Ómicron tendrá un impacto económico «limitado» pero retrasará la recuperación del turismo
Expertos de BBVA Research o Funcas ven por ahora un "impacto" limitado de ómicron pero creen que afectará sobre todo al ocio y la hostelería, y retrasará la recuperación del turismo
La evolución de la pandemia de la Covid-19 en España había sido de progresiva mejora en España a lo largo del año 2021, en paralelo a una tímida recuperación económica que iba cogiendo poco a poco impulso gracias al fin de las restricciones y la vuelta de la actividad y el consumo, pero la expansión de la variante Ómicron ha vuelto a despertar las dudas y temores sobre un posible nuevo impacto como el que se sufrió a principios de año con la variante Delta.
La eclosión de Ómicron en España está siendo tal que en las últimas jornadas se han registrado varios picos máximos de contagios, con una incidencia acumulada por Covid de más de 911 casos por cada 100.000 habitantes, la mayor de todo el año, en paralelo a un incremento de muertes y récord de contagios de 73.000 casos.
Ante esta expansión el Gobierno decidió, tras la celebración de la Conferencia de Presidentes, recuperar la obligatoriedad del uso de la mascarilla en exteriores, mientras algunas CCAA imponen medidas más restrictivas, como el caso de Cataluña, Murcia o Asturias al limitar de nuevo los horarios, el número de comensales en hostelería y restauración, el cierre del ocio nocturno o la implantación del toque de queda.
Este son el tipo de medidas que inciden de lleno en la evolución económica al retraer el consumo y la actividad, si bien los expertos consultados por Economía Digital mantienen por ahora que el impacto de la variante Ómicron será «limitado» y, aunque su elevada incidencia impactará en la economía a principios de año, creen que su daño no irá más allá de «alguna décima» de PIB, aunque retrasará la recuperación de algunos sectores, como el turismo.
Impacto en ocio y hostelería
El economista jefe para España de BBVA Research, Miguel Cardoso, explica a Economía Digital que mantiene el pronóstico de que la mayor incertidumbre que genera la variante tenga un «efecto negativo, sin embargo considera que el elevado nivel de vacunación que se observa en España parece adelantar que el impacto sobre el gasto de los residentes en el país será «limitado».
A su juicio, dado que no hay confinamientos, ni medidas que afecten de manera generalizada a la economía, habrá sectores que se verán «especialmente afectados» o comunidades autónomas donde se están tomando medidas más restrictivas, como Cataluña, Murcia o Asturias, pero por ahora «no son mayoritarias», por lo que la actividad industrial continuará, así como la construcción y la mayor parte de los servicios.
Entre los sectores más perjudicados los expertos apunta al turismo, así como el ocio o el hostelero con las restricciones de aforo y apertura en algunas regiones, que podrían acabar de rematar muchos pequeños negocios y autónomos que aún no han conseguido salir de la crisis y presentan problemas de liquidez y solvencia.
Un impacto menor que el de la variante Delta
Con todo, Cardoso subraya que hay que tener cuidado a la hora de estimar el impacto porque todavía no se dispione de toda la información, pero por el momento cree que cabe esperar una «desaceleración de la actividad a inicios del siguiente año», pero esta podría ser «limitada y ciertamente no tan intensa como la registrada en el primer trimestre de 2021».
Coincide en este punto la economista senior de Funcas, María Jesús Fernández, que sostiene que el impacto dependerá de la dureza de las restricciones que Ómicron obligue a adoptar, y ello a su vez dependerá de la virulencia de la variante, de su resistencia a las vacunas y del grado de vacunación tanto en España como en el resto de países europeos.
«Si se confirmase que Ómicron tiene efectos leves y las vacunas, más o menos, son eficaces, el impacto existirá, porque hasta que desaparezca la necesidad de imponer restricciones va a haber un impacto, pero será limitado«, afirma la economista, quien asevera que, en todo caso, «no será mayor que en el caso de la variante Delta».
En este sentido, Funcas llegó a estimar a mediados de julio que la variante Delta, procedente de India , restaría tres décimas al PIB español este año, lo que supone alrededor de 3.500 millones de euros, por lo que la nueva variante procedente de Sudáfrica, Ómicron, apenas tendría una incidencia de entre una décima a lo sumo, es decir, poco más de 1.000 millones de euros.
Aleja la recuperación del turismo a niveles precrisis
En todo caso, tanto Cardoso (BBVA Research) como Fernández (Funcas) coinciden en señalar que el impacto de esta nueva variante se notará sobre todo en el sector turístico. Cardoso afirma que el sector turístico se resentirá, no tanto por las restricciones, sino por el aumento de casos que ya venía produciéndose en países de origen de los turistas.
Cree que el impacto puede ser más importante en algunos países clave para el turismo español, como Alemania o Reino Unido, ya que las medidas que se han impuesto de confinamiento a los no vacunados pueden reducir la demanda por bienes y servicios españoles, afectando negativamente al turismo.
Por otro lado, también pueden intensificar los problemas en las cadenas de producción, incrementando los tiempos de entrega de suministros provenientes de estos países o retrasando la actividad industrial doméstica. «Es importante que Europa avance lo más rápido posible en lograr una vacunación que lleve a una inmunidad de grupo, además de comprometerse con los EE. UU. en extender hacia países emergentes dicho proceso», añade.
Para Fernández (Funcas), cada vez está más claro que el turismo «tardará mucho tiempo en volver a los niveles prepandemia, con o sin Ómicron», porque mientras no haya un porcentaje suficiente de vacunados en Europa, va a seguir habiendo olas y, por tanto, restricciones, exigencias de pruebas a los viajeros, miedo a viajar y todo ello desincentiva los viajes internacionales.
El turismo nacional, que también viajará menos al exterior, solo ocupará una pequeña parte del hueco que deje el exterior, según prevé la economista senior de Funcas.