La pensión media de las nuevas jubilaciones se reduce un 10% en seis meses

El gasto en pensiones sigue al alza y se multiplicará en 2023

El ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá durante un pleno del Congreso. EFE/Kiko Huesca

El ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá durante un pleno del Congreso. EFE/Kiko Huesca

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En junio de este año, se jubilaron 22.520 personas que cobran de media una pensión de 1.364 euros. Esta cuantía se ha ido reduciendo desde principios de año, en concreto, lo ha hecho en un 9,7%. Las altas de jubilación en enero reciben una pensión media de 1.511,78 euros, por lo que la prestación ha ido mermando en los últimos meses.

Fuentes del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones explican que en enero se suele producir un incremento mayor que en otros meses. Uno de los motivos es que se producen más jubilaciones anticipadas que durante el resto del año y estas suelen tener rentas más altas, que provocan que la media crezca más.

Si se observan los datos de 2021, entre enero y junio también descendió la pensión media para las nuevas jubilaciones, aunque lo hizo algo menos que este año, un 8,07%. En 2021, de media, la pensión para los nuevos jubilados era de 1.388,38 euros, una cuantía que es incluso superior a la de junio de este año y que supuso un descenso del 1,28% con respecto a 2020, cuando la pensión media para las nuevas jubilaciones fue de 1.406 euros.

En estas cifras se incluyen los jubilados de todos los regímenes y, en los datos, juegan un papel a la baja las jubilaciones de los trabajadores autónomos. Sin embargo, en este caso no se ha producido este efecto, ya que la cifra de altas en los trabajadores por cuenta propia se ha reducido en el mes de junio con respecto a todos los meses anteriores.

No obstante, que la pensión media sea más baja para las nuevas altas no significa que se haya reducido el gasto en prestaciones contributivas. De hecho, según los datos correspondientes al mes de agosto, la nómina total alcanzó los 10.859 millones de euros, un 4,6% en términos interanuales.

También se ha incrementado el número de prestaciones, 9,94 millones de pensiones contributivas a más de 9 millones de pensionistas. Esta cifra irá aumentando en los próximos años a medida que se jubilen los trabajadores de la generación baby boom, la más numerosa de la historia.

Subir las pensiones con el IPC

Además, la reforma de las pensiones incluyó que se aprobara por ley la revalorización de las prestaciones en función de la evolución del índice de precios al consumo (IPC), por lo que, en un contexto como el actual, está claro que el gasto en pensiones también seguirá al alza.

Aunque la cifra definitiva se conocerá en noviembre y se recogerá en los presupuestos generales del Estado (PGE), el Gobierno ya tiene alguna estimación de lo que tendrán que subir. De hecho, el cuadro macroeconómico de Moncloa asume un deflactor del consumo privado de alrededor del 8%, esta es la cifra más cercana al IPC que pronostica el Ejecutivo, ya que las previsiones sobre inflación las realiza el Banco de España.

En cualquier caso, el coste de esta medida será de entre 13.000 y 15.000 millones de euros más en 2023, según los cálculos de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) y del Banco de España.

Reforma de las pensiones

Para tratar de compensar el coste de esta medida, el Gobierno sigue trabajando en la reforma de las pensiones. Tras conseguir aprobar la ley para el impulso de los planes de empleo, que reforzará el ahorro complementario para los futuros jubilados, el mecanismo de equidad intergeneracional (MEI) y también la modificación del régimen de cotización de los autónomos, Seguridad Social tiene una segunda parte pendiente.

En este segundo semestre, comenzará la negociación con los agentes sociales de dos componentes clave de la misma. En primer lugar, el periodo de cómputo para las pensiones, un aspecto clave y, a la vez, polémico porque una ampliación del periodo puede suponer una reducción de las prestaciones.

Además, el Gobierno deberá negociar el destope de las bases máximas de cotización y, como consecuencia, la subida de las pensiones máximas. Todas estas medidas se revisarán con lupa en Bruselas, donde ya han advertido que las medidas que supongan un gasto estructural -como la subida de las pensiones con el IPC- deben buscar vías de financiación también estructurales.

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