Los operadores de telefonía enfrían la ‘guerra de tarifas’ presionados por la inflación
Las ofertas y contraofertas en las telecos pueden haber llegado a su fin, o al menos tomarse una pausa, debido a los altos costes
Después de muchos años enzarzados en una ‘guerra de tarifas’ que ha pegado un tajo importante a los márgenes de las compañías, los operadores de telefonía han echado pie a tierra. Obligados por la situación macroeconómica, y solo a la espera de volver a arriar velas para retomar velocidad, las compañías parecen haberse tomado un descanso.
Los datos son tozudos, pese a que algunos operadores descartan que se esté produciendo tal enfriamiento. Según los últimos datos oficiales de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en el pasado mes de agosto se dieron en España un total de 500.000 portabilidades en el negocio de la telefonía móvil. Es decir, usuarios que cambiaron de compañía.
Podría ser un dato aislado, pero en el pasado mes de julio la cifra cayó a 486.000 portabilidades. Y la clave es compararlo con años anteriores donde se superaban las 600.000 portabilidades al mes. Tomando como referencia dicho mes de agosto, no ha dejado de bajar con respecto al mismo periodo del año anterior, desde hace cinco ejercicios. Y lo mismo sucede con el mes de julio.
Así, cualquier referencia pone de manifiesto que la intensidad competitiva del mercado ha ido bajando poco a poco, hasta alcanzar mínimos del último lustro. Algo que se ha acelerado en el último año donde los datos van a la baja mes a mes.
La inflación marca el paso
Esta situación que se está dando en el sector de las telecomunicaciones españolas solo se puede entender por la inflación. Desde principios de año, con valores anormalmente altos, las compañías están advirtiendo sobre el impacto que tienen los costes.
En este sentido, los operadores llevan tiempo siendo prudentes. Es decir, sus apuestas siguen muy claras: segmento premium para quienes quieren muchos servicios y alto valor añadido; y, por otra parte, gama ‘low cost’ para los usuarios que prefieren pagar menos por lo básico.
Hasta ahora lo que habían hecho las telecos era robar clientes al precio que fuera. No importaba nada. Solo ganar masa en la cartera de usuarios. Pero la inflación les ha cambiado el paso. Tanto, que algunas compañías han empezado a ofrecer comisiones más altas a sus comerciales por retener clientes que por captar. El coste administrativo que supone estar en esa ‘guerra de tarifas’, donde hay que recuperar lo perdido ha llevado a esta situación.
¿Toca subir precios?
Por el momento no hay ningún operador que se atreva a hablar sobre subir los precios a los clientes. Ni a los que ya tienen, bajo la fórmula ‘más por más’; ni a las tarifas para nuevos usuarios. Todo guardan calma y miran de reojo. Nadie quiere ser el primero, aunque el que tome la iniciativa sabe que será seguido por lo demás; o, al menos, la mayoría.
En las últimas semanas, compañías de distinto tamaño como Orange o Finetwork se han expresado en público sobre esta cuestión. La operativa es la misma: aguardar para ver qué hace la competencia. Aunque en todos los casos asumen la misma incertidumbre: los costes cada vez son más complejos de afrontar y, en algún momento, habrá que tomar una decisión.