Los «nubarrones» detrás del récord de empleo: a la espera de la inflación y el consumo en otoño

“Buenos datos”, “mes histórico”, “buen arranque”, “buena marcha del mercado laboral”, “fortaleza”, “positiva evolución del empleo”. Las reacciones a los datos de paro registrado y afiliación de abril, hechos públicos este jueves, son unánimes. Parece difícil, pero el Gobierno, sindicatos, patronales y centros de análisis coinciden en su veredicto: el mes pasado fue muy positivo para el mercado de trabajo de nuestro país.

Así, se crearon 238.436 puestos de trabajo y salieron casi 74.000 personas de las listas del paro. En total, un récord de 20,6 millones de cotizantes a la Seguridad Social y una caída, por primera vez desde 2008, de las cifras del desempleo por debajo de los 2,8 millones. Unos datos que el Ministerio de Trabajo califica de “bonanza” y que nos retrotrae a los números previos a la crisis financiera, hace quince años.

“En el mercado de trabajo español se ha producido una gran transformación: se crea empleo de calidad y de la mano de la protección social”, se felicitó el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, durante la presentación de los datos. “No ha habido ningún mes en el que el crecimiento de la afiliación haya sido tan importante”, subrayó el ‘número dos’ de Seguridad Social, Borja Suárez.

Vientos de cola del verano

Y si bien la primera reacción de los principales actores económicos de nuestro país concita consenso, es cuando bajamos al detalle cuando surgen las primeras fricciones. Porque sí, los datos son buenos. Pero no es oro todo lo que reluce.

“Más allá de que la estadística pueda esconder lagunas, los datos son buenos: hemos tenido un primer trimestre muy parecido al del año pasado”, indica en conversación con Economía Digital el director de The Adecco Group Institute, Javier Blasco, que augura que en mayo la Seguridad Social podría alcanzar los 20,86 millones de afiliados. Para él, detrás de los datos de empleo hay “enormes déficits que indican que no se están haciendo bien los deberes”, además de “nubarrones en el horizonte” como la caída del consumo o la ralentización de la producción industrial.

Sin embargo, la ventaja y, a la vez, mayor hándicap de nuestro modelo productivo es su dependencia del turismo. “Las buenas cifras están motivadas por los vientos de cola del preverano”, sostiene y, de nuevo, lo compara con 2022. “Si ocurre como el año pasado, va a ser flor de un día. Antes de verano la economía empezó a ralentizarse: cuando la economía se alimenta a través de deuda o el trabajo se reparte porque bajan las horas cotizadas, lo que está en el horizonte es el declive”, augura.

El protagonismo de la inflación

Mayor prudencia pide el catedrático y subdirector de Fedea, José Ignacio Conde-Ruiz, quien señala a este digital que es “muy positivo” el avance del mercado laboral, una aceleración producida a pesar de la incertidumbre derivada de la pandemia y de la guerra de Ucrania y que se va a mantener a lo largo del verano. Con todo, avisa de que en los próximos meses se va a producir el choque de dos fuerzas.

“Una en positivo, con un mercado laboral acelerándose, con empresas que están aumentando la inversión, un sector turístico que se comporta bien… Y otra en negativo, con la subida de tipos del BCE afectando a quienes tienen hipotecas, al crédito…”, detalla.

La inflación, que el mes pasado volvió a subir después del ‘espejismo’ de marzo, y los efectos de la política monetaria, que empezarán a trasladarse a la economía real en unos seis meses, son algunas de las cautelas que destaca Miguel Cardoso, el economista jefe para España de BBVA Research.

“2023 va a ser muy positivo en términos de empleo dada la inercia que estamos viendo en el primer semestre. En el segundo semestre, con el aumento de la inflación, sin incrementos salariales y con el aumento de los tipos de interés… Todo esto puede hacer que veamos una desaceleración, pero el ritmo de crecimiento de empleo es espectacular”, indica el experto.

Ahora bien, defiende Cardoso, hay aspectos del mercado laboral que no se conocen únicamente al estudiar los datos de afiliación. Por ejemplo, qué pasa con los salarios, si los contratos indefinidos suponen unos menores salarios o menos horas trabajadas…

Díaz defiende el cambio de paradigma

Las cautelas de los expertos –que reconocen el buen tono del empleo en nuestro país- contrastan con el optimismo de los responsables gubernamentales. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha reconocido en una entrevista en Al Rojo Vivo (laSexta) que si bien es el turismo el que tira del empleo “porque es la época”, la reforma laboral ha cambiado el paradigma del mercado de trabajo en nuestro país.

Un balance que comparten en el sindicato Comisiones Obreras: “Estamos tendiendo a un modelo europeo más estable. El mercado español era muy ciclotímico: generaba mucho empleo en el crecimiento y muchísimo paro cuando llegaban los problemas económicos”, defiende el secretario de Estudios y Formación sindical de la central, Carlos Gutiérrez.

Fuentes de la CEOE valoran los buenos datos de este mes, motivados por el arranque de la temporada turística y la Semana Santa, pero sobre todo destacan el “esfuerzo” de las empresas para sostener el empleo, a pesar de la incertidumbre y de la falta de candidatos formados para muchas de las vacantes que ofertan. Y las mismas voces señalan que las mayores incertidumbres de cara a finales del año que viene vienen por las posibles promesas electorales que generen inseguridad en el mercado. Pero hasta que lleguen la campaña electoral y las elecciones generales habrá un verano que, dicen los expertos, arrojará una creación récord en nuestro país.