica, pero allí queremos más fábrica, para producir en serie, con fabricación de productos de impresión 3D masivo, lo que se necesite.
“Este edificio de 17.000 metros cuadrados es la primera fase y habrá una segunda fase, de unos 70.000, más enfocado a la fabricación”
¿Todavía no hay fechas?
Somos muy prudentes porque invertimos dinero público, pero somos una empresa, entonces no podemos ir a pérdidas. Nuestros ingresos son los alquileres que nos pagan las empresas del polígono industrial. Tenemos que hacer un plan de negocio para recuperar esta inversión en x años y hacer que esto sea sostenible económicamente.
También dependerá de las necesidades de las empresas de crecer, imagino.
Y de otras nuevas que puedan venir. Tenemos peticiones, propuestas muy interesantes y muy potentes que también servirán de polo de atracción, porque que los de HP estén aquí hace que otras empresas quieran venir.
¿Para qué sirve un perro robótico de 300.000 euros?
Ese es el precio del prototipo, y el más completo. Va de 170.000 a 300.000 euros. Pues sirve, entre otras muchas cosas, para asegurar perímetros. El perrito va haciendo rondas con cámaras, cámara térmica, etc. Hay quien dice que eliminará muchos puestos de trabajo de vigilantes de seguridad, pero es un robot, necesita a mucha gente trabajando para él: un diseñador, programadores, desarrolladores, mantenimiento, etc. Esto es lo que queremos explorar.
¿Va a haber inauguración oficial?
El acto de la inauguración no es algo imprescindible para funcionar pero queremos hacerlo, ya sin mascarillas, como un acto de presentación del proyecto y del edificio a todos los sectores que están relacionados con la nueva economía tanto de Barcelona como de fuera de Barcelona y de fuera de España. Estamos buscando fecha, que puedan venir autoridades, supongo que será en verano.
‘Proyecto Correos’: “Esperamos que en 2023 empiecen a pasar cosas”
Otro proyecto del Consorcio es transformar el edificio de Correos de Vía Layetana en un centro de formación. ¿Cómo está?
En octubre 2020 lo iniciamos, las tres partes, el Consorcio, Correos y el Ayuntamiento de Barcelona, coincidimos en que queríamos ese proyecto, pero quedaba mucho camino. Hay que ver las condiciones de la cesión del edificio con Correos, el cambio de usos que está dispuesto a hacer el Ayuntamiento, porque es un equipamiento pero dentro tendrán que desarrollarse actividades económicas, que no permiten los usos que tiene ahora. Y el Consorcio tiene que hacer una inversión muy importante, alrededor de 50 millones de euros, es un edificio de 30.000 metros cuadrados, en su parte más emblemática, catalogado, que le da valor añadido pero es una incomodidad. Eso lo tenemos ya bastante adelantado y estamos cerca de la firma de un convenio en el cual cada parte exprese sus compromisos. Ahora tenemos que hacer un proyecto de rehabilitación del edificio en paralelo al proyecto que tiene que hacer el Ayuntamiento de cambio de usos, que no se hace de un día para otro, es un proceso garantista.
¿Cuándo se firmará este acuerdo?
Pronto. En paralelo, vamos a acabar de concretar los usos del edificio. Correos quiere dejar un pequeño espacio de oficina para el público, el Ayuntamiento quiere un espacio de atención a los ciudadanos y el resto del edificio lo vamos a gestionar nosotros.
¿Cómo funcionará?
Se trata de unir jóvenes sin trabajo, formados o no, porque tenemos un 40% de paro juvenil, con empresas, porque cada día nos vienen empresas que nos dicen que necesitan contratar y no encuentran los perfiles profesionales que necesitan, y con centros educativos, de formación reglada o no, desde universidades a centros de FP. Hay empresas que no buscan a gente con 4 grados y 3 másters, sino alguien que sepa hacer aquello que necesitan, y no lo encuentran. Y buscan sobre todo actitud, más que aptitud. Queremos dar la oportunidad a estos jóvenes de que se formen ahí para aquello que necesitan las empresas, que se creen esas aptitudes pero también las actitudes. No formaremos fontaneros, sino gente para trabajar en la nueva economía.
