Pedro Sánchez cierra la puerta a una subida de los sueldos por la inflación
El presidente del Gobierno se alinea con el BCE y apuesta por esperar a que el IPC se modere en el segundo semestre del año, pese a las presiones de los sindicatos
Pedro Sánchez no está dispuesto a acordar una subida generalizada de los sueldos en España para compensar la pérdida de poder adquisitivo provocada por el fuerte incremento de la inflación a lo largo del último año. El presidente del Gobierno se ha alineado con las principales instituciones económicas para cerrar la puerta a una actualización salarial.
«Tenemos que evitar el efecto de segunda vuelta, que ese alza de los precios acabe impregnando a toda la economía: a los sueldos, a los precios de los alimentos…», ha explicado el líder socialista en una entrevista con la Cadena SER.
Sus declaraciones van en la línea de las advertencias que han mandado instituciones internacionales como el Banco Central Europeo (BCE) que han pedido a los países que no eleven los salarios de los ciudadanos, ante la previsión de que la inflación se moderará progresivamente a lo largo del 2022 conforme remitan algunos de los factores extraordinarios que la han impulsado.
Sin embargo, su discurso choca con las pretensiones de los sindicatos. Tanto Comisiones Obreras (CC.OO.) como la Unión General de Trabajadores (UGT) llevan semanas presionando para que los salarios se actualicen al menos un 3% este año, para compensar el repunte histórico del IPC que ha cerrado diciembre en una tasa del 6,7%, la más alta desde 1992.
Sánchez ha justificado estos datos por el impacto que ha tenido en las estadísticas la fuerte caída del Producto Interior Bruto (PIB) durante un 2020 marcado por el confinamiento domiciliario que provocó el estallido de la pandemia. «La elevación de los precios tiene que ver en un 30% con el efecto base», ha atribuido.
Sánchez fía la reducción de la inflación al debate europeo sobre la energía
El presidente del Gobierno se ha inclinado por dejar los sueldos como están, ante las previsiones económicas de que la inflación comience a remitir a partir de la primavera, cuando se espera que el alza de las temperaturas reduzca los máximos en los que actualmente se mueve el mercado mayorista de la luz. Es uno de los grandes desencadenantes de la subida del IPC.
«Lo que nos dicen todos los analistas es que a mitad de este año estaremos viendo ya una reducción significativa de los precios de la energía«, ha expresado.
Hasta entonces, el presidente ha fiado la evolución de la inflación al debate abierto en el seno de la Unión Europea sobre el sistema de fijación de precios de la luz. «Tenemos que revisar a fondo la articulación de los precios de la energía en nuestro país y en el continente europeo», ha insistido.
España se ha encontrado hasta ahora con un muro en Bruselas a sus grandes propuestas. La iniciativa que llevó el Ministerio de Transición Ecológica para reducir el impacto del gas en el sistema de precios se ha llevado un ‘no’ por respuesta de más de una decena de países, capitaneados por Alemania.