Contratiempo en plena ola de calor: ¿por qué los paneles solares funcionan mal en verano?

La energía solar será esencial para el futuro desarrollo renovable de España, un país donde las horas de sol son abundantes; aunque surge un problema: tanto calor no es bueno

paneles solares

Paneles solares. Foto: Canva.

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España vive estos días una fuerte ola de calor. De esas que solo puede sofocar un buen aire acondicionado por debajo de los requisitos que pediría la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. Eso supone un gasto de energía adicional. Algo, se podría pensar, que se soluciona gracias al importante volumen de proyectos fotovoltaicos que existe en nuestro país. Pero surge un pequeño contratiempo.

Durante esta ola de calor, y pese a que la potencia fotovoltaica está funcionando por encima del 70% de su capacidad en algunas horas, la realidad es que se ve lastrada por las temperaturas tan extremas que se están alcanzando estos días.

Y es que, pese a lo que pueda parecer, tener tanto sol o, mejor dicho, que irradie tanta temperatura, no termina de ser positivo. Así lo explica Greenvolt Next, compañía especializada en autoconsumo solar.

En meses como julio y agosto -ahora tenemos esos casos-, donde se alcanzan temperaturas de alrededor de 40º C en algunas zonas de España, se suele pensar que las instalaciones fotovoltaicas pueden aprovechar estas condiciones para generar más electricidad. Pero, esto no necesariamente cierto.

Resulta que la temperatura del ambiente tiene un efecto en la eficiencia de la energía que se genera, señalan los expertos. Si hacemos una diferenciación entre la luz, encargada de generar la energía, y la temperatura, se puede decir que llegar a un número de grados extremadamente altos altera el rendimiento de las placas solares.

Las placas sufren

En este contexto, es importante entender qué sucede técnicamente para que los paneles solares tengan un menor rendimiento. En este sentido, la corriente eléctrica se genera cuando los rayos solares chocan contra las placas compuestas por materiales semiconductores para transformarlos en energía. En casos extremos, cuando las olas de calor llegan en agosto, estos electrones ya se encuentran en estado de alta energía, por lo tanto, la placa solar necesita de más energía externa para generar corriente eléctrica.

Como normal general, la temperatura idónea a la que las placas solares alcanzan el 100% de su rendimiento, se sitúa entre los 20º C y 25º C. Sin embargo, una vez que se alcanzan más de 35º C su eficiencia puede disminuir entre un 15 y 20%.

Por lo tanto, aunque se considere el verano como la estación en la que las placas solares pueden alcanzar su potencia pico o máxima producción de energía, los días soleados durante el otoño e invierno son más beneficiosos para la producción de energía.

Consejos para el autoconsumo

A nivel particular, donde el autoconsumo vive un auténtico ‘boom’, se pueden tomar algunas medidas para mejorar el rendimiento. Por ejemplo, el espacio que se deja entre el panel y la superficie puede afectar la variación del nivel de ventilación y la absorción del calor. También, existen láminas de distribución de la temperatura sobre el panel o paneles de refrigeración que aumentan la eficiencia a pesar del calor.

Además, en España contamos con una ventaja que otros países no tienen. Los meses donde encontramos las temperaturas más extremas, siguen siendo los mismos en los que podemos recibir hasta 14 horas de luz solar. Por lo tanto, el hecho de que se reduzca la capacidad de absorción de las placas solares por dichas temperaturas queda compensado con la cantidad de luz solar que recibimos, lo que crea un equilibrio que hace de nuestro país una ubicación con gran potencial para el sector de la generar energía fotovoltaica.

Raúl Masa

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