¿Cuándo estará funcionando?
Me gustaría que en 2023 empezaran a pasar cosas, aunque sea a finales.
Los salones: “Queremos crear espacios que generen optimismo”
Hablemos de salones: el de logística, el SIL, será el 31 de mayo y 1 y 2 de mayo. Será ya normal, como prepandemia?
Lo esperamos y lo deseamos, no solo nosotros sino en general todo el mundo, porque estamos notando que hay muchas ganas. Los últimos datos de ocupación son buenos. Va a haber mucho protagonismo de nuevas tecnologías e inteligencia artificial, la logística ya no es una carretilla y unas estanterías, y una reivindicación del mundo de la logística, porque si estos dos años hemos funcionado, ha sido porque la cadena de suministros ha funcionado perfectamente. La logística tiene que ver con el real estate, con la movilidad, con la sostenibilidad, con muchas cosas. Y en este salón, eso se va a explicar muy claramente, por tanto, la relación de la logística con todos estos mundos.
Una visión positiva del sector.
Queremos ser un espacio que genere optimismo. Ya sabemos que todo es muy complicado, pero no queremos lamentarnos. Hace poco hicimos el BWAW, Barcelona Woman Acceleration Week, con 59 ponentes durante tres días, para hablar de la mujer en la economía. Es un espacio que hemos querido utilizar no para lamentarnos sino para reivindicar el papel de la mujer, el actual y el futuro. En el conjunto de la economía nuestro papel es ese. La pandemia ha sido una tragedia, la guerra es un horror, pero creemos que hay gente dispuesta a construir y a reconstruir. En el BNEW del año pasado, entregamos premios a stratups creadas en 2020, en plena pandemia.
¿Cómo será este año el BNEW?
Como sabéis nos lo inventamos en plena pandemia y celebramos la tercera edición la primera semana de octubre. Este año queremos que sea mucho más presencial, con diferentes temas conectados entre sí. Lo que queremos ver es cómo lo complementamos con el SIL y con el Barcelona Meeting Point, que haremos este año con una filosofía distinta, que reflexione acerca de cómo vive la gente. La vivienda se ha convertido en un lugar de trabajo y de ocio, también es un lugar que controla tus constantes vitales. La ciudad esta famosa de los 15 minutos… a todo esto queremos darle una vuelta.
Nissan: “Se recuperarán todos los empleos y se crearán más”
Hablemos de la reindustrialización de Nissan
En la parcela de Nissan intentamos también que haya elementos que tengan relación con la nueva economía, es decir, empresas de fabricación de vehículos eléctricos y que pueden tener un gran futuro.
Además del hub y de Silence, ¿quién más estará?
Ahora estamos terminando de perfilar el layout, el diseño, en el cual va a haber una mezcla de actividad industrial con actividad logística, sobre todo de última milla, que es la que da valor añadido en cuanto al número y la calidad de los puestos de trabajo. Las grandes logísticas no pueden estar aquí, lo que tiene sentido es la última milla. No puede ser todo logístico, para que fuera todo logístico, ya teníamos propuestas encima de la mesa antes de que Nissan anunciara que se iba. Nuestro compromiso también está con la industria y sobre todo con la recuperación de los puestos de trabajo perdidos, que son industriales, y estoy convencido de que se conseguirá y tendremos más empleo del que había en la Nissan. Ahora hay que ver cómo lo hacemos legalmente, si hacemos un concurso, y establecer unos criterios objetivos.
¿No está claro que se vaya a hacer concurso?
Está bastante claro que lo que garantiza la objetividad y la legalidad del proceso, porque somos muy garantistas, es un concurso. Iremos a un mix entre industria y logística, que es lo que queríamos desde el principio. Somos optimistas.
¿Tiene la financiación QEV, la principal empresa del hub?
Hay buenas ideas pero necesitan trasladarse a la realidad del mercado, eso es lo que tienen que hacer las empresas del hub. Ellos han anunciado que tienen financiación, Silence la tiene y los logísticos también la tienen, así que esperemos que sí.